Magia para desafiar a la naturaleza
El prestidigitador londinense DMC regresa a National Geographic Channel
Drummond Money-Coutts, apodado DMC, golpea su baraja de naipes sobre la mesa. El truco empieza con un clásico: "Coge una carta. Mírala. Vuelve a colocarla entre el resto". Empieza a barajar a diestro y siniestro. Oculta la mano, la extiende, coloca los naipes en forma de abanico. ¿Dónde está la carta del dos de picas? Money-Coutts la sostiene entre los dientes. Este mago londinense, de 28 años, vuelve a la cadena National Geographic, después de la emisión de El rey de los naipes. El primer capítulo de los siete de Más allá de la magia se emite hoy, a las 23.30, y se podrá ver cada lunes hasta final de año.
Levitará ante cientos de personas, recorrerá las calles de Barcelona, Londres, México y Singapur para hechizar a los viandantes, hará "todo tipo de magia, la que da miedo y es peligrosa también". Como buen mago, desafiar las leyes de la naturaleza es uno de sus objetivos. "Me intriga la imposibilidad de leer la mente humana", confiesa Money-Coutts a su paso por Madrid para participar en el encuentro El Ser Creativo. Sin embargo, este joven conserva un toque muy tradicional, que es su pasión por "la belleza y la elegancia de las cartas".
Drummond William Thomas Money-Coutts es un mago de y para la élite. Hijo del banquero Crispin James Alan Nevill Money-Coutts, desde los "seis, siete, ocho años" ya estaba obsesionado con los grandes misterios que rodean la naturaleza. "Mi padre trabajaba en un banco en Londres y debajo del edificio hay una tienda muy famosa de magia, que tiene alrededor de cien años y siempre la ha llevado la misma familia". Allí le llevaba su padre y veía los catálogos de todos los inventos para hacer magia.
Probablemente le robaré el reloj
Money-Coutts sobre el truco que le haría al primer ministro británico, David Cameron
Hoy suele vestir con traje y corbata. Cree que en un principio su padre pensó que hacer magia "era una elección ridícula. Se preocupó hasta que vio lo dedicado que estoy". A sus espaldas cuenta con documentales grabados en Kenya, India, Tanzania, China, en los que indaga sobre la magia que envuelve a estas sociedades. Con esta experiencia, dice sin rodeos que India le parece el lugar más mágico del mundo, por tradiciones como "el truco de la cuerda que se endereza en el aire y el fakir que sube por ella o los fakires que pisan cristales o se tumban en una cama de clavos".
A pesar de su ensimismamiento declarado por la magia, DMC asegura que no la practica en su vida cotidiana con su novia, su familia o sus amigos: "Intento dejarla en el trabajo". Dentro de un mes hará magia en una fiesta donde estará el primer ministro británico, David Cameron, para quien ya está pensando un truco: "Probablemente le robaré el reloj", ríe.
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