Un guardia civil se enfrenta a una petición de cuatro años de cárcel por espiar a su exesposa
La exmujer del agente ha mantenido en el juicio celebrado hoy que su trabajo "siempre ha sido su vida"
Una mujer asegura que no quiere causar perjuicio a su exmarido, sentado este miércoles detrás de ella en una sala de vistas de la Audiencia Provincial de Madrid. Ella ha acudido como testigo y es el Ministerio fiscal quien acusa al guardia civil Francisco Jiménez de haber espiado a su expareja a través del acceso que tiene a bases de datos gracias a su puesto en el cuerpo. El Ministerio Público pide cuatro años de cárcel (la pena máxima por delito de revelación de secretos); la fiscal también solicita que inhabiliten diez años para un hombre que ha asegurado ante el juez que ama su trabajo. Así lo ha confirmado también su exesposa:
- ¿Era su exmarido un buen profesional?
- Sí. De hecho el problema era ese, que para él su vida era su trabajo, no su familia. Yo he estado estudiando con él los exámenes, las pruebas... Aparte de lo que yo tenga en lo personal... Es un buen profesional. Su vida es la Guardia Civil.
Jiménez se ha tapado la cara para llorar al escuchar las palabras de su excompañera y no han parado de temblarle las manos durante el resto de la vista. Jiménez estuvo casado 22 años, de 1990 a 2012. La sentencia de su divorcio estableció que el guardia civil debía pagarle una manutención a su exmujer debido a su incapacidad para trabajar por enfermedad. Pero en 2015, Jiménez quiso que le anularan o redujeran la pensión y denunció que en septiembre de 2011, aún casados, ella acudió al hotel Doña Francisca de Aranjuez en compañía de otro hombre. El agente aportó como prueba testifical a un amigo de ambos, que ha ratificado este miércoles que vio a la mujer con otro hombre en la puerta del lugar y después se lo contó al guardia civil. El acusado pidió que el hotel informara sobre si ese hecho era cierto, pero la exmujer declaró que suponía que lo sabía a través de bases de datos secretas de la Guardia Civil.
Según el relato de la Fiscalía, el acusado descubrió que su entonces esposa estuvo en dicho hotel a través de búsquedas en el registro "Fichero parteviaje" de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, donde se registran datos de los huéspedes y al que solo puede acceder con motivo de su trabajo. La fiscal ha sostenido que Jiménez realizó 44 consultas con el DNI y el nombre de su mujer entre 2008 y 2015. "Yo no puedo asegurar que lo hiciera, no estaba ahí sentada con él, pero quería que se anulara esa prueba, que me dejara en paz", ha relatado la testigo y exmujer del guardia civil. Este se encuentra destinado desde 1987 en el grupo de Policía Judicial. "Yo sabía que podía acceder a ese fichero porque han sido muchos años de casada viviendo en cuarteles".
La defensa del acusado ha basado su alegato en el perito de la policía judicial que ha aportado la Fiscalía como prueba a través de una videoconferencia con un comisario. El letrado ha asegurado que no ha tenido acceso a esa evidencia y que existe "falta de concreción de los hechos" en el informe pericial. "Las pruebas no pueden estar en la pantalla del ordenador que tiene el perito. Me ha dicho los datos, pero no está el documento", ha alegado. El abogado del guardia civil ha concluido que la prisión y la inhabilitación del acusado supondría una pérdida para la ciudadanía, debido a la profesionalidad del policía que ha quedado, según el letrado, probada en la vista. "Ni la sociedad ni mi cliente se merecen este reproche penal", ha zanjado.
El acusado ha hecho hincapié en este argumento cuando el juez le ha preguntado si tenía algo que añadir: "Me he dedicado siempre a mi oficio", ha concluido.
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