Las 72 horas clave de Ciudadanos
El alto porcentaje de votantes que dudan si volver a votar a Aguado, y el veto al PSOE, marcan el final de campaña del partido que aspira a dominar la derecha
Las 72 horas que quedan de campaña electoral deciden el futuro de Ciudadanos en la Comunidad. El 12,2% de los madrileños que optaron por Ignacio Aguado en las elecciones autonómicas de 2015 no están seguros de volver a votarle. Peor. El 12,8% de los votantes que apoyaron a este partido en las generales —hace menos de un mes— dudan si hacerlo de nuevo el próximo domingo. Esos dos datos de la encuesta de 40dB para EL PAÍS no tienen parangón en el resto de partidos, y obligan a Ciudadanos a un esfuerzo extra durante los tres últimos días de campaña. No es un asunto menor. El resultado decidirá la batalla por dominar la derecha que disputa con el PP y examinará las consecuencias de vetar preventivamente cualquier pacto con Ángel Gabilondo, el candidato del PSOE.
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“Probablemente, Ciudadanos tiene más porcentaje de indecisos porque los electores perciben que sus opciones en la Comunidad basculan entre el PP y el PSOE, a pesar del veto a Gabilondo”, opina Ángel Valencia, catedrático de ciencia política de la Universidad de Málaga. "La principal razón de esto es el giro a la derecha y la pérdida del centrismo anterior por parte de Cs", sigue. “Eso hace que su volatilidad sea dual, mientras que entre sus competidores es más unidireccional: del PP a Vox y viceversa”.
“Si bien su giro a la derecha ha sido rentable en las generales, hay muchos electores que votaban a Cs por ser un partido de centro izquierda al estilo UPyD que han decidido no votarles precisamente por ese giro”, continúa José Rama Caamaño, investigador en el departamento de Ciencia Política de la Universidad Autónoma. “Y puede que el elector que vote ahora esté más a la izquierda que el de las generales, y aquí, en Madrid, una región urbanita, les penalice”.
El reto de Ciudadanos se mide por comparación. Frente al 12,8% de indecisos que sí les votaron en las generales, el PP solo se enfrenta a un 7,1% y Vox a un 9,2%. Además, el problema se multiplica a escala municipal, donde el 21,4% de los electores que tuvo Begoña Villacís en 2015 dudan si volver a apoyarla, por el 11,6% del PP.
“La única encuesta que nos vale es la del 26M”, dijo un portavoz del partido cuando se le pidió su opinión sobre esos datos.
¿Por qué es más agudo el problema en el Ayuntamiento de la capital? El sondeo indica que el veto de Aguado a Gabilondo le ha servido para fijar parcialmente al electorado conservador que tenía, combatiendo en parte unas de las debilidades que han acompañado a la formación naranja desde su nacimiento, cuando se ofrecía a pactar a derecha e izquierda en función del programa: generar dudas en ambos lados del electorado. Sin embargo, esa decisión estratégica ha provocado críticas entre alguno de los intelectuales que fundaron el partido.
“Estoy en profundo desacuerdo con este giro copernicano de Cs: en lugar de situarse en el centro se va a la derecha para disputarle la hegemonía en este campo al PP”, argumenta Francesc de Carreras, fundador de Ciudadanos y durante años uno de los principales consejeros de Rivera, que también ha vetado cualquier acuerdo con Pedro Sánchez a escala nacional. “Para mí es un profundo error para todo el sistema de partidos: aboca al PSOE a pactar con Podemos, un partido que no es de izquierdas sino populista”, añade. “Además, si decir no a Gabilondo es decir no a cualquier pacto con el PSOE en las demás comunidades, no solo habrá gobierno central PSOE/Podemos sino también el mismo tipo de gobierno en muchas comunidades”.
Aldea gala
La de Madrid solo puede optar a un Gobierno de derechas (que sume a PP, Cs y Vox) o de izquierdas (que una a PSOE, Más Madrid y Unidas Podemos Madrid en Pie). Es la consecuencia del veto de Aguado a Gabilondo, que en teoría no deja ninguna opción de alianza por el centro. Sin embargo, la firmeza de esa decisión puede ser puesta a prueba por los resultados. Si PSOE y Ciudadanos logran los suficientes diputados como para formar Gobierno, arreciarán las presiones para que lo hagan, pese a las reticencias de las dos partes. Mientras tanto, Aguado perseveró ayer en la idea fuerza de su campaña: o Cs, o el caos.
“Necesitamos que los madrileños vayan a votar el 26 de mayo si queremos que Madrid se convierta en una aldea gala frente al sanchismo y los populistas”, dijo. “Nos jugamos dos modelos absolutamente antagónicos: el de Sánchez y sus socios de Podemos, o el de Cs”.
La apelación a la movilización fue también una llamada a los indecisos. En las próximas 72 horas, Ciudadanos se juega volver a ser clave en la formación de Gobierno —como en 2015, cuando apoyó al PP— o no contar para nada.
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