¿Qué hay detrás de la aventura televisiva de Slim en Estados Unidos?

A dos días de que Donald Trump fuera investido presidente de Estados Unidos, el magnate Carlos Slim —a quien muchos mexicanos creen el único compatriota capaz de hacerle frente— lanzó un nuevo canal de televisión, Nuestra Visión, hecho por y para mexicanos, que comenzará las transmisiones este mismo año. El mensaje parecía claro. Un hombre de negocios como él se atrevía a invertir en ellos y, respaldado por su imperio en las telecomunicaciones en América Latina, venía a devolverles la identidad tantas veces atacada por el nuevo presidente. ¿Pero qué hay detrás de la aventura de Slim en la televisión de Estados Unidos?

En el vecino del norte ya existen dos gigantes de la televisión en español para el público hispano —55 millones de personas, de las cuales 33 millones son mexicanos y se calcula que 12 millones son ilegales—, Univisión y Telemundo, y ningún analista concluye que se trate de una tercera cadena con vocación de hacerles competencia directamente. "Es una inversión para hacerse de ingresos adicionales a su negocio de telefonía móvil allí y, además, prepararse para su entrada en la televisión de México que tendrá que ocurrir en algún momento, cuando el organismo regulador lo revise", cuenta Jorge Bravo, director editorial de la revista especializada Mediatelecom. Y añade: "Tiene un mensaje claramente simbólico, que él sabe manejar muy bien. No se trata de una afrenta a Trump, pero sí un paso firme de que va a apostar por los contenidos de un sector social al que ha estado humillando".

Slim invierte por primera vez en contenidos en español en Estados Unidos. Ya cuenta con un canal de televisión por Internet allí, Ora.tv, enfocado en entrevistas y talk shows con el periodista Larry King como la estrella principal. Además, compró su propia productora, Stick Figure Productions, que crea documentales y series de televisión, con clientes como HBO, AMC, BBC América, History Channel, entre otros. En México cuenta con un canal similar online, Uno.tv, que proporciona principalmente noticieros, además de una plataforma de video estilo Netflix para toda Latinoamérica, Clarovideo, y su canal de deportes Claro Sports, a través del cual obtuvo la licencia para transmitir en México los Juegos Olímpicos y los partidos del equipo de fútbol mexicano Las Chivas de Guadalajara. En América Latina es el principal proveedor de televisión por cable, con su compañía América Móvil.

El negocio de la televisión no es, por tanto, nuevo para el magnate mexicano. Y según los expertos, podría utilizar toda esta red de contenidos para ofrecer el servicio en Estados Unidos sin grandes costos, como se caracteriza su manera de hacer negocios. Lo más factible, según explican, es que se asocie con alguna televisora y use su canal para transmitir en las principales ciudades del país las series, películas, partidos de fútbol e información que ya posee en otras plataformas.

Para el vicepresidente de Dataxis, una firma especializada en análisis del negocio de la televisión en América Latina, Ariel Barlaro, la apuesta fuerte de Slim es por el entretenimiento: "Será un canal para hispanos que quieren escuchar español, que no son todos, y con temáticas no muy profundas". Y añade: "Además, podría ser la primera pata para entrar en ese negocio y una forma de ganar influencia en Estados Unidos".

El analista Leonardo Peralta, considera que la incursión de Slim es una cuestión puramente de negocios, fuera del ámbito político. Según explica, se trata de algo complementario a su imperio de las telecomunicaciones: "El canal de televisión es una herramienta para posicionar su negocio de telefonía. Sería muy extraño que ahora quisiera ser un empresario de medios, si no lo ha hecho antes ni en México ni en América Latina donde el mercado no es tan feroz".

América Móvil ofrece el servicio de telefonía en Estados Unidos a través de Tracfone y cuenta con más de 26 millones de usuarios. Para Peralta, se trata de una estrategia de fidelización de sus clientes allí, una posibilidad de ofrecerles un valor añadido a sus suscriptores, como hace en Latinoamérica con su televisión por cable y las plataformas de video on demand. El anuncio del lanzamiento, dos días antes de que Trump tomara el poder, una cuestión de marketing.