Semprún sin Semprún
La 2 de TVE dedica un especial ‘Imprescindibles’ al escritor y político
Vincent Darre, sobrino francés de Jorge Semprún (1923-2011), cuenta en el documental que La 2 de Televisión Española emite el domingo (24.00) sobre el autor de La escritura o la vida, que exclamó ante el maletín de clandestino del “tío George”: “¿Qué es esto? ¿Es James Bond? ¡No es Jorge Semprún, es James Bond! ¡Un espía!”.
Juby Bustamante, periodista que fue jefa de Gabinete de Semprún cuando este fue ministro de Cultura de Felipe González, cuenta en ese mismo documental que “Jorge era una persona muy misteriosa, muy enigmática. Podía ser cinco personas diferentes”. Una de esas personas fue Federico Sánchez, el alias con el que fue clandestino en la España de Franco cuando el Partido Comunista de La Pasionaria y de Santiago Carrillo lo mandaron a organizar a sus militantes, en los años cincuenta del siglo XX.
Fue, además, resistente en Francia, preso en Buchenwald, escritor francés, ministro español; fue pensador europeo, comunicador. Y fue, sobre todo, una inteligencia de un poderío enorme. Además, “un mito de la resistencia”, como dice Jorge Gracia en ese documental, y, según su amigo Xavier Folch, editor, “el hombre más guapo que he visto nunca. Esa es una expresión que he escuchado a muchas mujeres y a muchos hombres”.
Era, también, un hombre de la amistad; Fernando Claudín, Javier Pradera, Javier Solana, Claudio Aranzadi, Carlos Solchaga formaron parte siempre de su agenda personal, en París, en Madrid, hasta la muerte… Y más allá. Carmen Claudín, la hija de Fernando, dice en el documental: “Jorge es para mí, probablemente, después de mi padre, la persona más importante de mi vida personal”.
El documental, dirigido por Yolanda Villaluenga y titulado Semprún sin Semprún, se emite mañana dentro de la serie Imprescindibles. Y de veras es imprescindible Semprún: para entender las quiebras sentimentales, humanas y políticas del siglo XX y para entender la construcción de Europa después de la II Guerra Mundial. Tras esos episodios que él vivió en carne viva él asumió la tarea de contar no tan solo para revivir sino para reconstruir a partir de esas cenizas una idea de Europa. Dice en el documental: “En Buchenwald, una paradoja, tan lejos de la patria, redescubro la belleza de la lengua española porque oigo los acentos de toda España: andaluces, catalanes, vascos, gallegos. Ahí recupero el español, en Buchenwald”. No solo un imprescindible; en España, un imprescindible fatalmente incomprendido.
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