La oposición se une contra el presidente de RTVE

Los partidos de la oposición coinciden: el presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, debe dimitir por su declarada afinidad política hacia el PP.  Consideran que una persona que alardea en el Congreso de los Diputados de votar al partido que le nombró es la menos adecuada para dirigir una televisión pública. Sánchez confesó esta semana, durante la comparecencia parlamentaria ante la comisión de control de RTVE, que vota al PP y que seguirá votándole. La oposición reclama que la televisión pública sea dirigida por un profesional independiente, tal y como avalaba la ley de 2006, modificada por el PP seis años después para que no fuera necesario un consenso entre las dos principales fuerzas a la hora de elegir al presidente de la corporación estatal.

En líneas generales, todos consideran que puede votar a quien quiera. "Es pecado votar al PP?", se preguntó la diputada popular Celia Villalobos. Otra cosa, sin embargo, es jactarse ello. Entre los más críticos, el portavoz socialista, Germán Rodríguez, ha denunciado el "uso partidista" de la televisión pública, en manos de un periodista que no garantiza la "neutralidad" ni la "independencia". Rodríguez  asegura que  uno de los méritos de Sánchez para hacerse cargo de RTVE era ser del PP y desde que accedió al cargo, hace ocho meses, ha actuado en correspondencia con su afinidad ideológica y política. El diputado socialista acusa a los gestores de TVE de "manipulación informativa" y de usar la cadena como un instrumento de propaganda.

Izquierda Plural, partido al que Sánchez intentó ridiculizar asegurando que si hay un partido al que no votaría es precisamente Izquierda Plural, ha pedido la destitución del presidente de RTVE por su actitud "bochornosa". Joan Coscubiela arremete contra la falta de profesionalidad del directivo y la "colonización" de los medios públicos por parte del PP.

Desde UPyD, Rosa Díez afirma que existen muchos motivos para que Sánchez dimita y uno solo para ponerle en el cargo: que era del PP.

Las críticas de los grupos parlamentarios se unen a las que han vertido los consejos de informativos de TVE, RNE y RTVE.es, que consideran que alardear de sus preferencias políticas  "compromete gravemente la credibilidad y la imagen de independencia" que debe tener un medio público.