Un niño de 11 años, al 112: “Mi madre se ha caído al suelo y no sé qué le pasa”
El menor llama a Emergencias tras sufrir su madre un desvanecimiento
Mohammed, de 11 años, tiene una templanza y madurez llamativa para su edad, como ha demostrado a la hora de enfrentarse a una emergencia. El pasado 26 de enero, su madre se desmayó cuando estaba en su casa de Leganés (Madrid) al cuidado de Mohammed y de su otro hijo, de seis años. Mohammed, en lugar de entrar en pánico, llamó a Emergencias Madrid 112, que ha hecho pública la conversación como homenaje al niño y como labor didáctica. Mohammed tiene una "especial vocación de ayudar" a los demás, es "muy sereno" y se explica como "un adulto de 30 años", relata su madre, Nabila, de 32 años, que no tenía nada grave y que fue atendida y dada de alta en el momento. "A veces pienso que él es el padre y yo, la niña", añade.
Eran las 6.52 del domingo 26 de enero cuando se recibió la llamada en el 112. El niño explica con aplomo lo sucedido al gestor de emergencias. “Perdona, es que a mi mamá de repente la acabo de escuchar gritar y se ha caído al suelo y no sé qué le pasa”, empieza diciendo. Durante la conversación, el operario tranquiliza al menor y va recabando la información necesaria para evaluar la situación y enviar los recursos necesarios. Le pregunta, por ejemplo, si la mujer está despierta o dormida y le anima diciéndole que lo está haciendo muy bien. "A veces abre los ojos y a veces los cierra", dice el menor, que acierta a describir el estado de su madre: respira "un poco" pero no contesta cuando le habla. "Vamos bien", le reconforta el gestor.
"¿La calle te la sabes, campeón?", le pregunta, y el niño da la dirección completa pero desconoce el número del móvil y del fijo de su casa. El gestor activó a los sanitarios del Summa-112, Policía Nacional y Policía Local mientras pasó la llamada del niño a un médico, que le indicó lo que debía hacer hasta la llegada de la ayuda. Cuando Nabila volvió en sí, Mohammed le dijo "tranquilamente" que en dos minutos los servicios sanitarios estarían en casa. "Mamá, te he quitado un objeto que estaba debajo de tu cuerpo para que no te hicieras más daño", le contó.
La llamada se tramitó como una emergencia y ambulancia tardó nueve minutos en llegar, precisa una portavoz del Summa. Se envió una UVI móvil o de soporte vital avanzado, un recurso para situaciones más graves pero, "ante la duda, se prefiere movilizar un recurso más alto para minimizar los riesgos", explica Jordi Arnau, el médico que atendió a la madre.
Arnau cuenta que no sabe si la mujer llegó a perder la consciencia o no y que no se golpeó al caer. Cuando llegaron, se encontraron con que la mujer estaba consciente y había sufrido "un momento de desvanecimiento". Le tomaron las constantes, le hicieron una exploración y un reconocimiento y vieron que estaba bien y no había sido nada, pero es "normal que el niño se asustara mucho".
La madre fue dada de alta in situ. Además, ya estaba el marido en la casa para hacerse cargo de los niños. El médico destaca también la madurez del niño. En sus tres años de servicio, recuerda otra llamada similar de un menor cuya madre también había sufrido un desvanecimiento. "Pero otros compañeros han atendido llamadas de menores por temas más graves", apunta.
Nabila, que llegó a España desde Marruecos en 2008, se siente "orgullosa" del hijo que tiene, quien aprendió en el colegio que en situaciones peligrosas tienen que llamar al 112. La mujer explica que ha sufrido más desvanecimientos y en todos los casos Mohammed se quedó a su lado hasta que despertó. "Algunas veces me toca las mejillas o me pone colonia para que despierte".
El niño reparte litros de agua embotellada a los ancianos de su edificio cuando sufren cortes de agua. "Cuando ayuda a alguien dice que se siente feliz", explica Nabila, "muy contenta" con la actitud de su hijo. Mohammed tiene en mente dos profesiones para cuando sea mayor, policía o empresario, "para ganar mucho dinero y ayudar a la gente".
Un portavoz del 122 destaca que, haciendo público el caso, se ha querido subrayar la conducta del propio niño, que ha sabido afrontar una situación de crisis emocional, y la utilidad de un teléfono que pueden usar tanto adultos como menores. "Queríamos hacer una labor didáctica a todos los niveles, ejemplarizar y ampliar el conocimiento del 112 como teléfono único de emergencias", resume.
Lo que todos los niños deberían saber sobre el 112
Soledad Martín Fresneda, subdirectora médica del Summa, subraya que todos los niños deberían recibir en el colegio formación adaptada a su edad sobre cómo comportarse ante una emergencia y aprender a hacer maniobras de reanimación básicas y ante un atragantamiento. Como no en todos los centros se hace, resume así los consejos que los padres deben dar a sus hijos:
- Si están con alguien que de repente se cae o se hace daño o "se duerme y no responde" y no hay otro adulto, deben coger el móvil y marcar el 112, prefijado en la agenda.
- Que dejne el manos libres, para que presten atención al paciente y a la llamada sin preocuparse por el teléfono.
- Tras hablar con el 112, que abran la puerta y que salgan a alertar a algún vecino.
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