Chimen Abramsky, el coleccionista de libros
Sasha Abramsky recrea el ambiente intelectual en casa de su abuelo en una impagable visión de los dos primeros tercios del siglo XX en Europa
¿Qué hacen 20.000 libros en una casa de una pequeña urbanización justo al lado del parque de Hampstead Heath conocido como Holly Lodge Estate? Era una urbanización construida sobre esta antigua propiedad de una familia de banqueros victoriana. Aún más llamativo es que en una calle adyacente se encuentre el cementerio donde yace Carlos Marx; y que a este lugar de antigua prosapia vinieran a instalarse numerosos comunistas no deja de ser irónico, pero así fue, y allí, en la zona llamada Hillway, fue donde Chimen y Miriam Abramsky compraron en 1944 la que acabaría siendo la Casa de los Libros, y que fue el anzuelo que mordieron desde simples simpatizantes hasta los grandes pensadores marxistas o liberales del momento.
Chimen Abramsky era hijo de Yehezkel Abramsky, uno de los rabinos más importantes e influyentes del siglo. Su hijo Chimen nació en 1916 en Minsk, vivió su adolescencia en Moscú y emigró a Londres, donde leyó a Carlos Marx y se hizo ateo y socialista. Con la invasión nazi de Rusia, se alistó en el Partido Comunista, que abandonaría en 1958, decepcionado por la realidad soviética. A partir de ese momento se interesó más por la literatura judaica, se convirtió en un pensador liberal y humanista y enseñó en la universidad. Pero, sobre todo, fue un gran coleccionista de libros, y la formidable biblioteca de marxismo y socialismo de su casa atrajo a toda suerte de visitantes.
Su nieto Sasha Abramsky, periodista y autor del libro, divide la ubicación de los libros en estancias (el dormitorio del maestro: la fortaleza; el recibidor; la cocina: sal, azúcar y un toque de amor; el salón; el comedor: rituales y rebeldes; la habitación grande de arriba: raíces; el comedor resurgente: renacimiento; el salón revisitado). Cada habitación contenía colecciones temáticas de libros, de rarezas a joyas: el sanctasanctórum de las ediciones más valiosas. Chimen fue enamorado de los libros y la cultura y un hábil coleccionista, al punto de codearse con los grandes compradores de la época. Llegó a trabajar durante un tiempo como asesor de la casa de subastas Sotheby’s.
La casa era visitada diariamente por decenas de personas que charlaban, confrontaban, almorzaban o cenaban y hasta se quedaban a dormir. La pasión por el marxismo, el deseo de saber, el desarrollo de la revolución de 1917, el conflicto laicismo-judaísmo, la discusión viva de la realidad… convertían aquella casa en un caldero en ebullición de noticias, pensamientos, teorías y esperanzas de un nuevo orden. El libro es, en realidad, la expresión viva de un mundo que estaba siendo sacudido por dos guerras mundiales, el “fantasma que recorría Europa”, un cambio sustancial de mentalidades, y todo ello englobado en el problema del judaísmo, la creación del Estado de Israel, el antisemitismo… El cuadro de época que Sasha Abramsky proporciona al lector es apasionante y no se pierde en meandros o divagaciones.
Este relato de vida es fascinante. El lector hallará tesoros librescos y oirá hablar de personalidades extraordinarias en la vida de Chimen, como Isaiah Berlin, Eric Hobsbawm, Harold Laski y tantos otros notables ensayistas y profesores, pero lo más importante es que conocerá de primera mano una época crucial de nuestro tiempo desde cuatro perspectivas: familiar, política, religiosa y literaria. El retrato de la pasión por las ideas junto a la solidaridad intelectual y familiar ofrecen una inteligente e impagable visión de los dos primeros tercios del siglo XX en Europa.
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Autor: Sasha Abramsky. Traducción de Ángeles de los Santos.
Editorial: Periférica (2016).
Formato: tapa blanda (368 páginas).
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