Guía para una jungla primaveral
El Festival empieza mañana, miércoles 30, y dura hasta el domingo 241 pasarán por los escenarios del Parc del Fòrum y del resto de la ciudad Esta es una selección subjetiva de hecha por redactores de EL PAÍS
THE AFGHAN WHIGS
Jueves, San Miguel, 20,40
Crees que no te van a hacer picar otra vez, que nunca volverás a ver otra banda resucitada, pero vuelven Afghan Whigs y todos tus firmes propositos se van al carajo. La banda de Greg Dulli, blanquitos de Cincinatti, fue la que nos explicó que debajo de la exuberancia del soul calentorro de finales de los sesenta y principios de los setenta, ese que sonaba a macarra marcando paquete desde el coche a las chicas que pasaban por la calle, había historias trágicas, personajes reales, sentimientos profundos. Y mientras otros coetáneos de la generación pos-grunge se tiraban al teatro jevi, ellos apostaron por la contención en temas propios y versiones como su mítica lectura de Can´t get enough of your love, de Barry White. Y parece que no han olvidado que eso les hizo grandes. La primera canción que han grabado en cinco años es una versión de Marie “Queenie” Lyons’ “See and Don’t See”. I. L.P.
THE CHAMELEONS
Viernes, Ray Ban, 18,50
Que una banda como The Chameleons actúe a las 18:50 de la tarde es un insulto para sus fans, una de esas minorías talluditas que alimentan el conglomerado del que vive el Primavera Sound. Por caprichos del destino, otros grupos after-punk afines como Bauhaus, Echo & The Bunnymen e incluso New Model Army han gozado de mayor eco reivindicativo, pero eso no resta grandiosidad a las canciones de estos románticos oscuros que sentaron la base para muchas otras cosas que sucederían en Manchester después. B.B.
DEATH CAB FOR CUTIE
Jueves, 21, 45, Escenario Mini
Apunte para el amigo molón que introduce el grupo a otro voceando entre canción y canción: “¿Sabes que el cantante fue marido de Zooey Deschanel? Se acaban de divorciar”. “¿Sí? ¡Qué guay!”. En un festival como el Primavera, Death Cab for Cutie se alzan como una apuesta ganadora. El grupo comenzó su carrera como una versión menos derivativa de Built To Spill para acabar transformado en un género en sí mismo. Su (power)pop luminoso, hoy convertido en carne de teleseries cool, provoca adhesiones instantáneas. B.B.
DOBLE PLETINA
Jueves, 17,00 Vice
Tienen una ternura, una franqueza, una estética y un no sé qué generacional que los convierten en buenos herederos de La Buena Vida o Le Mans, bandas con las que comparten un enfoque sobre lo cotidiano y una gestión hábil de la nostalgia. Pero hay un punto de exaltación sentimental, tan alejado del cinismo como de la ingenuidad, que hace de este dúo catalán algo bastante singular. Para amantes de estribillos mano-en-el-pecho y entusiastas del ‘twee-pop’ a los que las entradas o los michelines no han restado un gramo de militancia. L. A.
DOMINANT LEGS
Jueves, Vice, 0,15
El californiano Ryan Lynch fue guitarrista de Girls antes de Dominant Legs, un dúo con la teclista y cantante Hannah Hunt. En este revival de los ochenta que nunca acaba Invitation, su debut a base de guitarras acústicas, saxos y sintes recuerda a Violent Femmes, a Aztec Camera y a Go-Betweens. Hay hasta quien dice que a Fleetwood Mac.I.L.P.
THE DRUMS
Viernes, 0,50, Ray Ban
Cuando debutaron en Primavera Sound hace dos años cumplieron en su papel de fenómeno indie de la temporada, levantando a la considerable masa que se congregó para corear su pop de guitarras ochentero, de arreglos minimalistas y repetitivos, melodías redondas y aires ‘surf’. Con su segundo álbum, el oscuro y extrañamente conmovedor Portamento, The Drums ha simplificado aún más la fórmula. Y en los directos, su histriónico vocalista, Johnny Pierce, parece ahora más centrado en afinar y dotar de cierta solemnidad a sus consistentes canciones que en pasar a la historia como el trasunto neoyorquino de Morrissey. Un trallazo de pop inmediato mucho menos frívolo que lo que la suma de sus portadas en revistas de tendencias podría sugerir. L.A.
