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La nueva aventura política de Albano-Dante Fachin

El ex secretario general de Podemos en Cataluña se presenta a las elecciones generales con la nueva marca Front Republicà

Cristian Segura
Albano-Dante Fachin, en una fotografía de archivo.
Albano-Dante Fachin, en una fotografía de archivo.

Albano-Dante Fachin, periodista, activista político y sobre todo personaje del star system mediático catalán, será candidato a las elecciones generales del cercano 28 de abril. Fachin será ninguno de lista de una alianza antisistema bautizada con el nombre de Front Republicà, formada por Som Alternativa –el grupúsculo de fieles de Fachin–, Poble Lliure y Pirates de Catalunya –corrientes que forman parte de la CUP–. Un año y cuatro meses después de abandonar Podemos, formación de la que fue secretario general en Cataluña, Fachin consigue una nueva plataforma para promover su ideario político.

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El ideario político de Front Republicà está formado por pinceladas de anticapitalismo, el discurso contra el supuesto régimen autoritario del 78 y, sobre todo, la lucha por la autodeterminación de Cataluña. Fachin es hoy un icono del independentismo, un activo que consiguió con un cambio de guion acelerado. Nacido en Argentina en 1976, Fachin destacó primero como azote de la política sanitaria de los gobiernos de Artur Mas; este marcaje a CiU lo ejerció a través de Café amb llet, medio de comunicación que codirigía con Marta Sibina, su pareja. Sibina, que ha sido diputada en el Congreso por En Comú Podem, se ha sumado a Front Republicà. Fachin, como diputado de Catalunya Sí Que es Pot en elParlament, todavía criticaba en enero de 2017 la propuesta de ley del referéndum y la ley de ruptura con el estado que estaban preparando por entonces Junts pel Sí y la CUP: “En el parlamento estamos para debatir, pero esta supuesta ley se basa en el principio de desconexión que no compartimos y que historiográficamente no tiene precedentes”.

Dos años después, Fachin defiende a capa y espada la legitimidad de la unilateralidad y es aclamado por las bases del independentismo allí donde le lleva su apretada agenda de actos, para defender la república catalana o para denunciar el juicio contra los líderes independentistas en el Tribunal Supremo. Fachin incluso ha dado charlas codo a codo con Mark Serra, conocido nacionalista radical y firme defensor del liberalismo económico –lo opuesto a Fachin–, con quien se encerró en una jaula en Mataró en marzo de 2018, durante una performance a favor de los políticos independentistas presos.

“Facha, lerrouxista, anticatalanista, franquista... ¡Parece que tengo que explicarme mejor! Hay que profundizar en el debate. ¡Seguimos!”. Esto escribía Fachin en Twitter en junio de 2015, un mensaje con el que mostraba un punto de cansancio ante las constantes críticas que recibía por parte del independentismo por mostrarse partidario de la negociación con el Estado. En diciembre de 2016, Fachin volvió a enervar a los que hoy son sus admiradores cuando cargó contra La Marató de TV3, tildando este programa solidario de “verkami para limpiar la cara al fraude”. Fachin es hoy un habitual de las tertulias de la televisión pública catalana. El candidato de Front Republicà también es miembro del Consejo Asesor para el Impulso del Foro Cívico y Social para el Debate Constituyente, un órgano creado por el presidente de la Generalitat, Quim Torra. Fachin causó sensación el pasado febrero en su declaración como testimonio en el juicio en el Supremo cuando aseguró que su profesión es “precario”.

Fachin experimentó durante 2017 una conversión hacia posiciones más extremas en el eje nacional. La base de su pensamiento es que quien no está con el referéndum ilegal 1 de octubre y su legado, no es demócrata. En las elecciones catalanas de diciembre de 2017, Fachin pidió el voto para los partidos independentistas como única opción para defender la democracia, en una clara carga contra los Comunes. “Lazos amarillos fuera; Franco dentro. La equidistancia es imposible”, apuntaba Fachin el pasado 14 de marzo a raíz de la orden del Junta Electoral Central de retirar la simbología independentista de los edificios de la Generalitat durante la campaña electoral.

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Fachin publicó un vídeo en YouTube el 4 de marzo en el que exponía sus dudas respecto a las candidaturas de Junts per Catalunya y de ERC porque, en su opinión, hay riesgo de que faciliten de nuevo la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno sin exigir a cambio la convocatoria de un referéndum en Cataluña y la amnistía de los procesados por el Supremo. Fachin alerta contra la estrategia de votar al PSOE para frenar a la derecha, en concreto a Vox, porque, como escribió en un artículo del pasado enero, él cree que este partido es una creación de las grandes empresas, acusando incluso al grupo editorial alemán Bertelsmann de querer resucitar el nazismo: “Basta de eufemismos. Uno de los accionistas de Atresmedia es Bertelsmann, empresa colaboradora del régimen de Hitler. Hay que señalar a los cómplices del fascismo”.

Su evolución política lo llevó a un agrio enfrentamiento con Joan Coscubiela y Lluís Rabell, líderes de los comunes en el Parlament durante la pasada legislatura, y a romper con Pablo Iglesias. Fachin, especialmente activo en Twitter, llegó a incordiar en las redes al líder de Podemos hasta el punto de que este acabó bloqueándolo. Curiosamente, Iglesias ha depositado su confianza en la estrategia a seguir en Cataluña en Jaume Asens, un político que ideológicamente no dista de las posiciones de Fachin.

La incontinencia de Fachin ha sido protagonista de otras polémicas: en abril de 2018 escribió un artículo en el que pedía echar de la Diada de Sant Jordi a los dirigentes de Ciudadanos y del PP Inés Arrimadas y Xavier García Albiol: “Sant Jordi será siempre nuestro y vosotros estáis fuera. Y por muchos años”. Quizás el momento menos acertado de Fachin lo protagonizó el 21 de septiembre de 2017, frente al Palacio de Justicia de Barcelona. Aquel día se convocó una manifestación contra las acciones judiciales del día anterior. Fachin subió al escenario que había montado la Asamblea Nacional de Cataluña y dijo a la multitud presente: “Hay una prensa que hace bien su trabajo y otra prensa que nos quiere dividir. Nos vemos el 1 de octubre”, Mientras Fachin expresaba estas palabras, periodistas de medios de ámbito estatal eran increpados en aquella misma manifestación.

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Sobre la firma

Cristian Segura
Escribe en EL PAÍS desde 2014. Licenciado en Periodismo y diplomado en Filosofía, ha ejercido su profesión desde 1998. Fue corresponsal del diario Avui en Berlín y posteriormente en Pekín. Es autor de tres libros de no ficción y de dos novelas. En 2011 recibió el premio Josep Pla de narrativa.

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