RNE pierde la onda
670.000 oyentes abandonan la emisora pública en ocho meses La cadena defiende los cambios y los profesionales temen por la desaparición de la marca
El día en el que el paro marcaba el récord de 6,2 millones de personas, el Telediario-1 de TVE abrió con el dato que empezaba a dar la vuelta al mundo. En el sumario detallaba las principales magnitudes de la Encuesta de Población Activa (EPA), incluía testimonios de afectados y la valoración de sindicatos y Gobierno. Pero RNE relegaba la noticia al séptimo titular, justo después de que sonara la sintonía del Diario de las 2. El arranque avanzaba las siguientes informaciones: los 18 detenidos en las horas previas al asalto al Congreso, la postura de Angela Merkel ante los tipos de interés, las advertencias de Europol sobre el terrorismo de ETA, el gasto farmacéutico, los beneficios del Santander y el maltrato infantil.
Radio Nacional defiende el modelo del Diario de las 2, cuyo formato arranca con titulares de la actualidad, pero no con la noticia del día. “Es un informativo de autor”, dice la cadena. Aunque al Consejo de Informativos (que representa a los periodistas) no le parezca la forma más correcta de abrir un noticiero.
UGT: “La audiencia se va por la brutal manipulación ideológica”
Este es un ejemplo de la distancia que separa a los dos medios hermanos a la hora de reflejar la actualidad. Y no solo por la ubicación de las noticias. También por el tratamiento. Ese jueves, RNE presentaba los datos del paro bajo este titular: “El Gobierno ha lamentado los datos de la EPA”. Quizá por eso la radio pública ha sido especialmente castigada en el último Estudio General de Medios (EMG). Desde septiembre se ha dejado en el camino 676.000 oyentes y el Diario de las 2 ha perdido 100.000.
Ya se sabe que la audiencia se esfuma a mucha velocidad pero que se recupera a pasos muy lentos. La radio pública había conseguido situarse la tercera en el ranking de las ondas, superando a la Cope. Pero ahora ha vuelto a caer. La primera oleada de este año del EGM, difundida el pasado lunes, le otorga a Radio 1, la emisora generalista de RNE, 1.267.000 oyentes (el 5% de la cuota de las ondas). En la segunda oleada de 2012 eran 1.943.000 (7,5%). “Los grandes cambios de programación han sufrido descensos importantes y ha costado remontar”, afirma el director de informativos de RNE, Juan Fernández Vegue. Recuerda que cuando se renovó la programación, en 2005, pasaron tres años para invertir la tendencia a la baja y costó otros dos alcanzar el mismo nivel de audiencia de la segunda ola de aquel 2005. A diferencia de lo que ocurre en la televisión, que conoce al minuto el comportamiento de los espectadores, la radio solo tiene tres informes de audiencia al año. Y eso hace mucho más rígida su parrilla. “A los programas”, añade, “hay que dejarles un tiempo de desarrollo, darles un margen lógico”.
“Las tertulias son plurales. Está todo el arco mediático”, dice la cadena
Sin embargo, los grupos políticos de la oposición, los sindicatos y los profesionales de RNE hacen otra lectura. Para Miguel Ángel Curieses, representante de UGT en la corporación, la caída de la audiencia es fruto de “una manipulación ideológica brutal”. “Los oyentes nos abandonan porque no estamos cumpliendo el mandado de veracidad, pluralidad e independencia”, dice Curieses, que critica especialmente la composición de las tertulias: “La mayoría de los comentaristas se encuadran en una horquilla que va de la derecha a la extrema derecha”.
El director de Informativos discrepa. “Si algo son, son plurales. En las tertulias está representado todo el arco mediático, incluido EL PAÍS”, dice Fernández Vegue. El Consejo de Informativos observa, por su parte, “desequilibrios en las tertulias” y también “falta de rigor” en muchos datos que aportan los contertulios. Ponen como ejemplo “el profundo desconocimiento” que demostraron al comentar las fotografías del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y el narco Marcial Dorado. También temen que la caída —“provocada por una dirección que nos aleja de la información neutral”— puede hacer que la marca RNE desaparezca del dial.
El directivo de la cadena pública defiende el cambio de modelo que se emprendió en septiembre. “Fue con personal de la casa 100%”, remarca. En esa remodelación abandonaron las ondas Ramón Lucas, responsable del magacín matinal, y Toni Garrido, al mando del vespertino. El primer programa ha pasado de 1.429.000 oyentes a 928.000 y el segundo, de 399.000 a 152.000.
Pero ahora, esta política del 100% de la casa se resquebraja. RNE ha contratado como jefa de Redacción de noche de los Informativos a María José Sastre, procedente de la extinta Abc Punto Radio. “Es un fichaje necesario por la franja horaria”, dice Fernández Vegue. “Es un escándalo mayúsculo que una persona ajena a RNE y hermana de una asesora de un consejero de PP sea contratada saltándose todos los procedimientos de contratación”, apunta Curieses. Los periodistas manifiestan que se ha roto el compromiso de la empresa de contar con profesionales de la casa para la edición, dirección y presentación de los informativos.
Mientras tanto, RNE centra sus esfuerzos en rediseñar Radio 5 Todo Noticias (que ha mantenido estable su audiencia). “Queremos dotarla de mucho más valor informativo, más participación ciudadana y potenciar lo local. Abrirla a la sociedad. El modelo originario estaba un poco agotado”, comenta Fernández Vegue. “Radio 5 es una opción de futuro”, proclama, “una oferta de información continua pegada a la actualidad sin anquilosarse en el concepto titulares. Preferimos llamarlos citas informativas”.
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