Isabel Serra: “No ataqué a la Policía en el desahucio. Me alejé por miedo”
La Fiscalía pide 23 meses de cárcel y una multa de 5.250 euros para la portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid por desórdenes durante un desahucio
El 31 de enero de 2014 se produjo un desahucio de un vecino que vivía de alquiler en el madrileño barrio de Lavapiés. Un grupo de agentes policiales y nacionales tenían como objetivo asegurar la orden del desalojo sin altercados. Y de repente, según el relato del la Fiscalía, aparecieron 50 personas que decían pertenecer a la plataforma Stop Desahucios. Entre este pequeño grupo estaba Isabel Serra, que hoy es portavoz de Unidas Podemos en la Asamblea de Madrid y que por aquel entonces era una estudiante. La fiscalía pide para ella 23 meses de cárcel y una multa de 5.250 euros porque aquella mañana “realizaba unas funciones de liderazgo” y “atentó contra la paz pública y el normal desarrollo de la convivencia ciudadana”. Los hechos se denunciaron 20 días después.
Aquella fría mañana de enero transcurría sin incidente hasta que, sobre las doce de la mañana, se produjeron los primeros altercados. Según el ministerio público, la actual diputada de 30 años—durante los hechos tenía 25—, se sentó en mitad de la calle del desahucio cuando los furgones y los coches de la Policía abandonaban el lugar “para impedirles que pudieran salir”. Además, según su versión, con una “actitud violenta” que comenzó a insultarles junto a un grupo de ciudadanos a gritos de “hijos de puta, asesinos, vergüenza me daría ser policía…”. El escrito de la acusación de la Fiscalía señala, además, que se escupieron a los agentes, les lanzaron botellas, piedras, adoquines, tiestos, macetas. “Y otros objetos contundentes como papeleras”.
Cinco años después, como diputada de la Asamblea y a pocos días de dar a luz, Serra se ha sentado este miércoles en el banquillo de los acusados serena y tranquila. “Ese día volvía de la facultad", comenzó. "Terminé las clases y me fui a mi casa, que por aquel entonces vivía en la calle Zurita [de Lavapiés]. Al salir del Metro me fui hacia la calle Tribulete [a pocos metros] porque había un desahucio. No había quedado con nadie”.
Serra ha dicho que, cuando llegó a la calle del desalojo, ya había más ciudadanos concentrados. “Seríamos unos 50 o 60”. Que no se colocó entre las primeras filas de los manifestantes, que no se sentó para impedir el paso, que se quedó atrás y que se manifestó pacíficamente. "No ataqué a la Policía en el desahucio, sino que me alejé por miedo".
Y ha continuado: “Cuando llegué la situación empezó a tensionarse cada vez más. La gente coreaba cánticos relacionados con los desahucios. Luego, los policías levantaron a la gente que estaba en el suelo. La gente se dispersó y ya pasaron las furgonas policiales”. La fiscal ha insistido:
— ¿Usted conocía a la persona que iba a ser desahuciada?
— No.
— ¿Tiene relación con la plataforma antidesahucios?
— No.
Serra ha dicho que de las 50 personas que había solo conocía a Jorge García Castaño, concejal del Ayuntamiento de Más Madrid. “Él nos contó que habían desahuciado a un vecino. Me quedé cerca de él y luego me encontré a dos amigos más. La situación se puso más tensa, pero donde yo estaba no se lanzaron objetos. Eso fue más adelante, a unos 50 o 100 metros de donde yo estaba”
— ¿Sabe que ha sido reconocida por policías que dicen que les ha dicho hijos de puta y asesinos?
— Sí, pero nada de eso sucedió.
Ha dicho que en ningún momento se dirigió hacia ellos. “De hecho, me alejé”. Que no les lanzó adoquines, que se quedó muy alejada de todo eso. Que, de lejos, vio a varias personas acercarse a la policía. Que también observó alguna maceta caer de una terraza. Que ella en “ningún momento” impidió el paso de los policías. Y que, cuando terminó de charlar con el edil del Ayuntamiento, se marchó a su casa.
Tras la declaración de Serra, estaban llamados a declarar 11 policías locales y dos policías nacionales como testigos. Los dos últimos han sacado una sonrisa a la acusada. El primero dijo que no estaba presente. El segundo, que tampoco. Era un error de la comisaría donde estaban destinados.
De los 11 agentes locales, seis recordaron que Serra estaba allí. El resto, no. “A mí me dijeron hijo de puta", dijo el primero en declarar. "Ella llevaba la voz cantante. Lanzaba objetos”, otro. “Ella estaba en primera línea, en la cabecera”. “La reconozco perfectamente". "Ella y otra chica se enseñaron conmigo por el hecho de ser mujer. Me dijeron: 'Hija de puta', 'No te quieren”, Tus hijos se avergonzarán de ti”". "No la reconozco". "No sé si estuvo".
Fuera de la sala, un grupo de 100 personas se presentó sobre las 9.15 para apoyar a la diputada entre cánticos: “Parar un desahucio no es un delito”. La diputada, que se presentó como candidata a presidir la Comunidad de Madrid en mayo y logró 180.000 votos y siete escaños, saludó a los que portaban una pancarta blanca con letras moradas: "El delito son los desahucios". Serra vino acompañada de la secretaria de Estado Agenda 2030 y diputada de Unidas Podemos en el Congreso, Ione Belarra, y el diputado y secretario de movimientos sociales de la formación, Rafa Mayoral. “Me he sentido muy acompañada", ha indicado Serra. "Estoy muy orgullosa de haberme manifestado en este desahucio. Los fondos buitre no dejan de atacar a las viviendas vacías. Hoy mismo hay un desahucio en Moratalaz”.
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