BAXTER DURY
Jueves, 18,20, San Miguel
Existen fórmulas infalibles para sobrevivir en el mercado musical. La de Baxter Drury ha sido la de permanecer fiel a un sonido pop muy básico que responde al arquetipo soldado por David Bowie y Brian Eno que después fue reciclado, manteniendo sus acordes sencillos y melodías directas, a principios de los ochenta. El hijo de Ian Dury se aferra a todo este potencial tiñendo de un barniz oscuro y cierto jugueteo a sus canciones. Seguro que no es el conciertazo del festival, pero también que dejará un dulce sabor de boca (o una sonrisa bobalicona) a quien se arrime a verlo.
FATHER JOHN MISTY
Sábado, Auditori, 16.00
Con 27 años Josh Tillman tiene un carrerón a sus espaldas. Descubierto por Damien Jurado gracias a una maqueta que grabó en la fábrica de pan de Portland en la que trabajaba, lleva siete discos publicados con su noombre y era el batería de Fleet Foxes hasta que decidió dejarlo. Al parecer su idea original era viajar por Estados Unidos, durmiendo en su furgoneta, y escribiendo una novela. Pero se llevó un cargamento de setas mágicas y dice que de repente se encontró componiendo los 12 temas que componen Fear Fun, su debut como Father John Misty, que publicaron Sub Pop y Bella Union el 1 de mayo. Americana sí, pero de otra manera. En algunos temas como este Only son of the ladiesman, puede recordar a Arcade Fire si el cantante fuera John Martyn. Ademas se ha cortado el pelo, aparece en televisión y le ha montado una pirula a Pitchfork, porque la web no quiso hacer una reseña de su álbum. No está mal. I. L. P.
KINDNESS
Jueves, 23,15. Escenario Pitchfork.
Adam Bainbridge es un inglés veinteañero que acaba de publicar su debut World you need a change of mind. Demasiado pop para los aficionados a la electrónica y demasiado electrónico para los del pop, su funk de baja fidelidad rmite inexplicablemente a David Byrne y sus Talking Heads o a unos LCD Soundsystem recién levantados de la siesta. Lo bueno es que es su música es cálida y agradable I. L. P.
M83
Viernes, 0,45. Escenario Mini
Si el año pasado Deerhunter se apuntaron el momentazo shoegaze del Primavera Sound, este año debería ser para el francés Anthony Gonzalez. Los paisajes sonoros intensos que suponían cierta rareza en sus inicios hoy han sido asimilados hasta por los menos iniciados en el indie. Puede también que sus canciones, ya casi todas con voces, se hayan domesticado. Y que dentro del marasmo del pop con arreglos electrónicos actual ya no descollen. Pero seguro que sus montañas rusas emocionales contribuyen al subidón colectivo.B.B.
NAPALM DEATH
Viernes, 23.00. Vice
Hubo un tiempo en que John Peel radiaba obsesivamente en su programa de la BBC la canción más corta del mundo: un segundo. La broma, un exabrupto troglodita titulado You suffer, permitió a Napalm Death ampliar su público más allá de los lectores del Kerrang!. No sabemos si en el Primavera Sound la broma les traerá lo mismo, pero frente a la programación a piñón fijo de indie genérico (hay veces que, peregrinando de un escenario a otro, no hay manera de distinguir a uno de que suena de lejos de otro), se agradece este mazazo de grindcore. B. B.
