Alerta en París ante la proliferación de chinches de cama
En las últimas semanas han aumentado las quejas tanto en redes sociales como en medios sobre la presencia del insecto chupasangre en metros, cines y trenes de la capital francesa
Las chinches se han convertido en protagonistas inesperadas de las últimas semanas en Francia. Son el tema del momento. Estos pequeños insectos de color marrón rojizo han abierto telediarios, periódicos y copado algunos programas de radio. El fenómeno empezó con una serie de quejas en redes sociales y se fue extendiendo hasta el punto de obligar a las autoridades a reaccionar, a diez meses de la celebración de los Juegos Olímpicos en la capital. El Ayuntamiento de París ha pedido al Gobierno que ponga en marcha un plan para luchar contra estos insectos y el Ministerio de Transportes ha anunciado una reunión esta semana con los operadores de trenes y metros parisinos, donde se ha detectado su presencia.
No hay datos actualizados sobre el alcance de la plaga, pero las imágenes y los vídeos que han circulado en redes han alarmado y asqueado tanto a la población como a las autoridades. Un vídeo ampliamente difundido muestra por ejemplo a uno de estos insectos ―que se nutren de sangre humana y de otros animales― caminando alegremente en el apoyabrazos de un asiento de tren. También se han hecho virales los testimonios de su presencia en butacas de cines y en lugares públicos como la sala de espera del aeropuerto de París-Roissy.
Ante el aumento de estas denuncias, los grupos cinematográficos MK2 y UGC han emitido sendos comunicados para tratar de tranquilizar a sus clientes e informarles sobre las medidas aplicadas para evitar la infestación de sus salas. “Las chinches pueden afectar a todos” y su resurgimiento en el territorio “es una realidad”, ha subrayado el Gobierno. El último conteo de la agencia sanitaria nacional (Anses, por sus siglas en francés), publicado en julio, advierte de que uno de cada diez hogares se vio infestado por estos parásitos entre 2017 y 2022. Un número gratuito existe desde 2020 para responder a cualquier pregunta sobre esta plaga.
Las empresas de desinfección también han registrado un aumento de la demanda para limpiar viviendas particulares, aunque matizan que el problema no es nuevo. Los insectos desaparecieron casi completamente de la vida cotidiana en los años cincuenta del siglo pasado, pero han resurgido en las últimas décadas. No está muy claro el porqué. El Ministerio de Sanidad galo, que acaba de actualizar su guía sobre cómo actuar en caso de infección de chinches, apunta al aumento de los viajes internacionales y a la resistencia de los animales a los insecticidas.
¿Batalla política?
El ministro de Transportes, el liberal Clément Beaune, anunció el viernes que iba a reunir esta semana a los operadores de transporte para “tranquilizar y proteger” a los ciudadanos y coordinar la lucha contra la presencia de estos insectos hematófagos. Las chinches pueden llegar a medir siete milímetros de largo y sus hembras pueden producir hasta 10 huevos al día.
Su anuncio se produjo al día siguiente de que el Ayuntamiento de París, gobernado por la socialista Anne Hidalgo, pidiera “un plan de acción a la altura de esta plaga” al Gobierno, con el que mantiene relaciones tensas. En una carta enviada a la primera ministra Élisabeth Borne, el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire, instó a organizar un “congreso nacional” sobre las plagas y exigió que la agencia regional de salud asumiera “el costo financiero” y “psicológico” de las desinfecciones.
“Las chinches son un problema de salud pública y deben ser declaradas como tal”, insistió Grégoire, número dos del Ayuntamiento de la capital, una de las más densas de Europa y que acogerá los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en 2024. En su informe, la agencia sanitaria recuerda que eliminar las chinches de una casa cuesta de media 886 euros por hogar. También alerta de la estigmatización que sufren las personas afectadas.
En realidad, el Gobierno ya había implementado en 2022 un plan interministerial para luchar contra las chinches de cama. El programa incluye, entre otros, mejorar la prevención de las plagas a través de campañas de información, orientar a los afectados hacia profesionales del sector y clarificar quién es responsable de los costes de desinfección cuando el hogar está en alquiler.
¿Psicosis colectiva?
La omnipresencia del tema ha contribuido a generar cierta psicosis en la población. Las imágenes del insecto desfilan en las cadenas de televisión y, al abrir los diarios, pueden encontrarse elaboradas infografías sobre sus escondites preferidos o su alta capacidad de reproducción.
Para Antoine Pelissolo, psiquiatra especializado en ansiedad, los señalamientos en redes han contribuido a crear un “efecto de pánico colectivo”, según recoge el diario Le Figaro, que recuerda en su artículo que el insecto no transmite enfermedades.
El jueves, un maquinista de la red de trenes de París publicó una imagen del interior de una cabina con lo que parecía ser una chinche. La compañía nacional de ferrocarriles, SNCF, aseguró sin embargo que no correspondía al animal en cuestión, según recoge la sección de verificación del diario Libération, Checknews. Mientras tanto, algunas personas prefieren quedarse de pie en los transportes. Sólo por si acaso.
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