Una ‘millennial’ de 40 años
El canal TNT estrena 'Younger', comedia del creador de 'Sexo en Nueva York'
Liza Miller ya ha cumplido los 40. Tiene una hija adolescente y se acaba de separar. Ahora necesita volver a trabajar, pero su escasa experiencia laboral y su edad le ponen las cosas complicadas en un entorno tan competitivo como Nueva York. Sin un máster, flexibilidad horaria, idiomas y experiencia no hay nada que hacer. Pero cuando le confunden con una veinteañera en un bar ve una puerta abierta. ¿Y si se hace pasar por una joven recién salida de la universidad? Lo que parece un plan sin fisuras se empieza a complicar ante las dificultades de mantener el engaño ante su nuevo novio, sus nuevas amigas y sus nuevos jefes.
Ese es el punto de partida de Younger, comedia creada y producida por Darren Star (Sexo en Nueva York) y que hoy estrena TNT (22.30), donde se verán las tres temporadas de la serie que ya está renovada por una cuarta entrega. Star se fijó hace años en la novela de mismo título que Pamela Radmond Satran publicó en 2005 y editada en España por Umbriel Editores. "Me encantó la premisa de una mujer que tenía que fingir ser más joven para poder regresar al mercado laboral", explica el guionista en conversación telefónica con EL PAÍS. "Tengo algunas amigas que dejaron su empleo en Hollywood para tener hijos y cuando quisieron volver a trabajar porque los niños ya iban al colegio, lo pasaron mal para encontrar un puesto".
Younger se adentra en el mundo de los millennials desde la perspectiva de una mujer de 40 años. El choque generacional está servido. "El mundo ha cambiado drásticamente con respecto a la generación pasada. Para mí, la serie explora esa distancia generacional", señala Star, que considera el manejo de las redes sociales por los veinteañeros como un claro ejemplo de ese salto. "Básicamente, somos iguales, las cosas que queremos son las mismas. Pero lo que ha cambiado es la forma de vivir la vida tan públicamente a través de las redes sociales".
Para reflejar ese contraste que vive Liza (interpretada por Sutton Foster, de 42 años) cuando se relaciona con sus amigas veinteañeras (Hilary Duff, de 29, encarna a su mejor amiga) o con su novio (en la ficción, el actor y modelo Nico Tortorella, de 28), la serie cuenta con guionistas de ambas generaciones. Y también ahí notan la diferencia. "Diría que los veinteañeros son más abiertos sobre cómo viven y comparten sus vidas. La idea de privacidad y discreción es muy diferente. Es como si no hubiera nada de lo que no quieran hablar abiertamente, lo que me parece genial. Han crecido en un mundo más abierto", incide Star.
A esa mayor apertura de la que habla también ha contribuido él mismo, en cierta forma, como responsable de Sexo en Nueva York. "Fue una de las primeras comedias que trató las relaciones sexuales de forma abierta y desde un punto de vista femenino. Fue bastante revolucionario", dice sobre la serie que protagonizó Sarah Jessica Parker.
Aunque Carrie Bradshaw y de Liza Miller no tienen mucho que ver ("las dos son mujeres que buscan definir sus vidas, es todo lo que tienen en común"), los dos programas coinciden en su mirada femenina. "Las mujeres viven la vida de una forma muy emocional y expresan de forma muy abierta cómo se sienten. Creo que hay un montón de historias sobre mujeres que no han sido contadas, me gusta mirar el mundo desde sus ojos", reflexiona el guionista y productor.
¿Qué más le puede quedar por delante al creador de éxitos televisivos como la ya citada o Melrose Place y Sensación de vivir? "Dije que con Sexo en Nueva York había hecho todo lo que esperaba hacer, pero no", ríe ahora Darren Star. "Hay muchas más oportunidades en televisión y muchos sitios a los que diría que sí". ¿Y entrarían en sus planes una reunión o un regreso de algún tipo de la serie de Carrie Bradshaw, ahora que están tan de moda las resurrecciones televisivas? "Diría que nunca digas nunca. Yo estaría dispuesto".
Creador de hitos televisivos
Darren Star lleva más de 25 años trabajando en la televisión y generando éxitos. Pero el medio en el que creó series como Sensación de vivir (1990-2000) o Melrose Place (1992-1999) tiene poco que ver con el de hoy. "Las oportunidades en televisión han crecido en términos del tipo de historias que puedes contar. Cuando empecé en la televisión con Sensación de vivir, había muy poco mundo más allá de las cuatro grandes networks en Estados Unidos, era bastante limitado. Cuando HBO accedió a hacer Sexo en Nueva York fue una oportunidad fantástica de contar historias desde un punto de vista y de una forma que no se había hecho antes en televisión. El apetito de los espectadores está creciendo y el número de historias que se pueden contar ha aumentado exponencialmente", dice el guionista y productor. "Lo bueno de la televisión es que habla del mundo en el que vivimos de forma muy inmediata. Vas creciendo según la haces. Sexo en Nueva York era una serie sobre Carrie y sus amigas, pero también sobre el significado del mundo en el que vivían", concluye.
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