El día que nació la radio
EAJ-1, emisora pionera en España y embrión de la cadena SER, cumple 90 años
A los 18 años, Gemma Nierga entró en Radio Barcelona para ver de cerca a un locutor de Los 40 Principales. “El chico, casi de mi edad, presentó un tema, Can’t take my eyes off you, y lo hizo mirándome fijamente a los ojos. En ese instante descubrí lo más parecido a eso que llaman ‘la magia de la radio”. Con el tiempo, la periodista se ha convertido en una de las voces emblemáticas de la SER, una cadena cuyo embrión fue la estación EAJ-1 Radio Barcelona —una nomenclatura que hace referencia a los códigos de los radioaficionados, España, Telegrafía sin Hilos y el 1 por ser la primera—, que nació el 14 de noviembre de 1924. La voz de la locutora María Sabater inauguró la radio pionera en España hace justo 90 años. Eran los tiempos de la dictadura de Primo de Rivera cuando echaba a andar un medio impulsado por fabricantes de aquellos aparatosos receptores de galena.
“La radio es el lugar en el que muchos hemos aprendido a hablar, a comunicarnos, a entretener, a informar. Nos ha enseñado a pensar”, apunta Nierga, que codirige el magacín Hoy por hoy, el programa más escuchado del dial y por el que transitó durante varios lustros Iñaki Gabilondo. “La radio ha vivido dos etapas: una anterior a la posibilidad de informar y otra posterior, cuando ya se podía informar. Durante la primera, cumplió un papel de acompañamiento a las fatigas de los españoles para superar tantas dificultades, con programas más básicos pero de enorme mérito como concursos, musicales, dramatizaciones… Era una radio amputada”, comenta el periodista. En la segunda, la cosa cambia. “Tras la muerte de Franco llega la información a la radio, pasando de ser un medio muy popular para públicos muy populares a alcanzar una posición destacada, notable como medio de referencia también en la información y en la opinión”.
Durante el medio siglo que ha estado ligado a las ondas, Gabilondo admite que ha vivido momentos buenos y no tan buenos. Entre los que perduran en su memoria está la primera vez que vio ante los micrófonos “a personas que habían estado denostadas y que parecían el diablo con rabo y cuernos”, como La Pasionaria y Santiago Carrillo, o las largas noches electorales, cargadas de emoción. Aunque observa que después de toda una vida haciendo radio, el día más poderoso en la historia del medio, el 23-F, él estaba en la televisión.
Nierga sintió la llamada de la radio en sus tiempos de estudiante de Periodismo. “Quería irme de reportera a Nicaragua, hablar de la revolución sandinista... pero un día me senté frente a un micrófono con 18 años y empecé a hablar de películas, de cine... A pesar de los nervios, sentí que eso me estaba gustando. Han pasado 30 años de ese ‘mi primer día”. Hasta hoy, no ha dejado de contar historias, hablar con los oyentes y escucharles desde la pecera de un estudio. Ha entrevistado a personajes “muy queridos, muy interesantes, muy admirados”.
María Sabater inauguró un medio que se adapta a los retos tecnológicos
En el fondo de la memoria de Nierga están las voces que salían del interior de aquellos artefactos: la de Elena Francis, que oía su madre, y la de Luis del Olmo, que escuchaba su padre. Aunque en sus inicios los receptores eran escasos, la radio se convirtió pronto en un gran medio de entretenimiento, con la adaptación de obras universales. En 1942 nació el Teatro del aire y poco después los populares seriales dramáticos, como la lacrimógena Ama Rosa (icono del género), o de humor, como Matilde, Perico y Periquín (16 años en antena) y La saga de Los Porreta. El concurso Cabalgata fin de semana, el espacio de solidaridad Ustedes son formidables o el futbolístico Carrusel deportivo, creado por el celebérrimo locutor chileno Bobby Deglané, han ido forjando la historia de la SER. Carrusel, decano de los espacios deportivos, comenzó a emitirse en 1954 y desde entonces sus goles acompañan a los aficionados. Ha logrado que el deporte sea una parte “muy importante de la historia de la radio. Ha sido la pasión, la emoción, la inmediatez del resultado y, en este país ha sido también, gracias a los deportistas españoles, el gran analgésico de la sociedad”, sostiene José Ramón de la Morena, al mando de El larguero y con más de treinta años en la SER. “Recuerdo las novelas de Guillermo Sautier Casaseca, que hacían llorar a mi madre, y un aparato AEG con el que mi padre intentaba coger por las noches Radio Moscú en onda corta para enterarse de cosas que aquí no se contaban”, dice el periodista. Con menos nostalgia, evoca “las madrugadas de niebla azulada, la carretera de doble dirección desde Brunete, la lluvia, los camiones de la basura” cuando llegaba a la radio a las 4.30 para entrar en el programa de Gabilondo.
La información es otro puntal de la SER. Aquella emisora que nació en el Hotel Colón de Barcelona supo esquivar en 1972, con Hora 25, la prohibición de que las privadas ofrecieran noticieros propios (era obligado conectar con el parte de RNE). El asesinato de Kennedy marcó un hito. Ese día de noviembre de 1963 la SER interrumpió por vez primera un programa para dar prioridad a una noticia de máximo interés.
Tras estos 90 años, ¿qué futuro le espera a la radio? “Hemos de mejorar. La humanidad ha ido mejorando a través de los siglos y noto una corriente en las nuevas generaciones de preocupación por mejorar la sociedad hacia una justicia social y una equidad e igualdad de oportunidades”, dice De la Morena. Nierga afirma que a diferencia de otros medios, la radio se entiende bien con Internet y defiende que muchas de las características que hoy creemos que ha traído Internet “las cultiva la radio desde hace décadas: inmediatez y participación. La radio es, sin ninguna duda, la primera red social, y lo va a seguir siendo en el futuro. Más social que nunca, gracias a su compatibilidad, incluso complicidad, con Internet”. Gabilondo mantiene que la radio es el medio que se adapta con más facilidad, rapidez y naturalidad a todos los pliegues de las novedades que se producen en la sociedad. “Incluso ahora mismo, todos estos fenómenos de las nuevas tecnologías que han puesto patas arriba el periodismo escrito no le han afectado a la radio de manera sustancial porque ambos hablan un mismo idioma: información continua en tiempo real y participación”.
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