Anclados al pasado
Seriales como ‘Coronation Street’ o ‘Eastenders’ llevan años enganchando a los británicos
Puede que el mundo haya cambiado pero a los británicos no sólo les sigue gustando la televisión sino que, además, siguen viendo lo mismo desde hace décadas. El británico ve una media de cuatro horas de televisión al día, media hora más que en 2006, y el 80% de su población lo hace diariamente, según un reciente estudio de la consultora TSN, donde se afirma que en Europa sólo los españoles superan a los británicos en su adicción a la pequeña pantalla.
El televidente británico es un ser inmensamente fiel. Desde que el serial Coronation Street comenzó a emitirse en 1960 en ITV figura entre los programas estrella de la parrilla, un éxito que desde 1985 tiene que compartir con el otro culebrón británico por excelencia, Eastenders, de la BBC. Además hay un tercero en popularidad desde 1972: Emmerdale, centrado en la vida de una familia de granjeros y sus vecinos. Los dos primeros parten del mismo concepto: la vida de un barrio y sus habitantes, pero mientras Coronation Street se desarrolla en un barrio ficticio de las afueras de Manchester, Eastenders ocurre en un barrio real, en Walford, en el este de Londres. Como se creó en plena década de los sesenta y se ubicó en una ciudad de clase obrera, el foco de Coronation Street (el programa más longevo de la televisión británica) siempre ha sido la clase trabajadora y sus problemas, eso sí, con una intensa dosis de traiciones amorosas, envidias vecinales y tramas personales enrevesadas. Eastenders, en cambio, revolucionó las ondas con su llegada porque trataba temas tabú en los dramas británicos: desde los prejuicios raciales al sida o el aborto. Eso sí, también son altas las dosis de dramas pasionales y culebrónicos.
A la ficción de Coronation Street se unió un suceso dramáticamente real: varias de sus estrellas fueron acusadas de abuso de menores, incluido Bill Roache, un actor de 81 años que trabaja en la serie desde el primer episodio. Los guionistas le sacaron de la trama tras su arresto en mayo de 2013 pero en febrero fue declarado inocente. En la primera semana de agosto, finalmente, regresó a la serie.
Ambos dramas suelen repartirse los primeros puestos de visionado semanales con entre siete y ocho millones de espectadores por capítulo y una audiencia del 30%. Emmerdale suele tener entre seis y siete millones de espectadores. Pero en 2012 y 2013 ningún capítulo de Coronation Street o Eastenders se coló entre los 10 programas con mayor audiencia del año. ¿Qué ocurrió? Deportes y reality shows. Desde que la parrilla inglesa se llenó de realities de todo tipo y a todas horas, también ellos han conseguido audiencias entregadas, en concreto X Factor y Britain’s Got Talent, ambos concebidos por el rey del reality musical Simon Cowell. Este año ambos programas han llegado a tener hasta 11 millones de espectadores, casi el 40% de la audiencia. Además, el Mundial de fútbol y el tenis han sido capaces desbancar temporalmente en Reino Unido la primacía de las soap operas.
El ‘reality’ ‘Benefits Street’ logró generar un gran debate social
La final entre Argentina y Alemania puso frente al televisor a 20 millones de personas, lo que confirma la tendencia global de que los acontecimientos especiales en directo triunfan siempre. Si dejamos al margen eventos como estos, los británicos también han visto con avidez otras cuatro series, dos de época, Downton Abbey y Call the midwife (Llama a la comadrona), la miniserie Sherlock y Doctor Who, serie de ciencia-ficción que se emitió durante años, finalizó en 1989 y volvió con éxito en 2005. La sorpresa del año la dio un reality llamado Benefits Street, centrado en la gente que vive de los servicios sociales británicos. Su audiencia no pasó de los seis millones de personas pero su contenido generó un fuerte debate en todo el país respecto al cada vez más depauperado Estado de bienestar británico, sus retos y sus fracasos.
Documentales serios, humor inteligente
A los británicos les gustan los documentales, pero también les gusta el humor inteligente. La vocación educativa que siempre ha tenido la BBC ha contribuido a que en el Reino Unido los documentales no sólo sean esos programas con los que en España nos echamos la siesta tras las comidas, sino un formato que puede encontrarse prácticamente a diario en muchos de sus canales y con el que explorar la realidad. Es cierto que algunos, como el Channel 4, tienden al documental sensacionalista. Pero hay otros canales, como el BBC4, donde desde 2005 se muestran semanalmente durante todo el año los mejores documentales internacionales. Además, tanto la BBC como el Channel 4 como ITV invierten importantes presupuestos en producir sus propios documentales o en adquirir otros. No suelen superar los dos millones de audiencia, pero hasta esos dos millones suelen ser un público absolutamente fiel.
En cuanto a la comedia televisiva, los británicos tienden a ver sitcoms de producción nacional, con ese humor particularmente surrealista que les caracteriza, como el que en su momento desplegaron los Monty Python y, más recientemente, The office. En la actualidad triunfa sobre todo Mrs. Brown's Boys, creada y protagonizada por Brendan O'Carroll. Además, hay muchos especiales dedicados a la stand up comedy (comedia en vivo), su otra gran pasión.
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