Magia
Si los guionistas de 'The Americans' conocieran de cerca la actualidad española probablemente considerarían que la magia de Copperfield era de aficionados
En uno de los capítulos de la cuarta temporada de la espléndida serie The Americans, la familia Jennings contempla estupefacta en la televisión cómo el mago David Copperfield hace desaparecer durante unos minutos la Estatua de la Libertad. Si los guionistas de la serie conocieran de cerca la actualidad española probablemente considerarían que lo de Copperfield era de aficionados. Sólo hay que recordar los informativos del pasado sábado para comprender que es aquí donde habita el realismo mágico.
Seseña es un pequeño pueblo de la provincia de Toledo que situó en el mapa un constructor y promotor apodado El Pocero, responsable de una ciudad-dormitorio que al poco tiempo se convirtió en una ciudad-pesadilla y fue embargada. A escasos centenares de metros se había instalado el mayor vertedero de neumáticos de España que en la madrugada del viernes comenzó a arder. El toque mágico lo ponen las administraciones comunitarias de Castilla-La Mancha y de Madrid, ademas del ministerio de Medio Ambiente, pues dicho vertedero fue declarado ilegal hace 13 años y denunciado públicamente en numerosas ocasiones sin que ninguno de los entrañables gobernantes responsables tuvieran a bien actuar ni que, por supuesto, al menos hasta la fecha, hayan presentado la civilizada dimisión. Si allí se hizo desaparecer durante unos minutos la Estatua de la Libertad, aquí han desaparecido la mayor parte de las 70.000 toneladas de neumáticos almacenadas ilegalmente.
El otro gran tema televisivo y mágico fue el Festival de Eurovisión. España, como ya se sabe, quedó en el puesto 22 entre 26 participantes, lo que tampoco es de extrañar pues, por ejemplo, en el ranking del índice de satisfacción con la vida ocupamos el puesto 21 de un total de 30. Lo fantástico es que si usted hubiera cerrado los ojos durante todo el certamen (ahorrándose de paso la orgía tecnológica de la televisión sueca) creería estar en pleno día de la marmota: José María Iñigo comentando temas musicales y, naturalmente, ensalzando la actuación de la representante española que, también naturalmente, cantó en inglés.
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