‘Paquita Salas’, la serie revelación española no nació en televisión

Paquita es representante de actores. Aunque no lo reconozca, pasa por horas bajas. Su última estrella la ha abandonado y no ha podido hacer nada al respecto. La maldita bandeja de spam del correo electrónico, de cuya existencia ni ella ni su ayudante tenían noticias, no se lo pone fácil. Tampoco entiende por qué los actores desprecian un papel en El secreto de Puente Viejo. Busca a la actriz 360 y tiene una resistencia asombrosa al fracaso.

"Paquita es capaz de cualquier cosa, pero a la vez, todos nos identificamos con ella. Sentimos que hace lo que querríamos hacer y no nos atrevemos", reivindican Javier Calvo y Javier Ambrossi, creadores de Paquita Salas, serie española convertida en una revelación este año. Cuando su primer capítulo vio la luz en Internet a comienzos del verano, el mundo seriéfilo nacional la recibió como un soplo de aire fresco que demostraba que otra ficción televisiva es posible. Se saltó las convenciones televisivas incluso con su protagonista, una mujer de más de cincuenta años interpretada por un hombre, Brays Efe. Este otoño, Flooxer, la plataforma online de Atresmedia, ha continuado con la emisión del resto de episodios. Desde el martes 11 de octubre se puede  ver el cuarto de los cinco que tendrá esta primera temporada.

El origen de Paquita Salas tampoco es nada convencional. "Nació de risas en el sofá de mi casa un día en que estábamos la actriz Anna Castillo, Brays [Efe] y Javi [Ambrossi] viendo Gran Hermano y estábamos imaginando cuál sería mi nombre si fuera mujer. Yo me llamo Francisco Javier y mi abuela se apellidaba Salas. 'Ay, Paquita Salas, qué risa'. 'Brays, ponte estas gafas y vamos a hacer que eres una representante", cuenta Javier Calvo en conversación con EL PAÍS. Lo grabaron y el resultado les gustó tanto que se plantearon hacer una serie de vídeos para colgar en Instagram. Pero prefirieron proponer la idea a Flooxer.

Calvo y Ambrossi, los Javis, como se les conoce en el mundillo de Internet y de la televisión, no son nuevos en esto de la televisión ni en la creación de fenómenos. El primero se hizo conocido gracias a su papel de Fer en la serie Física o química. El segundo, hermano de la también actriz Macarena García, también ha frecuentado la pequeña pantalla y las tablas teatrales. Juntos crearon y dirigen el musical La llamada, que ahora está en proceso de transformarse en una película cuyo rodaje acaba de terminar. "Tenemos ideas sencillas y luego se nos va de madre", dicen.

Para convertir Paquita Salas en una realidad se aplicaron a fondo. Grabaron en solo ocho días los 130 minutos que componen toda la primera temporada. "Y con muy poco dinero. No sé si puedo decir el presupuesto, pero fue muy poco", cuenta Javier Calvo. El resultado se aleja del concepto de las webseries como producciones amateur. "Es que habría que quitarle el 'web' de delante. Es una serie. House of Cards es una serie. Orange Is the New Black es una serie. Y todas las de Netflix", reivindican los Javis.

Tal fue la repercusión del primer capítulo de Paquita Salas que Atresmedia decidió estrenarlo en la televisión convencional a través de Neox. Sin embargo, su éxito digital no se reflejó en audiencia. "La gente que ve la tele no es la gente que consume la televisión por Internet. Las series que se dirigen a un público determinado a veces no han tenido tanta audiencia en televisión pero sí en Internet", dice Javier Calvo. "Internet es un buen sitio para Paquita".

Aunque está ambientada en la trastienda de la actuación, sus creadores no la ven como una serie de nicho. "Cuenta una historia muy grande, la historia de una mujer que se enfrenta a la pérdida, y eso es universal", dicen. También creen que ha llamado la atención porque "ha demostrado que una serie modesta puede llegar a mucha gente y puede gustar a muchos. Su modestia ha sido un punto a favor".

Sus creadores ya están trabajando en una segunda temporada que, aunque aún no esté confirmada, casi dan por segura. Y tienen sobre la mesa otros proyectos. "Pero nosotros no sabemos hacer cosas como churros. Hacemos una y ponemos el corazón en ella. Así que vamos poco a poco porque queremos hacer las cosas bien", alegan.