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La leyenda de Bob Marley cumple 31 años

El canal Bio estrena un documental dedicado al artista jamaicano en el aniversario de su muerte

El cantante Bob Marley
El cantante Bob Marley

Ni Elvis ni Beatles ni Dylan, el único ídolo realmente mundial del rock es el jamaicano Bob Marley. Hoy en el 31º aniversario de su muerte, a causa de un cáncer, cuando tenía 36 años, el canal Bio emite un documental que narra la conversión de niño rural de la isla caribeña en artista universal, en el más estricto sentido del término.

Desafortunadamente no se trata del documental de dos horas y media que Kevin McDonald, el autor de El último rey de Escocia presentó en la Berlinale, sino de una oferta más rutinaria. Un programa de una hora que traza una ruta biográfica mil veces contada, que sin embargo puede tener interés para neófitos.

Porque en el rincón más remoto del mundo, de Nepal a Mali; de Noruega a Perú si solo hay un disco de eso llamamos pop, es probable que sea de Marley. Posiblemente una copia de Legend, el recopilatorio póstumo que incluía 14 canciones que han pasado al imaginario popular. Con más de 20 millones de copias colocadas, es uno de los álbumes más vendidos de la historia y el retrato de Marley de la portada, una de las imágenes más icónicas de un cantante que tiene decenas de imágenes icónicas.

Claro que a cambio se han perdido las aristas. Por ejemplo, hoy es anecdótico que la letra de la pegadiza Buffalo soldier, que abre el documental, hable de los esclavos negros que lucharon en la caballería estadounidense contra los indios, aplicable a la masa de soldados afroamericanos en Vietnam, y en general una ácida crítica al uso de los pobres y marginados como carne de cañón contra otros que son como ellos.

Se podría acusar de ello a las pérfidas discográficas de Babilonia pero sería injusto. Convertido Bob Marley en una marca de enorme atractivo comercial, hay hasta un Café Marley. Que la variante torrefacta etíope se llame Buffalo soldier no contribuye precisamente a mantener vivo el espíritu original. El director de la empresa es Rohan, uno de los siete hijos de Marley que controlan su herencia bajo la tutela de Rita, viuda de Bob y matriarca del clan.

El signo de los tiempos. Hoy “Marley es Jamaica” como dice la ministra de cultura de la isla en el documental. Es uno de los atractivos turísticos de un rincón del Caribe de playas de arena blanca y lujosos resorts, pero también de un país atenazado por la pobreza y por una violencia que a estas alturas parece endémica.

Para eso se usa el reggae como atractivo y a Marley como reclamo. Olvidando que, desde que entró por primera vez en un estudio, en 1962, y su triunfo en Estados Unidos, en 1976, era un marginado que daba miedo. Contaba Chris Blackwell, el disquero que le convirtió en aceptable para el público blanco, que la primera vez que le vio fue en 1972, cuando Bob Marley, abandonado por su manager en Londres, se plantó en las oficinas de Island, su discográfica, escoltado por Peter Tosh y Bunny Livingstone para pedirle, casi exigirle, que publicara sus discos. "Nadie quería trabajar con él. Tenía fama de rebelde, de incontrolable”. Asegura que le dio 4000 libras más que nada para que saliera de su despacho. “Nunca pensé que sacaría algo de aquello, pero a los cuatro meses volvió con Catch a fire". Ese fue el primer disco de Bob Marley & The Wailers en Europa. La piedra angular de una leyenda.

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