Imperios, militares, editores
Varios libros alejados del inmediatismo del mercado demuestran la vitalidad de la historiografía española
Estamos de enhorabuena: lejos del libro de aniversario, más lejos aún de la abrumadora, y un punto reiterativa, producción sobre identidades, nacionales o no, han aparecido en los últimos meses tres obras fruto de largos años de trabajo, que entrañan avances sustanciales en sus respectivos campos y que muestran la audacia de nuestros editores al acometer grandes empresas sin la mirada obsesivamente fija en el mercado.
Pues, en efecto, no es habitual encontrar un estudio tan sólidamente construido, tan ambicioso, tan amplio en territorios y tiempos cubiertos, como el dedicado por Josep M. Fradera a las naciones imperiales que prometen gobernar sus colonias, tras apartarlas del marco constitucional promulgado para las respectivas metrópolis, por medio de leyes especiales que finalmente no verán la luz porque su aprobación nunca estuvo en la intención de quienes las anunciaron. Autor de notables trabajos sobre la patria de los catalanes y la España colonial, Fradera se atreve ahora, movido por su descubrimiento del vacío creado por esas nonatas leyes especiales, a seguir el curso de la política y los debates de ideas sobre gobierno y administración de las colonias en Reino Unido, Francia, España y Estados Unidos: un esfuerzo titánico que ha culminado en una obra extraordinaria por todos los conceptos.
Miguel Artola se encarga, por su parte, de introducir en la edad contemporánea la Historia militar de España dirigida por Hugo O’Donnell, con un volumen dedicado a nuestro corto siglo XIX, el que trascurre desde la invasión napoleónica de 1808 hasta el fin del imperio colonial 90 años después. De una guerra a la otra fueron incontables los recursos a las armas en guerras civiles de liberales y carlistas, en expediciones coloniales por América y África, y en insurrecciones y revoluciones de las que da cuenta detallada este volumen al tiempo que analiza la transformación de los ejércitos, desde su naturaleza real, profesional y estamental hasta el ejército nacional, con profesionalización de mandos y reclutamiento obligatorio. No podía faltar, entre otros asuntos, un análisis del enorme peso sobre la Hacienda pública que supuso el gasto militar durante todo el periodo, ni del militarismo como una especie de mal del siglo.
En fin, hay que saludar efusivamente la continuación de la Historia de la edición en España, de la que conocimos en 2001 la primera entrega, dirigida también por Jesús A. Martínez Martín, que cubría el periodo 1836-1936. Saltando los tres años de la Guerra Civil —que quizá habrían merecido un capítulo aparte—, este volumen arranca con la implantación en 1939 de la dictadura en todo el territorio español, con el expurgo y destrucción de bibliotecas, las quemas de montañas de libros en las calles, la imposición de la censura y el cierre de editoriales. Hasta llegar a la transición editorial de los años setenta, con la formación de redes empresariales y grandes grupos editoriales, diversos autores se encargan de seguir las políticas del Estado, con especial atención a la censura; el desarrollo de la industria editorial, con el boom exportador de los últimos años, y la cultura del libro con la especialización editorial y de los públicos lectores.
La nación imperial. Derechos, representación y ciudadanía en los imperios de Gran Bretaña, Francia, España y Estados Unidos (1750-1918). Josep M. Fradera. Edhasa. Barcelona, 2015. 2 volúmenes, 1.376 páginas.
Edad Contemporánea. I. El Siglo XIX. Historia militar de España. Dirigida por Hugo O’Donnell. Coordinada por Miguel Artola. Ministerio de Defensa. Secretaría General Técnica. Madrid, 2015. 586 páginas.Historia de la edición en España, 1939-1975. Jesús A. Martínez. Marcial Pons. Madrid, 2015. 999 páginas.
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