Yo La Tengo ‘Fade’

Te escuché llamar desde lejos / Pensé que te oía llorar / No tenía fuerzas para tranquilizarte / Así que también lloré. (Ohm)

Pocas historias de grupos están más ausentes de drama que la de Yo La Tengo. 35 años después de conocerse, Ira Kaplan y Georgia Hubley siguen siendo pareja y viviendo en Hoboken, New Jersey . Graban discos desde 1984. Desde 1992 les acompaña el bajista James McNew como tercero en discordia. Su estabilidad es envidiable. Durante tres décadas han sido capaces de firmar la canción más delicada del mundo y un segundo después atronar con la tormenta de ruido más estremecedora. Consiguen  el mismo resultado, poner la piel de gallina. Son emocionantes sin ser estridentes, originales sin excentricidades. Son equilibrados.

No tiene ninguna importancia / hasta donde yo sé / Pero es que lo que es importante / tampoco lo se muy bien. (Aint that enough)

Pero entre equilibrio y rutina hay un paso muy corto. Entre tener un sonido propio y repetirse, también. Da la impresión de que eso les había pasado en sus últimos discos. Estaban cómodamente asentados en esa clase media alta que todo el mundo se disputa porque son rentables y tienen una base de fans potente para tocar en cada rincón del mundo, pero sin las presiones inherentes de las estrellas, sin divismos. Así que sacaban discos que hacían que sus fans estuviesen moderadamente contentos y que a ellos les permitían vivir con tranquilidad. Que es lo que buscan.

Cariño, decídete antes de que sea demasiado tarde. (Well you better)

Algo ha cambiado en este último disco. Es posiblemente el más accesible y el que más ha dejado de lado su etapa ruidista. El más cómodo de escuchar en mucho tiempo, es hasta el más corto , 44 minutos, en 10 años. Incluso el mejor producido, lo ha hecho John McEntire, olvídense de ese amateurismo buscado, esto suena perfecto.

 Estaré a tu lado para cogerte el teléfono. Estaré cerca. ( I´ll be around)

Y el más inspirado también. No sobra nada. Abre el álbum la hipnótica Ohm, continúa la sutil Aint that enough y la rítmica Well you better, una especie de soul despiezado y reconstruido en un premeditado desorden. Paddle Toward y Stupid things, que fue el sencillo que precedió la publicación del álbum, son Yo La tengo de-toda-la-vida. I´ll be around es una preciosidad construida alrededor de unos arpegios de guitarra clásica tan delicados como firmes y que no dejan de crecer durante cinco minutos. Cornelia and Jane es la primera de las canciones en la que la voz principal es la de Georgia y no la de Kaplan, y su tono dulce y profundo, como el de Nico, no es lo único que remite a la primera Velvet Underground. En Two trains una caja de ritmos es practicamente la única concesión de todo el álbum a esa electrónica vintage que tanto les gusta. The point of it es sutil y tierna. Y el último tema, Before we run, que empieza con un bombo antes de que entren arreglos de cuerda épicos es un final por todo lo alto.

Di que tenemos miedo. Di que la noche es fría. / Cariño está bien, está bien si envejecemos, si no somos tan fuertes / Si cuentan nuestra historia / Al fin y al cabo eso es lo que tiene ser amado.

(The point of it)

Pero, por debajo de todo, y desde el título, Fade, desvanecerse, está la inquietante sensación de que este es el disco hecho por alguien que ha sido recientemente consciente de su propia mortalidad. No sería fácil vincularlo directamente a que hace un año Yo La Tengo tuvo que suspender unos conciertos por unos no especificados “graves problemas de salud” de Ira Kaplan. Pero ya tienen 55 años y este es el disco de alguien aterrado por su descubrimiento. Si fueran otros hubieran firmado algo llamativo y bestial, pero no es el caso. Esto es Yo La tengo. Ellos no gritan. Ni hablando sobre la muerte.

Valoración: 0 ABERRANTE, el mundo sería mejor sin él; 1 PRESCINDIBLE, nadie se acordará de él; 2 PASABLE, para incondicionales; 3 ACONSEJABLE, en su estilo merece la pena; 4 INDISPENSABLE, un éxito asegurado; 5 OBRA MAESTRA, uno entre un millón.