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Tàpies y Albert Serra, del suelo a la sala de exposición

La fundación del pintor muestra la serie ‘Certeses sentides’ y proyecta ‘Roi Soleil’, del cineasta

José Ángel Montañés
'Apofático', una de las obras de 'Certeses sentides' de Tàpies que pueden verse en la exposición.
'Apofático', una de las obras de 'Certeses sentides' de Tàpies que pueden verse en la exposición.Joan Sánchez

A la Fundación Tàpies le sientan bien los domingos. Después del éxito que vivió al inaugurar ese día, nada corriente para hacerlo, la muestra Diumenge, de Oriol Vilanova en la que más de dos mil personas acudieron con el afán de ver y comprar postales. Ayer, los responsables de este centro de la calle Aragón repitieron experiencia para dar a conocer la nueva exposición con obras del artista y la película del inclasificable cineasta Albert Serra, dos propuestas dispares de entrada, pero, que en el fondo, tienen mucho que ver. Como no podía ser de otra forma, la jornada festiva y de puertas abiertas se saldó con otro día de fiesta plena, ya que fueron más de medio millar las personas que respondieron a la propuesta de disfrutar del arte y tomar un aperitivo.

Cuando la Tàpies abrió sus puertas a las 11 de la mañana ya había publico dispuesto a pasarse los 62 minutos viendo como Luis XIV se retuerce y se arrastra por el suelo antes de morir —sin ánimo de hacer espoiler— al final de la película. Antes o después de ver el filme, los visitantes podían ver las 21 obras de Certeses sentides que Tàpies pintó en 1991; unas piezas creadas sobre textil sintético después de utilizarlas para proteger el suelo del estudio mientras pintaba.

La película 'Roi Soleil' de Albert Serra, durante la jornada de puertas abiertas de la Fundación Tàpies.
La película 'Roi Soleil' de Albert Serra, durante la jornada de puertas abiertas de la Fundación Tàpies.Joan Sánchez

Entre las personas que no quisieron perderse la jornada matutina estuvo el propio Albert Serra que apareció a las 12 del mediodía acompañado de Huc Malla, propietario de la galería Bombelli de Cadaqués donde la cinta se proyectó un día del pasado verano. El de Banyoles, con la tranquilidad que le caracteriza, hablaba con todo el que lo reconocía sobre su película Roi Soleil después de felicitarlo. Mientras, abajo, en la sala donde se proyectaba el filme teñido de rojo pasión, medio centenar de personas seguían, sin pestañear, los movimientos de Lluís Serrat, encarnando al rey Luis XIV, que durante ocho días (cuatro o cinco horas diarias) filmó Serra en una galería de Lisboa. “Siempre filmo con tres cámaras, pero aquí solo utilicé una y sin sonido los primeros días”, explicaba el director.

La sintonía entre las dos propuestas es total. La película de Serra habla de la agonía y de la muerte. “Todo el mundo muere, incluso los reyes, aunque estén rodeados de los mejores médicos”, explica el director de la cinta. Las 21 obras de la serie Certeses sentides de Tàpies, también. Tanto Serra como Tàpies las crearon a partir de la creación de otras obras.

Albert Serra hablando con algunos de los asistentes a la jornada de puertas abiertas de este domingo en la Fundación Tàpies.
Albert Serra hablando con algunos de los asistentes a la jornada de puertas abiertas de este domingo en la Fundación Tàpies.Joan Sánchez

28 años después

“Tapiès realizó estas obras en 1991, un año después de abrir su fundación; son una reacción a su propia identidad y reflejan mucho de la vida del estudio y de la vida que hacía”, explica el director del centro Carles Guerra. En estas pinturas, que parecen tener vida propia porque han acabado onduladas por el material sintético en el que están hechas, pueden verse muchas manchas y huellas del artista y muchos de sus signos de identidad: cruces, ojos, pies, huesos, gafas, letras y objetos.

18 de las 21 piezas ya se vieron el mismo año 1991, cuando el director de entonces de la Fundación, Manuel J. Borja-Villel, las expuso por primera vez. "Las vi en 1991 y vengo a verlas ahora", explicaba Mònica que acudió ayer acompañada de su pareja. Ahora se muestra el conjunto en su integridad por primera vez de la mano de los comisarios, el propio Guerra y Núria Homs, la jefa de colecciones del centro. Junto a las obras también pueden verse una serie de esculturas de bronce y de tierra chamoteada del mismo periodo, otra vez campanas y libros, pero también cráneos cubiertos por venas. “Está muy presente la idea del dolor y de la muerte”, explica Homs que sitúa las obras en un momento en el que el artista perdió a su madre y se vivió la polémica por la escultura del calcetín que propuso para la sala oval del MNAC. Algo que afectó negativamente al pintor.

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Sobre la firma

José Ángel Montañés
Redactor de Cultura de EL PAÍS en Cataluña, donde hace el seguimiento de los temas de Arte y Patrimonio. Es licenciado en Prehistoria e Historia Antigua y diplomado en Restauración de Bienes Culturales y autor de libros como 'El niño secreto de los Dalí', publicado en 2020.

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