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Música

Inventores del ‘indie’ sin querer

Se reeditan por fin los cinco primeros discos de Felt, una de las bandas más influyentes en la historia del rock

Gary Ainge (izquierda) y Lawrence.
Gary Ainge (izquierda) y Lawrence. david corio (getty)

Casi tres décadas después se sigue dando vueltas a si Felt ocupan el lugar que les corresponde en la historia del rock. Es fruto de la constancia de su líder, Lawrence (así, a secas). En cada ocasión que le dan recuerda que el mundo conspiró para negarles el éxito. El locutor ­John Peel los odiaba. La revista NME les negó su portada. Aún peor, ni su discográfica ni los propios Felt entendieron a Felt. Excepto él, claro.

Han sido muy influyentes. Fundados en 1979 nunca vendieron mucho, pero entre 1981 y 1989 publicaron 10 álbumes que casi crearon solos esa rama del indie lánguida y lastimera que más tarde explotarían Belle & Sebastian y sus seguidores. La formación inicial era una combinación curiosa. Lawrence, un adolescente que lo tenía todo claro hasta que cambiaba de opinión; Maurice Deebank, un guitarrista de formación clásica amante de Yes, y Gary Ainge, un batería alérgico a los metales. El conjunto tenía tanta personalidad que en medio del ruidoso punk y el abrasivo pospunk aquellos larguísimos duelos de guitarras sonaban distintos. Sensibles y ensoñadores. Si Jonathan Richman inventó sin querer el punk, ellos imitando a Television se dieron de morros con el indie. Siendo de Birmingham, hogar de Black Sabbath, ELO o Duran Duran, Lawrence aspiraba a mansiones en California, fama y adulación, pero por alguna razón creyó que se podía lograr desde la semiclandestinidad. No estaba tan equivocado, poco después The Smiths lo lograron. De hecho, aseguran que el estilo de Deebank era la gran referencia de Johnny Marr.

El 23 de febrero, tras años de retrasos, Cherry Red reeditaba por fin los cinco primeros discos de Felt. Se agradece, eran complicadísimos de encontrar, pero no es una edición amable. Se venden de forma independiente, 30 euros cada uno. Por un lado la versión vinilo, muy básica. Por otra, los CD. Quien quiera todo necesitará mucho espacio y dinero. Demasiado. En teoría, pronto llegará la otra mitad, que cuenta una historia distinta, pero habrá que ver.

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