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Recta final del episodio de calor extremo: acaba el domingo, pero vuelven a subir las temperaturas el martes

De martes a jueves se han tumbado 109 récords, y en varios casos por cinco grados, lo que para los expertos subraya la increíble excepcionalidad del fenómeno

Dos jóvenes se refrescan con una fuente en Madrid.
Dos jóvenes se refrescan con una fuente en Madrid.Jennifer Gómez (EFE)
Victoria Torres Benayas

España encara el final de un episodio de calor extremo que ha roto el techo de las máximas de abril. Este viernes, detalla Cayetano Torres, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), ya habrá pasado lo peor en el valle del Guadalquivir, pero las temperaturas seguirán su escalada en la mitad este peninsular y en Baleares. A última hora, comenzará un descenso térmico por el oeste, que el sábado será ya “notable y generalizado”, con hasta ocho grados menos que estos días en prácticamente toda la Península, salvo en el este, donde seguirán subiendo.

El domingo, la caída se extenderá al Levante y “se dará por terminado este episodio récord”. Aunque estos dos días las temperaturas bajarán “con claridad”, todavía estarán por encima de lo normal, salvo en el norte peninsular, donde sí se acercarán al promedio. Tras un fin de semana en el que se esperan tormentas, que serán intensas en la mitad norte del país, especialmente en el entorno del sistema Ibérico y Pirineos, las temperaturas volverán a subir y el ambiente será de nuevo muy cálido a partir del martes, aunque ya no extraordinario, con hasta 35° y 36° en Extremadura y Andalucía.

Así, este viernes los valores siguen todavía muy altos, con una previsión de 36° o más en la mitad meridional peninsular, cerca de 30° en la mitad norte y hasta 35° en el valle del Ebro. De nuevo, hay activo aviso amarillo por calor que afecta a Albacete. “Afortunadamente, los cielos estarán nubosos, algo que ha protegido a gran parte del territorio peninsular, evitando que las temperaturas fueran todavía más altas”, explica, aliviado, el portavoz de Aemet. Al final, este viernes se ha llegado otra vez a la cota de 38° en Granada.

La buena noticia es que se esperan precipitaciones, aunque débiles, en los extremos del noroeste peninsular y en la cornisa cantábrica. El sábado, se extenderán al resto de la mitad norte y pueden ser intensas en forma de chubascos y tormentas en los entornos de los Pirineos orientales y del sistema Ibérico. Se alcanzarán los 34° en el Guadalquivir, 26° en Extremadura, casi 30° en Castilla-La Mancha, 27° en Madrid, por encima de 20° en Castilla y León, y por encima de 30° en el Ebro, el Levante y la costa andaluza. Entre 23° y 25° en Cataluña y 18° a orillas del Cantábrico.

El domingo continuará la inestabilidad en el noroeste y se esperan chubascos y tormentas en Cataluña y Baleares. También habrá tormentas, aunque de menor intensidad en el entorno del sistema Ibérico oriental y en las sierras del sudeste. En el resto de la Península habrá nubosidad, que hará que las temperaturas sean ya más acordes a la época del año, con 27° en Castilla La Mancha, 30° o más en el Guadalquivir, algo menos en Extremadura, por encima de los 20° en la mitad norte peninsular y Baleares, y en el entorno de los 18° a 20° a orillas del Cantábrico. Los cuatro primeros días de la próxima semana predominará el tiempo seco y soleado, cálido para la fecha, pero ya no extremo. Solo se esperan precipitaciones el lunes en el extremo noreste y Baleares, y el miércoles y jueves en Galicia y el oeste del área cantábrica.

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Un episodio “increíblemente excepcional y anómalo”

Aunque todavía es pronto para hacer balance, ya que le quedan dos días por delante, este episodio ha quebrado ya el límite del calor que puede llegar a hacer en abril en la España peninsular y en Europa. La tarde del jueves se alcanzaron los 38,8° en Córdoba, lo que supone la temperatura máxima jamás registrada en un mes de abril en la España peninsular y en Baleares, al superar por dos décimas los 38,6° que alcanzó Elche en 2011 ―Canarias tiene la cota en 40,2°―. En total, según el recuento de Aemet, que contempla solo los observatorios principales de la red, el jueves se tumbó el récord de máximas en 25 estaciones y el de mínimas más altas en cuatro. El miércoles fueron 17 de calor diurno y tres de nocturno. Con los nueve récords de máximas del martes, suman 51 de máximas y siete de mínimas y aún faltarían los del pico este viernes y el repunte por el este del sábado.

Roberto Granda, meteorólogo de Eltiempo.es, amplía el foco a la red automática y hace un recuento global de todas las estaciones con los datos oficiales que Aemet publica en Opendata. Según sus cálculos, se han pulverizado 109 récords en total de martes a jueves, de los que el grueso, 81, son de máximas. Algunas estaciones han roto su récord dos y tres veces, por lo que en el cómputo final solo cuenta el más alto de ellos. En este sentido, Granda destaca el caso de Córdoba que, además de alzarse con el récord peninsular de abril, ha batido su marca, que estaba en 34° desde abril de 2017, tres días consecutivos. “El jueves ya fue la apoteosis, lo hizo por la puerta grande, por 4,8° de más, y se alzó con el récord peninsular de abril”, subraya este experto.

Para Granda, lo más destacable de este periodo extremo es justamente esto: “Ya no es solo que se hayan batido 109 récords, sino que la diferencia con las marcas previas es una cosa muy loca”. Según la lógica estadística, recuerda, los récords “se baten por décimas; en casos muy raros por un grado, pero que lo hagan por cinco… ni siquiera lo vimos en las grandes olas de calor del año pasado, lo que pone de manifiesto la increíble excepcionalidad y anormalidad del episodio”.

Porque no solo ha pasado en Córdoba. De hecho, ni siquiera es la diferencia más grande: “La superan dos poblaciones de Badajoz: Don Benito, que batió su récord por cinco grados, y Herrera del Duque, por 5,1°. En muchas otras estaciones, tanto de Córdoba como de Badajoz, la distancia fue de entre cuatro y cinco grados”. Otro dato que resulta llamativo es el de Cuenca, donde se produjeron los primeros 30° de abril, en concreto 31,1°, en una estación que data de 1951. Valladolid también sufrió sus primeros 30° y Madrid Retiro marcó 30,7°, cuatro décimas que su anterior cota máxima. En Cáceres, el observatorio ha cambiado de ubicación del centro al extrarradio y ha tumbado su récord “tanto de la serie antigua de datos como de la nueva con 34,4°”.

Para explicar cómo de raro es lo que ha sucedido, Granda apunta a que, “por estadística pura, el periodo de retorno de estas temperaturas tan inusualmente altas es de 100 o 200 años según las distintas zonas. Ninguno de los que estamos aquí deberíamos volver a verlos en nuestras vidas”.

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Sobre la firma

Victoria Torres Benayas
Redactora de la sección de Madrid, también cubre la información meteorológica. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Navarra, cursó el máster Relaciones Internacionales y los países del Sur en la UCM. En EL PAÍS desde el año 2000, donde ha pasado por portada web, última hora y redes, además de ser profesora de su escuela entre 2007 y 2014.

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