Cuando la ciudad es otra protagonista

Ciertas series permanecen ligadas estrechamente a la ciudad en la que transcurren los acontecimientos. En el blog ya repasamos muchas ficciones situadas en grandes ciudades, como Los Angeles, Nueva York o Chicago. En algunos casos, la imagen de una localidad irá irremediablemente unida a la visión que de ella ha trasladado la pequeña pantalla. Otros lugares han vivido un resurgir económico gracias a la publicidad que le ha reportado una serie.

El equipo de Breaking bad encara en estas fechas sus últimos días de grabación. Mientras los protagonistas comparten en Twitter algunas de sus impresiones sobre los últimos compases de la serie, Aaron Paul tuiteaba que Nuevo México había declarado el 16 de marzo como el Día de Breaking bad. Un reconocimiento simbólico que queda testificado con un documento. Sin embargo, la serie de AMC no siempre había sido bien vista en la zona. Como recordaba el actor Dean Norris, en la ciudad de Albuquerque se pensaba originalmente que la temática de la serie, donde (entre otras muchas cosas) se muestra la fabricación y venta de metanfetamina y las luchas por el control del tráfico de droga, iba a dar una imagen negativa del lugar.

Desde que Breaking bad se convirtió en una de las series de moda, Albuquerque ha visto cómo el turismo y, con él, la economía mejoraba gracias al interés de los fans de la ficción por conocer los lugares que aparecen en ella. La web oficial de Albuquerque tiene una sección dedicada a la serie donde recogen declaraciones de los protagonistas sobre la localidad e indican a los turistas qué lugares de la ficción pueden visitar. Desde Los Pollos Hermanos (en la realidad, un restaurante mexicano llamado Twisters) hasta la casa de Walter White o el lavadero de coches. Y de paso, comprar unas bolsitas de metanfetamina/caramelos azules. En abril regresa el BaD Tour, una visita guiada que en tres horas y un desembolso de 60 dólares, recorre las localizaciones de la serie. Además del turismo, otras series y películas empiezan a dirigir su mirada a Albuquerque como lugar donde grabar. Parece que, finalmente, las ventajas que ha traído a la ciudad han pesado más que el posible perjuicio.

La imagen de Baltimore también se vio afectada por lo mostrado en la pequeña pantalla. Considerada como una de las mejores series de la historia, The Wire refleja el mundo detrás de las esquinas de la ciudad, los trapicheos de los traficantes de drogas o los turbios juegos de poder de los políticos corruptos (entre tantos otros temas). Incluso el Ayuntamiento de la ciudad llegó a pedir a David Simon que rodasen la serie en otra ciudad. Finalmente, y ya que la serie iba a seguir estando ambientada en Baltimore aunque no se grabase ahí, el Ayuntamiento decidió retirar su petición y sacar algo de beneficio económico dejando que se rodara en sus calles.

Por si alguien se anima a adentrarse en el mundo de The Wire de primera mano, en Internet se pueden encontrar tours por sus localizaciones y mapas que recogen los puntos de interés relacionados con la serie.

Sin embargo, lo habitual es que ocurra lo contrario y que la ciudad que comparta protagonismo con la serie se beneficie de su éxito. Al resurgimiento económico que está viviendo, Nashville suma la popularidad que ha conseguido en Estados Unidos por la serie a la que da nombre. En Nashville (la serie) aparecen muchas localizaciones de la ciudad cuna del country a las que ahora se acercan los turistas para ver los espacios que aparecen en la serie de la cadena ABC (y que en España todavía no ha comprado ningún canal). Además de atraer visitantes, la inversión de la productora mientras se graba en la ciudad también trae grandes beneficios.

El resugir de The Blue Bird Café es un ejemplo claro. Este local con música en directo abrió sus puertas en 1982 y ha gozado de bastante popularidad en la zona, pero gracias a su aparición en la serie, cientos de curiosos se han acercado a él en los últimos meses. En Vulture compararon las cifras de ventas y recaudación del local en octubre de 2011 y en el mismo mes en 2012, cuando ya había empezado a emitirse la serie: casi han doblado las ventas de merchandising, la lista de espera para acceder al local es el doble de larga y el público, menos experimentado en estas lides, es más ruidos y se le debe mandar callar más a menudo durante las actuaciones.

Este mapa recoge todas las localizaciones que aparecen en el primer capítulo de la serie:

La popularidad de Dallas creció enormemente con la serie que se emitió entre los años 1978 y 1991. Sin embargo, al no rodarse allí, sino en Los Angeles, los beneficios económicos no fueron tantos como podrían haber sido. La nueva Dallas, que arrancó el año pasado en TNT, sí se ha grabado en esta ciudad de Texas. Su primera temporada se estima que supuso una inyección de casi 29 millones de dólares en la economía local, además de haber incentivado el turismo.

Luisiana también se ha convertido en lugar de peregrinaje para muchos seriéfilos. Bon Temps, la localidad ficticia en la que tienen lugar los acontecimientos de True blood, está ubicada en este estado. Pero aunque la ciudad no exista, algunos de los espacios que aparecen en la serie sí que se pueden visitar. Por ejemplo, los exteriores de la casa de Bill Compton se pueden encontrar en la plantación Roseneath.

En el caso de Treme, no es que Nueva Orleans sea parte importante, es que Treme es Nueva Orleans. La serie, que refleja cómo sus habitantes luchan por salir adelante tras los destrozos que supuso el huracán Katrina, ha dejado una gran inversión económica en la ciudad y ha dado trabajo a cientos de personas de la región durante los meses de grabación. Además, muchos músicos locales han actuado en la serie interpretándose a sí mismos, lo que también supone unos ingresos extra para ellos, a lo que se suman los derechos de autor de las canciones que forman su banda sonora.

Friday night lights, grabada en Austin (Dillon, la localidad en que transcurre la historia de la serie, no existe), estuvo a punto de irse de la ciudad texana a otro lugar donde ofrecieran incentivos a la hora de grabar películas o series, como ocurre en Nuevo México o Luisiana. Finalmente, se aprobaron unos incentivos especiales para la serie, por lo que el rodaje se mantuvo en la ciudad. Se calculó que, solo durante la primera temporada, la serie supuso una inyección de más de 25 millones de dólares, incluyendo alquileres de locales, salarios de trabajadores locales, contrucción de decorados, catering...

Ahora sus fans pueden visitar varios de los lugares que aparecían en la serie, entre ellos, el campo de fútbol donde jugaban los Panthers de Dillon, que en la realidad se encuentra en Del Valle, cerca del aeropuerto de Austin. Aquí tenéis las direcciones de algunos de los lugares más emblemáticos.

Dentro del panorama nacional, al igual que Verano azul llevó a cientos de visitantes a Nerja, la población donde se grababa la serie, el pueblo asturiano de Lastres saltó a la fama por ser en la ficción San Martín del Sella, donde residían los protagonistas de Doctor Mateo. La tranquilidad del lugar se vio rota cuando el equipo de rodaje se instaló allí y con el aumento de la cantidad de turistas que visitaban el otrora pueblo pesquero, conservero y ballenero. Incluso el Ayuntamiento al que pertenece la población decidió crear la Ruta del Doctor Mateo para poder visitar los lugares donde se rodaba la serie. Más recientemente, en Segovia también han aprovechado el tirón de la serie de TVE Isabel para crear una ruta turística inspirada en la ficción que emite la televisión pública.