Pan y toros

Todo va encajando. La entrevista de Pedro Piqueras a Mariano Rajoy (Telecinco) tuvo 1.874.000 espectadores. En enero de este mismo año tuvo 3.639.000 espectadores, es decir, que tanto éxito en la salida de la crisis ya cansa. Desgraciadamente para el presidente del Gobierno, habrá que anotar que la que se le hizo a Pablo Iglesias en el pasado mes de febrero alcanzó los 4.269.000 espectadores. Al parecer, Venezuela sigue en la onda aunque las huestes de Prado del Rey, de Torrespaña y de Génova, 13, los tres epicentros de la propaganda del PP, no descansan. Todo por la patria y por la poltrona.

Y mientras llega el maná del 10 de julio, fecha en la que se anunciarán todas las baratijas con las que pretenden colonizar de nuevo a la ciudadanía autóctona a cambio de sus votos con los que poder seguir deslumbrando a Europa, las mentes pensantes de TVE han decidido aplicar literalmente el topicazo de “más cornadas da el hambre”, y para ello nada mejor que sustituir un concurso de cocina (MasterChef) por un concurso de cocina, Cocineros al volante, con un despliegue de food trucks, o cocina sobre ruedas. Eso por lo que corresponde al hambre.

De las cornadas se encargan los responsables de las retransmisiones de los encierros de San Fermín: un equipo de 80 personas, 25 cámaras —una en tirolina con 200 metros de cobertura, 3 super slow motion— 5 puntos de directo en el recorrido, 20 kilómetros de cableado, producción y emisión en alta definición… son algunas claves del dispositivo. Carmen Delgado, directora de la programación especial, declaró que tenía dos sueños: que no pase nada (en cuyo caso, ¿para qué las super slow motion, si no es para regodearse en las previsibles cogidas?) y conseguir el mejor dato de audiencia de la historia. El chupinazo de Pamplona del pasado lunes consiguió 339.000 espectadores, el menos seguido de la historia. Eso sí, ya van tres o cuatro cornadas: menos da una piedra.