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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘Hap and Leonard’ y el ‘noir’ sureño

Es violencia, aventuras, amistad, humor oscurísimo. Una combinación curiosa que funciona y que tiene a la novela negra como centro

Natalia Marcos

Hap and Leonard es violencia, aventuras, amistad, humor oscurísimo. Una combinación curiosa que funciona y que tiene a la novela negra como centro, género que le sirve para contar la historia de una amistad que se hace fuerte en las adversidades. En la estela de otras adaptaciones literarias con ambientación y género similar, como es el caso de Justified, Hap and Leonard (en AMC) sigue las andanzas de dos amigos que se ganan la vida como pueden. Uno de ellos pasó años en la cárcel por desertor. El otro quedó marcado por la guerra y por la lucha contra los prejuicios por su orientación sexual. Años después, y cargando con un pasado que se resiste a evaporarse, Hap y Leonard se ven inmersos en una búsqueda del tesoro a la que se ven arrastrados por "culpa" de una mujer, Trudy, un antiguo amor de Hap.

Con ese punto de partida, la serie narra en seis capítulos, y con un tono con cierto aire pulp, las aventuras de los protagonistas en su intento por hacerse con un dinero oculto hace años mientras huyen de unos de los villanos más locos y sangrientos del panorama televisivo actual. Situada en el sur de Estados Unidos en los años ochenta, el calor y la humedad de la zona se hace pegajoso en unos personajes que parecen resistirse a dejar su pasado atrás. Las decisiones que tomaron, lo que hicieron y lo que fueron les marca inexorablemente su presente y, seguramente, su futuro.

La historia se mantiene sobre una acción bien dosificada y diálogos ágiles que son uno de los puntos fuertes de la serie, junto a la poderosa presencia de tres caras muy conocidas para el público televisivo: Michael Kenneth Williams (el Omar Little de The Wire), James Purefoy (el Marco Aurelio de Roma) y Christina Hendricks (la Joan Holloway de Mad Men).

Quizá no pase a la historia de la televisión, pero tampoco es ese su objetivo. Como historia breve (su primera temporada solo tiene seis capítulos) y fácilmente digerible, es una buena opción para la temporada primavera/verano. Eso sí, hay que ir preparado para resistir las repentinas dosis de alta violencia que se elevan en la segunda mitad. Por cierto, para el que quiera verla en pantalla grande, los cines Verdi de Madrid y Barcelona la emiten cada domingo gratis y en VOS.

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Sobre la firma

Natalia Marcos
Redactora de la sección de Televisión. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, donde trabajó en Participación y Redes Sociales. Desde su fundación, escribe en el blog de series Quinta Temporada. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y en Filología Hispánica por la UNED.

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