RUSTIE
Jueves, 4.30. Pitchfork
Este chaval de Glasgow lanzó en 2011 un álbum espectacular e inclasificable llamado Glass Swords. Su sonido, solo parecido al de su paisano Hudson Mohawke es una mezcla imposible de hip-hop, R&B, rave y dubstep que él ha bautizado en coña como aquacrunk. Este año le hemos podido ver en el ciclo de música experimental de Caixa Forum en su versión más contenida. En Primavera Sound cerrará la jornada del jueves, con lo que es fácil imaginar que dará rienda suelta a todas esas veladas de rave escocesa en las que se curtieron sus gustos nocturnos. D. V
SAINT ETIENNE
Sábado, 23,00, San Miguel
Nunca tuvieron un directo brillante, pero pocas bandas auténticamente pop son menos frívolas en su propuesta. Siete años después de su anterior trabajo, y con sus miembros rondando la cincuentena, el trío regresa con las mismas credenciales que le convirtieron en una de las bandas más inclasificables de los noventa: una amalgama suntuosa de bajos ‘rave’, infecciosas melodías ‘soul’, teclados ‘italo’ y sensibilidad ‘folk’ que antaño sugería un destino ‘mainstream’ que nunca se materializó. Desactivado cualquier debate estéril sobre su vocación, Saint Etienne regresa a Barcelona como lo que siempre han sido: unos artesanos inteligentes, emocionantes y cómplices con su público, al que no han dado ni un solo disgusto en 22 años de carrera. L. A.
SPIRITUALIZED
Jueves, 02,15, Mini
Nunca le estaremos lo suficientemente agradecidos a Jason Pierce por intoxicarnos con la psicodelia ruidista de Spacemen 3. Ni tampoco por maravillas tan majestuosas (y tóxicas, también) como aquel Ladies and gentleman we are floating in space. Veinte años después de su primer disco con Spiritualized, Pierce ha vuelto, contra todo pronóstico, con inusitada energía. Su presencia promete recuperar el ambiente psicodélico, por no decir psicotrópico, de la era dorada de –con permiso de los organizadores- Benicássim. B.B.
JOSH T. PEARSON
Sábado, 22,00 Auditorio
Ahí dónde le ven ustedes, con esa pinta tan seria y esas canciones tan trágicas que duele oirlas, el texano Josh T. Pearson, quien fuera cabeza de los efímeros y extravagantes Lift To Experience, es en directo un tipo hilarante. En serio, Cierto que su único disco, el magnífico, Last Of The Country Gentlemen es crudo folk "un Hank Williams hasta las cejas de narcóticos", pero él es una persona intelieginte y con sentido del humos, y el contraste entre sus canciones y su personalidad hace de su directo una experiencia memorable. I.L.P.
THE WEEKND.
Sábado 0.30 Pitchfork
Sin duda el gran fenómeno del momento y el manual de instrucciones sobre cómo convertirse hoy, con una sola ‘mixtape’ autoeditada y regalada en Internet, en una estrella de la música negra. Abel Tesfaye, conocido como The Weeknd, ha puesto patas arriba el R&B, sampleando temas de Beach House (parece que no les hizo mucha gracia y tendrán que verse las caras en el festival) o versionando a Michael Jackson en una espectacular Dirty Diana. Méritos artísticos le sobran, pero además es uno de los grandes artífices de una interesantísima revolución en la producción musical (la de la autoedición al margen de los cauces oficiales y legales) que, de extenderse, podría asestar el golpe de gracia a la industria discográfica. Es la primera vez que el canadiense actúa en España y es una de las grandes atracciones de esta edición. D.V.
YO LA TENGO
Jueves, 02,15, escenario Mini
La ventaja que tienen los tótems de Hoboken (Nueva Jersey) sobre cualquier otro directo es que jamás sabes lo que pueda pasar con ellos. Puede darles por la acústica más somnolienta o por el desparrame ruidista, la derivación jazzística o los desarrollos rockísticos, el folk inventivo o el pop soñador. El único vaticinio negativo con el que acuden es su último disco, el que teóricamente presentan, “The sounds of the sounds of science”, demasiado atmosférico y, por qué no decirlo, aburrido para la guerra que pide un festival .B.B.
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