Larga vida a Buffy, cazavampiros
La versión edulcorada de los vampiros actuales (son aplicados alumnos de instituto que brillan a la luz del sol y de noche beben true blood) parece no dejar hueco para recordar a la que, con el cambio de siglo (acuérdense, antes de que existiese la banda ancha y las descargas ilegales masivas), era la gran heroína de la ciencia ficción televisiva: Buffy Summers, rubia, poquita cosa, 'fashion victim', cazavampiros, salvadora del mundo (varias veces) y catapultadora de su creador, Joss Whedon (Firefly, Serenity, Dollhouse...).
La serie comenzó en 1997 y retomaba la historia que inició en 1992 con la película del mismo nombre. Buffy (una magistral Sarah Michelle Gellar en el que, probablemente, será el papel de su vida) se muda a Sunnydale para comenzar una nueva vida. No tarda en conocer a Giles, responsable de vigilar y guiar sus pasos, camuflado como bibliotecario (la profesión no tiene nada de aleatorio), y a Xander y Willow, sus compañeros de clase y 'ayudantes' en esa complicada tarea que es aprobar todos los exámenes al tiempo que se limpia el planeta de alimañas.
Ahora bien, no solo de vampiros vive Sunnydale. A pesar de que las primeras temporadas tienen mucho que ver con ellos (recuerden al níveo Maestro o a la power couple de Spike y Priscilla Drusilla como malos malísimos), el bestiario personal de Whedon incluye demonios, fantasmas, hombres lobo, zombies y humanos, quizá los más peligrosos de todos. Vaya, toda la fauna que usted mismo se podría encontrar en un instituto al que acaba de aterrizar. Un aviso: no todos los monstruos que creó han sabido envejecer estéticamente, aunque sí lo han hecho psicológicamente.
Sin embargo el monstruo más grande que la protagonista combate a lo largo de las 7 temporadas que el show estuvo en antena es el saberse responsable de toda la humanidad. Una pulsión que va evolucionando con los años. Si hay algo que nos ha enseñado Buffy es que salvar el mundo cada semana tiene un precio anímico. Y no es para menos. La muchacha llega a Sunnydale huyendo de un aquelarre, se enamora de un vampiro (que luego se vuelve terrible), muere, es relevada varias veces, regresa del cielo, conoce a una hermana, salva el mundo... y todo ello sin faltar a clase (desde el instituto a la universidad). ¿Ustedes soportarían la presión? No le pidan, encima, que saque buenas notas.
La serie podría circunscribirse en la categoría vampírica (hola, True Blood y Crónicas vampíricas), pero eso la encorseta. Es mucho más. No solo fue estandarte de toda una generación de adolescentes que vio en la protagonista un icono de superación personal (nerds al poder). Sus episodios se convirtieron en campo gratuito de pruebas para Joss Whedon, con resultados que a día de hoy siguen siendo brillantes. No a todos los creadores les dejan esta manga ancha en sus proyectos. Pongamos un par de ejemplos: en la sexta temporada hubo un episodio musical, Once more with feeling, el capítulo más complejo de toda la serie y que llegó a estrenarse incluso en cine. Dos años antes, en Hush, el elenco había hecho todo lo contrario: pasar un capítulo en el puro silencio.
Buffy fue pionera en otra de las estrategias televisivas más recurrentes del nuevo siglo: encontrar un gran villano por temporada (Big Bad). Aunque cada episodio era prácticamente autoconclusivo, todo estaba enmarcado en una gran trama que solo se solucionaba (para bien o para mal) al final de la temporada. Ojo: a veces los buenos también eran los malos. El ciclo de la vida condensado en 22 episodios. Una vez terminó su aventura en Sunnydale (con una gran explosión que olía a liberación), el buffyverso continuó en cómic, abordando asuntos divinos pero también muy mundanos. Los fans (créanme, hay muchos más de los que se imaginan) no se han quedado huérfanos. Quizá, es cierto, un poco relegados por el nuevo vampiro imperante. ¿Donde están hoy las cazadoras?
Los datos. Buffy, cazavampiros está entre los 50 mejores shows televisivos de la historia según TV Guide, primera entre las mejores series de vampiros según Swide y Metacritic. Su protagonista, Buffy Summers, es el tercer mejor personaje de los últimos 20 años (el primero femenino) según Entertainment Weekly, tras Homer Simpson y Harry Potter. Estuvo nominada a más de 100 premios y ganó 48.
* Recuerda más Series de siempre
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