Bautismo con ‘La bohème’
El director teatral David Selvas debuta con un montaje semiconcertante de la ópera de Giacomo Puccini
Al actor y director teatral David Selvas le encanta la ópera. Y sus primeros pasos en el género permanecerán ligados a uno de los títulos más populares de Giacomo Puccini, La bohème, inmortal retrato coral de un grupo de jóvenes artistas bohemios que comparten ilusiones y penurias en una gélida buhardilla del barrio de Montmartre. Invitado por Manel Valdivieso, director de la Jove Orquestra Nacional de Catalunya (JONC), Selvas ha debutado como coaching teatral de los jóvenes solistas de una versión semiconcertante de la Bohème en el Palau que entusiasmó al público por su vitalidad e impulso juvenil.
Tras su paso por la Atlàntida de Vic (el jueves) y el Palau, la JONC y Valdivieso, ya sin la participación directa de Selvas, viajarán a Alemania para afrontar su bautismo operístico en un montaje escénico con una producción del clásico pucciniano dirigida por Fausto Nardi que se representará del 25 de julio al 4 de agosto en el patio del castillo de Weikersheim (Baden-Württemberg), con un equipo de cantantes internacionales seleccionados por Juventudes Musicales de Alemania.
Para afrontar con éxito ese ambicioso reto — es la primera ópera para la JONC en sus 25 años de vida artística— han estrenado, como imprescindible rodaje previo, una versión semiconcertante en la que Selvas ha movido los hilos teatrales con una propuesta sencilla y clara. A pesar de los cortes en la partitura — sin decorados ni figurantes ni coro infantil, el espectacular segundo acto en el café Momus se quedó en los huesos— la dirección de actores permitió seguir el argumento e imaginar la atmósfera teatral que la música de Puccini describe con prodigiosos colores y detalles orquestales.
Entre las soluciones más ingeniosas, Selvas hace que los jóvenes bohemios expliquen sus avatares dejando un mensaje en un buzón de voz que el público escucha al inicio de cada acto. Y, mientras espera una propuesta para dirigir un montaje operístico completo, muestra en esta primera incursión frescura y acierto en el movimiento y la gestualidad, natural y próxima, de unos personajes con los que pueden identificarse los jóvenes de hoy en día.
Los músicos de la JONC brillaron, con un sonido de calidad, belleza e intensidad, bajo la precisa y vigorosa dirección musical de Valdivieso. Fue también una primera Bohème para los cantantes de la Academia de Ópera de la JONC, que, a pesar de los nervios, compensaron su bisoñez con entusiasmo y entrega.
La voz potente y con brillo del tenor Antoni Lliteres (Rodolfo), los delicados matices de la soprano Violeta Alarcón (Mimì) y el ágil vuelo lírico de la soprano Marta Bauzà (Musetta) destacaron en un reparto completado por los barítonos Guillem Batllori y Ferran Albrich (que se repartieron, a dos actos por barba, el papel de Marcello) y Josep Ramon Cleves (Schaunard) y los bajos Xavier Casademont (Colline) y Roger Casanova (Benoit/Alcindoro).
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