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OPINIÓN
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

‘The kiss’

Corre el año 1956 y entre Elvis y, poco después, los Beatles se producirá el lanzamiento mundial de una nueva categoría social, la juventud

David Trueba
Mark Seliger
Mark Seliger

Hay una foto, conocida como The kiss, que captura el beso de Elvis Presley en la cima de su juventud y fama restallante con una rubia misteriosa que se ha acercado a su camerino tras un concierto en Richmond. El divo y ella se besan en las escaleras, muy juntos los cuerpos. Ambos rozan sus lenguas asomadas entre los labios con un punto de ingenuidad infantil y turbador deseo. Corre el año 1956 y entre Elvis y, poco después, los Beatles se producirá el lanzamiento mundial de una nueva categoría social, la juventud, hasta entonces irrelevante salvo en caso de alistamiento masivo para el frente. El beso entre el futuro rey del rock y la chica sin nombre, a la que recientemente identificó el Vanity Fair como una simpática mujer de 75 años, es un icono de los cincuenta. Una de las primeras propietarias de la copia fue la actriz Diane Keaton, que la catalogó como una de las fotos más eróticas de la historia. Y sería bobo quitarle la razón.

El fotógrafo Alfred Wertheimer explicó que los dos jóvenes flirteaban en la escalera y él pasó a su lado fingiéndose un empleado del lugar al que no prestaron atención, y eso sirvió para que se echaran uno encima del otro. Por entonces Wertheimer trabajaba junto a Elvis y lo retrataba a menudo para asentar la imagen popular. Todo esto se lo escuché contar al fotógrafo, ya veterano, en un programa titulado Capture, que dirige Mark Seliger, un conocido profesional de las revistas musicales, que retrató en su día a Kurt Cobain y otros famosos de la escena.

El programa se emite en Canal + Xtra y no pretende resolver los enigmas de la fotografía, pero establece una conversación por parejas, a veces entre dos profesionales y en ocasiones con algún aficionado notorio, que revisan sus mejores trabajos y relatan el contexto en que fueron tomados. Wertheimer asocia el éxito de su foto a su gusto por no alterar la luz de los lugares naturales, por aceptar trabajar con los mínimos de exposición y permitir que la penumbra acoja a los personajes retratados en una intimidad relajada. En un país como España, donde residen algunos fotógrafos que han creado escuela, sería un formato asequible, decente y muy estimulante.

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