Educación pide 600 millones para acabar con los barracones
El Departamento ha elaborado un plan para retirar 700 módulos en siete años y admite que hay 300 más que siempre estarán por necesidades puntuales
El instituto Arraona de Sabadell nació hace medio siglo en los terrenos donde ahora se levanta el complejo central de los Mossos d'Esquadra, pero hace seis años inició el traslado a otra zona de la ciudad, Can Llong, en pleno crecimiento. Entonces, en plena crisis y con las arcas de la Generalitat vacías, el cambio se hizo a unos barracones. Pero si hace cuatro cursos tenían dos líneas, este curso el primero de ESO ya tiene cinco. En total son unas 600 personas (520 son alumnos) en casi una decena de barracones. “Cada vez hay más alumnos y menos espacio. Tienes la sensación de estar encerrado y además no deja de ser todo de plástico”, lamenta el director, Antonio Lamagrande.
El Arraona es uno de los 96 centros escolares catalanes que se encuentran completamente en barracones. En total, el curso actual arrancó con 1.013 módulos prefabricados colocados en 418 centros escolares de todo el territorio. De este millar de módulos, Educación considera que 700 no deberían existir porque responden al aumento de población escolar y la falta de inversión por los recortes. Los 300 restantes siempre estarán para dar respuesta puntual a unas obras o a un pico de alumnado. En abril, el consejero Josep Bargalló presentó un plan para retirar estos 700 módulos en siete años; para ello, calculan, necesitan unos 580 millones. “No nos gusta tener módulos, por eso como solución hemos elaborado este plan que hay que desplegar por fases. Pero con presupuestos prorrogados no podremos ejecutarlo”, explica Josep González Cambray, director general de centros públicos de la Generalitat.
Bargalló cuenta con 235 millones hasta 2023 para impulsar 63 proyectos
La partida para construcciones fue una de las más castigadas por los recortes. Si en 2010, la Generalitat reservó para ello 221 millones, para este año hay previstos unos 86 millones, según los Presupuestos iniciales. “En 2020 hay un incremento importante en la partida de inversiones, pero todavía se está negociando con Economía”, apunta Cambray, que no entra a detallar más las cifras. Actualmente Educación cuenta con una bolsa de 235 millones —a invertir hasta 2023— para 63 proyectos, tanto nuevos edificios como ampliaciones. Y ha firmado una treintena de convenios con ayuntamientos para que estos avancen la financiación y la construcción de la escuela.
El instituto Arraona de Sabadell figura en la lista de 63. Todavía no tienen proyecto, pero el director espera estrenar el edificio en 2022. Mientras, sortean como pueden la larga lista de inconvenientes de estudiar y trabajar en barracones: faltan espacios para hacer desdoblamientos, no hay despachos para los profesores, ni gimnasio (tienen que ir a escuelas cercanas) ni sala de actos (alquilan espacios municipales para las reuniones con familias o las fiestas escolares). “Lo peor es el inicio de curso. No lo empiezas con normalidad porque estás pendiente de si acabarán las obras a tiempo. Además no puedes estar al 100% por lo pedagógico porque siempre hay gestiones de mantenimiento a hacer porque salta la luz o hay filtraciones de agua”, lamenta el docente. Otro gran problema es el patio: es un arenal que queda casi impracticable cuando llueve y que año tras año es más pequeño porque los nuevos módulos que llegan se comen el espacio. El patio también está en la lista de agravios de los alumnos. “Es muy pequeño. Además en las aulas hace frío en invierno”, se queja Carla, de 3º de ESO.
Pero la calidad de los módulos ha mejorado con los años, cosa que ayuda en el día a día. “Algunos tienen muy buena insonorización, climatización y las aulas son más amplias que en un edificio convencional”, destaca el director. “Por dentro es como si estuvieras en un edificio, tienes todo lo necesario, incluso aire acondicionado”, destaca Alba, de 3º de ESO. “Y además no tienes que subir escaleras”, remacha Oscar, de 4º.
La FAPAC calcula que desde 2010 se han dejado de invertir 1.120 millones
Para la Fapac, la federación de AMPAs de Cataluña, esta situación “es uno de los síntomas del deterioro de la educación pública debido a la desinversión de la Generalitat y de unos recortes drásticos”, critica Belén Tascón su presidenta. Tascón apunta que desde 2010 Educación ha dejado de invertir 1.120 millones (si se hubiera mantenido la partida), lo que habrían permitido levantar 275 centros.
Los recortes en edificios, en cifras
Presupuesto de Educación: En 2010, se invirtieron 5.317 millones; en 2014, 4.157 millones; y en el periodo 2017-2019, 4.821.
Inversión en construcciones: En los tres últimos cursos se invirtieron 86 millones, por los 221 de 2010. En 2014 se invirtieron 45 millones.
Centros en barracones: Este curso 418 centros trabajan en barracones; por los 424 de 2009-2010 y los 404 de 2014-2015.
Número de barracones: Actualmente se utilizan 1.013 barracones, menos que en 2009-2010 (1.063) pero más que en 2014-2015 (1.026)
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