Al rescate de una joya minimalista mediterránea
El trabajo de culto de Pep Llopis, 'Poiemusia', emprende un inesperado viaje de la mano de RVNG Internacional tres décadas después
En los últimos años, Pep Llopis se había acostumbrado a recibir correos electrónicos comentando su trabajo. Su trayectoria artística es extensa y abarca desde el rock progresivo —con el grupo Cotó-en-Pèl a finales de los setenta— hasta composiciones instrumentales para coreografías de Ananda Dansa y de espectáculos audiovisuales en Abu Simbel y la Exposición Universal de Suiza en 2002. Pero desde hace tres años, el interés por una de sus obras aumentaba con cada nuevo correo. Poiemusia. La nau dels argonautes fue interpretada en directo una sola noche, para ser posteriormente registrada en estudio y publicada por el sello Grabaciones Accidentales en 1987. “En mayo de 2015 me escribieron desde Estados Unidos proponiéndome reeditar el álbum. Comenzaron las negociaciones y entonces descubrí que el disco cotizaba muy alto en algunas ferias”. Poiemusia se había convertido en un disco de culto.
La obra fue expresamente compuesta para un festival celebrado en Valencia en 1986, donde se aunaban poesía y música. El evento, que acabó absorbiendo el nombre de la composición de Llopis, contó también con Wim Mertens y Carles Santos. Para entonces, el minimalismo era un elemento extraño en la música local. “Había artistas, como Llorenç Barber, que hizo una presentación estupenda de nuestro concierto, ligados a una escena experimental más relacionada con John Cage. Pero yo hacía música repetitiva y minimalista, plasmada ya en obras como Crónica civil (V/36-9); aunque, parafraseando a Barber, hay tantos minimalismos como minimalistas”. El de Llopis bebía de Steve Reich, al que rendía abiertamente homenaje con las marimbas de ‘El vell rei de la serp’, una las composiciones de Poiemusia. “Me gustaban mucho los pianos repetitivos de La Monte Young, esos mantras que son más un estado de ánimo que una narración. Pero por su diversidad de propuestas Reich es para mí el mejor”.
“Yo hacía música repetitiva y minimalista, plasmada en Crónica civil; parafraseando a Barber, hay tantos minimalismos como minimalistas”
El minimalismo que recorre Poiemusia no es una mera aplicación de los hallazgos de sus representantes norteamericanos. Algo en sus cinco composiciones la diferencia de cualquier otra obra en esa línea. “El álbum me pareció destacable porque es un trabajo poco habitual en la escena experimental española”, explica por correo electrónico Peter Swanson, el hombre que escribió a Llopis para proponerle rescatar el disco en el sello RVNG International. “Lo veo muy conectado estéticamente al minimalismo americano, pero también tiene conexión con algunos discos de la vanguardia italiana”. Una de las características que hace de Poiemusia un álbum innovador es la conexión que su autor establece entre dichos lenguajes y el Mediterráneo, fusión que es fruto de una etapa previa de búsqueda personal. “Tras la ruptura de Cotó-en-Pèl en 1981”, cuenta Llopis, “dejé mi trabajo, mi pareja y me embarqué en un viaje por las islas mediterráneas que comenzó en Menorca y me llevó hasta Creta y Lesbos. Volví a casa cargado de música griega”. El mar es una influencia más en Poiemusia, del mismo modo que lo es también la música tradicional valenciana, de cuyos elementos Llopis se vale de modo inconsciente pero palpable en, por ejemplo, la melodía de ‘El vell rei de la serp’. “En el estreno madrileño de una de mis obras [el arquitecto] Javier Maderuelo se acercó entusiasmado y me dijo: ‘Siempre lo he dicho, la música repetitiva nace de la tradicional y eso es lo que habéis hecho hoy vosotros”.
El otro elemento distintivo de Poiemusia son las voces y el modo en que estas se funden con la música. Cinco poemas de Salvador Jàfer sirvieron como punto de partida de las respectivas composiciones. Tanto en directo como en estudio fueron interpretados por el propio poeta y la actriz Montse Anfruns; con sus declamaciones y su fonética, ambos se convierten en otro elemento musical de la obra. “En su momento hubo gente que no entendía que las voces entraran de la manera en que lo hacían; creo que ahora, 30 años después, ya está más claro. Quería que los recitados y la música empastaran hasta convertirse en un solo elemento”. Treinta años después, Swanson destaca “el uso de las voces de una manera poco habitual y la densidad de las melodías” cuando explica los motivos por los cuales le cautivó del disco. Gracias a este renovado interés, Poiemusia emprende ahora un nuevo e inesperado viaje.
Pep Llopis. Poiemusia.Freedom To Spend
Redescubrimientos
Internet ha facilitado que ciertas músicas sean redescubiertas por un público nuevo y global, un interés que ha jugado a favor de algunos compositores españoles ajenos al pop. En 2013 el sello japonés EM publicó dos álbumes de Finis Africae, el proyecto experimental del exmiembro del grupo folk Nuestro Pequeño Mundo Juan Alberto Arteche. A Last Discovery y El secreto de las 12 recopilaban música suya hecha décadas atrás. Por su parte, la discográfica holandesa Music From Memory sacaba hace unos meses Rainworks, el último álbum de Suso Saiz, de quien ya publicaron una recopilación en 2016, Odisea. Este mismo sello editó en 2014 otro recopilatorio, El sur, consagrado a la obra del mallorquín Joan Bibiloni. El nexo entre estos artistas y el propio Pep Llopis es que sus músicas parten de la experimentación o la fusión, uniendo folclore y vanguardia a veces. Peter Swanson, artífice de la reedición de Poiemusia a través del subsello Freedom To Spend, se declara también admirador de Saiz y en especial de su Orquesta de la Nubes, así como de Mecánica Popular y de Luis y Gregorio Paniagua.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.