Ciudades camaleónicas
Hay ciudades que aseguras conocer como la palma de tu mano, pero a las que nunca has viajado. Cierras los ojos y podrías nombrar calles, restaurantes o paradas de metro sin haber puesto nunca un pie en ellas. Las series y las películas son las grandes culpables de este conocimiento urbanístico que atesoran los espectadores. Pero cuidado, que las cosas no son siempre como las pintan. ¿Qué tienen en común A dos metros bajo tierra y 24? Solo que las dos se desarrollan en la misma ciudad, pero si apuramos un poco ni eso porque Los Ángeles de Jack Bauer dista mucho de la ciudad natal de los Fisher.
Una de las ciudades más superpoblada de personajes televisivos es Nueva York (Manhattan). Puede ser una ciudad amable o impacable. Un patio de juegos para treintañeros con síndrome de Peter Pan como para los protagonistas de How I met your Mother, Friends y Seinfeld o la urbe glamurosa de Sexo en Nueva York. Más dura es la cara que aparece en Damages, la ciudad con altos índices de criminalidad de CSI Nueva York o la paranoica de Rubicon.
Los Ángeles encierra tantos microcosmos que parece mentira que La ley de Los Angeles o Entourage compartan localización. La ciudad californiana incluso parece más transformada en A dos metros bajo tierra, con su fotografía gélida, o en The Shield donde la acción se aleja del centro y muestra la criminalidad de la periferia. En 24 (en sus primeras temporadas) parece que Los Ángeles vive en un estado permanente de alerta terrorista (una psicosis que trasladó a Nueva York en su última temporada).
No podía faltar Washington. La capital estadounidense es inseparable de The West Wing y todas la series que se ambientan en las agencias de seguridad (NCSI; Expediente X...) pero también es el escenario de Bones, donde la ciudad se traslada a las paredes del Smithsonian y los exteriores a cualquier parte de EE UU donde aparezca un cadáver. La capital estadounidense aún no ha conseguido quitarse la etiqueta de ciudad gris y burocrática y tiene como asignatura pendiente alguna que la muestre como una ciudad habitable.
EE UU es tan grande que la lista es interminable. Está la Miami de Dexter o CSI o la frívola de Nip/Tuck y también las ciudades-personaje, como lo es Baltimore en The Wire o Nueva Orleáns en Tremé. Las series se convierten en guías de viaje improvisadas para turistas en busca de nuevos destinos. Aunque a veces la realidad no tenga nada que ver con la ficción.
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