“Hay que persuadir a los independentistas para que reconecten con España”
El presidente de la entidad aboga por seducir a los secesionistas para que abandonen la idea de la ruptura y abracen la de la reforma
Fernando Sánchez Costa, de 35 años, presidente de Societat Civil. Exdiputado del PP e historiador, ha recibido agrias críticas de sectores constitucionalistas por querer seducir a los independentistas para que se impliquen en el proyecto de España.
Pregunta. ¿Qué quiere decir cuando defiende que no basta con decir no a los independentistas?
Respuesta. Que no es suficiente con decir no a dos millones de personas. Han desconectado emocional y simbólicamente de España y es importante que vuelvan a vincularse al proyecto común. Y eso requiere también pedagogía, esfuerzo y persuasión para que que los independentistas entiendan que esa utopía no conduce a ningún sitio y que hay algunas de sus demandas que pueden tener cauce en España. Los independentistas son nuestros adversarios y en el marco de la ley les combatiremos con beligerancia pero también son nuestros vecinos, familiares, conciudadanos y compatriotas. La persuasión es la dinámica propia de la democracia.
"Hicimos en el Parlament un filibusterismo de dignidad"
P. Usted era diputado del PP durante el Pleno del Parlament de las sesiones del 6 y 7 de septiembre de 2017 cuando se aprobaron las leyes de desconexión del referéndum y de la transitoriedad. ¿Qué imágenes guarda?
R. Guardo dos: el día que se iba a proclamar la república y fuimos al Parlament sin saber cómo saldríamos. Y los periodistas internacionales nos preguntaban: '¿Pero la ha proclamado o no?' Y la tristeza. Había un clima muy raro dentro del independentismo. Se esperaba una concentración masiva y hubo poca gente en la calle. Algo no había funcionado pero sí la firmeza del Estado. Al mismo tiempo, de ese discurso de luces largas, de reenganche defendemos la firmeza democrática cuando es necesaria. Eso también favorece la concordia como vimos en Cataluña. Se aplicó el 155 y el clima de tensión se rebajó de golpe. La unidad del constitucionalismo no la olvidaremos nunca. Ese filibusterismo de dignidad que hicimos para que no se aprobaran esas leyes indignas que hicimos en defensa de los ciudadanos y de la Constitución.
P. Ciudadanos dice que usted abraza las tesis socialistas y su propio expartido le critica.
R. Me parece de justicia reconocer el papel histórico de Ciudadanos al ser el primer partido constitucionalista en ganar unas elecciones rompiendo así muchos tabúes. En general los constitucionalistas comparten la idea de que la cuestión catalana debe resolverse con una estrategia de fondo a medio y largo plazo. La situación política es muy compleja y los nervios están a flor de piel.
P. Su antecesor, Josep Ramon Bosch, también recibió críticas por sus reflexiones en esa línea.
R. Lo que demuestra que el constitucionalismo catalán está muy vivo y se siente mucho más fuerte que hace 10 años. Y que no está dispuesto a volver al status quo pujolista. Quieren que se tengan en cuenta sus demandas y no solo de los nacionalistas como ha pasado históricamente.
P. Es el cuarto presidente de SCC en ocho meses. ¿No es extraño tanta crisis ahora que el independentismo está dividido?
R. Hemos pasado momentos complicados pero el 97% de los socios ha respaldado a la junta y el plan estratégico. Tiene tres ejes: primero, fortalecer la entidad para que gane músculo y sea más democrática; segundo, seguir siendo la voz de los catalanes que se han sentido invisibles; y tercero, reconectar a una parte de catalanes al proyecto español. Hay que entender el sentimiento ajeno para argumentar mejor. Lo que ha pasado es muy grave. Pero necesitamos mirar y construir el futuro en común y que vuelvan a sentirse coprotagonista de España y dejar la lógica de la ruptura para abrazar la de la reforma.
P. Dirigentes del PP decían que el Estado debe estar más presente en Cataluña. ¿Lo comparte?
R. Completamente. Es importante que a Cataluña vuelva el Estado y España en el doble sentido: con mayor estructura para afrontar crisis y la idea de futuro. Y que Cataluña esté más presente en Madrid en el sentido cooperativo. También puede haber instituciones y ministerios en Barcelona.
P. ¿Por qué el constitucionalismo está dividido desde las manifestaciones de 2017?
R. La entidad sirvió para romper la espiral del silencio y para decir a la comunidad internacional que Cataluña es más plural de lo que parece. Seguimos abogando por la entente constitucionalista. Societat Civil ha sido un laboratorio: partidos muy alejados se han sentado en una mesa. Por eso nos cuesta tanto entender que en el resto de España sea tan difícil que los constitucionalistas se sienten a hablar del futuro. Un gobierno de PSOE, PP y Ciudadanos sería capaz de remontar la situación en Cataluña.
P. Pablo Casado y Ciudadanos proponen el 155 permanente.
R. Hace tiempo que no le oigo a él expresarse en estos términos.
P. Es la primera vez que un político activo hasta hace poco es presidente ¿Por qué dio el paso?
R. Societat Civil ha tenido un papel importante y puede tenerlo. Queremos transformar España desde Cataluña. Tengo una historia política de la que estoy orgulloso pero no me propuso el PP. Me vinieron a buscar. Ahora me he dado de baja. Fui trabajador de Societat Civil asumiendo la secretaría de estudios.
P. Torra sigue apostando por la confrontación con el Estado...
R. Siempre ha estado al servicio de ella. Es un líder muy negativo por su inoperancia, radicalidad y sectarismo. Si vuelven a la unilateralidad y la confrontación, responderemos como en 2017 con la máxima movilización. Vamos a elecciones en octubre o en febrero. Y queremos trabajar para asentar las bases de un gobierno en Cataluña que por primera vez en 40 años no sea nacionalista.
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