El jurado declara a César Adrio culpable del asesinato de Ana Enjamio

El tribunal de jurado ha declarado por unanimidad a César Adrio culpable del asesinato con alevosía y ensañamiento de la ingeniera de 25 años Ana María Enjamio, en la madrugada del 16 al 17 de diciembre de 2016. Las cuatro mujeres y los cinco hombres del jurado popular han considerado también al acusado responsable de los delitos de acoso y vulneración de la intimidad, por su actividad de hostigamiento continuado a la víctima los meses antes de su muerte y por arrebatarle el móvil durante un viaje a Portugal y enviar una foto íntima de ellos al antiguo novio de la chica nacida en Boqueixón (A Coruña). En la última sesión del juicio, la abogada de la Xunta, personada como acusación, había retirado este último delito de su petición de pena, de manera que la igualó a la de la fiscalía: 27 años de prisión. Los padres y el hermano de la fallecida, representados también como acusación particular, mantuvieron este delito y reclamaban una condena de 32 años.

Después de día y medio de deliberación, el jurado entiende que ha quedado probado durante el juicio celebrado en la sección quinta de la Audiencia de Pontevedra en Vigo que César Adrio había mantenido desde diciembre de 2015 o enero de 2016 una relación con la víctima. Esta relación la llevaron ambos de forma discreta, evitando que trascendiera en el trabajo que compartían y en el entorno familiar en un momento en que el hombre, 14 años mayor que ella y padre de dos niños, estaba recién separado de su esposa. Enjamio puso fin seis meses después a este vínculo con el que era su supervisor en la empresa. Su asesino no lo aceptó y la sometió a un hostigamiento que duró hasta que la apuñaló reiteradamente tras la cena de Navidad de 2016.

Esa madrugada, tras el banquete en el hotel NH al que asistieron los compañeros de trabajo de la firma de O Porriño, Adrio atacó a Ana Enjamio después de que ella fuese acompañada hasta cerca de casa en coche por dos amigas y entrase en el portal de su edificio en Vigo. Los jurados ven probado que el ex amante la abordó de forma sorpresiva y le asestó 32 heridas cortopunzantes con un arma blanca no determinada en el cuello y en el pecho. Veintiuna de estas heridas afectaron la mama izquierda y de ellas 12 alcanzaron el corazón y seis llegaron a atravesarlo. La joven ingeniera murió desangrada en el portal de un edificio de la Avenida de Madrid a causa de un shock hipovolémico.