“Emprender debería ser una asignatura”

En un garaje del barrio de Prosperidad se cultivan empresas. Es un garaje singular, sin coches, con césped y habitáculos que sirven de salas de reuniones, formación o de primer box para jóvenes que se deciden a emprender. Es la sede de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Madrid, la única en toda la Comunidad, constituida en 1984 y que desde hace 15 años dirige Raúl Jiménez Frías (Madrid, 41 años). Por allí han pasado entre otras, marcas como El Ganso, empresa textil que cerró el 2018 con más de 200 tiendas y 89 millones de euros en ventas.

¿Qué necesitan los jóvenes para emprender?

No piden subvenciones ni ayudas a fondo perdido, piden acceso a la financiación sin tener que avalar con sus bienes personales. Luchamos por mejorar el acceso a préstamos y financiación y los trámites burocráticos, que se coordinen mejor las Comunidades.

Expone dificultades, ¿Dan lugar a la precariedad en el sector?

Precariedad no, pero sí muchas dificultades, especialmente de información. Cuando viene un joven con una idea no tiene ni idea de cómo se monta una empresa. Hay mucho desconocimiento. En las carreras o clicos se podrían implantar una asignatura de claves para emprender.

¿Existe la igualdad de oportunidades para emprender?

Es cierto que el número de mujeres que emprenden es menor que el de los hombres. Pero las oportunidades son las mismas y en el acceso a la financiación se encuentran en iguales condiciones.

La Comunidad de Madrid lleva años liderando la creación de empresas. ¿A qué cree que se debe?

La situación está mucho mejor que en otras comunidades. Es la comunidad que más incentiva la creación de empresas, la que más ventajas y ayudas ofrece y la tiene que más puntos de información y atención al emprendedor. Tanto el Ayuntamiento como la Comunidad de Madrid han hecho un buen trabajo, creando una red de viveros de empresas. Madrid está a la cabeza con respecto a las facilidades y a los accesos para constituir una empresa.

¿Qué medidas han llevado a conseguirlo?

Una de las claves fue la implantación de la tarifa plana de 50 euros en la cuota de autónomos durante 18 meses. Otra muy buena fue una subvención y ayuda de comercio a través del Plan FICO, con la que financiaba hasta un 60% a fondo perdido la inversión a todos los emprendedores y empresarios que montaran un local a pie de calle vendiendo productos. Han estado ayudando también en la contratación o en el desarrollo app. Las políticas de la consejería siempre han estado enfocadas a potenciar y activar el emprendimiento. Muchos emprendedores de España se vienen a Madrid a desarrollar su proyecto.

¿Y del proyecto, de la idea, hasta conseguir el éxito?

De cada diez empresas que se crean en la Comunidad de Madrid, cinco salen adelante. En nuestra asociación el éxito alcanza el 60%.

Madrid está a la cabeza de España, pero ¿en el ámbito global?

Ciudades como Londres, París o Berlín van un paso por delante. Hay más desarrollo empresarial y tienen un nivel de expansión y evolución más rápido. Seguimos siendo esa España miedosa, pero es cierto que en estos últimos cinco años hemos evolucionado. Estados Unidos, que está en otra liga a todos los niveles, viene a buscar proyectos y también llegan fondos de capital para invertir.

No parece que sea un problema de talento.

El problema principal está en el acceso a la financiación. Los bancos no quieren arriesgar y el emprendedor no quiere avalar con sus bienes personales. Luego hay un problema de oportunidades. En cuanto a la mentalidad, hemos evolucionado. Hace años era impensable que alguien estudiara para luego arriesgar. La generación del noventa está emprendiendo, se han generado muchas start-up, que es el sector estrella.

¿Hacia dónde se dirige el futuro del emprendedor?

El emprendimiento va encaminado a empresas que faciliten la vida y hagan ahorrar tiempo.