El PP intenta rearmarse para frenar a Vox
Casado busca con Díaz Ayuso y Martínez-Almeida portavoces “de una nueva generación” que defiendan “sin complejos” el proyecto popular “de siempre”
“Habla. Convence. Actúa”. Negro sobre blanco, las tres palabras de uno de los primeros lemas de Vox aletean agitadas por el viento de Madrid en una carpa informativa. Les acompañan una bandera de España y otra con el color verde del partido. Los vecinos del parque Juan Carlos I se acercan poco a poco. Algunos reproducen conversaciones ya escuchadas en otras aceras de la capital: “No son extrema derecha, son derecha con mayúsculas”. Y así, con ocho palabras, queda resumido el problema con el que el PP prepara las elecciones municipales y autonómicas de mayo: la irrupción del partido de extrema derecha ha obligado a Pablo Casado a elegir a dos candidatos para Madrid —Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida— que no le hagan ascos a entrar al cuerpo a cuerpo, y que llenen su discurso de contundencia. Así se rearma el PP frente a la competencia de Vox.
García Egea: "Representan la renovación tranquila"
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, defendió ayer que los candidatos de su partido a presidir la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez-Almeida, representan “la renovación tranquila” de la formación.
“Ese es el PP del presidente Pablo Casado y el PP que está construyendo en toda España”, dijo sobre los aspirantes, subrayando implícitamente que el nuevo líder está cambiando muchos de los equipos, portavoces y líderes que heredó en julio —cuando ganó las primarias populares— de la etapa de Mariano Rajoy. En el caso de Díaz Ayuso y de Martínez-Almeida, el PP también ha visto un golpe en la mesa de Casado, porque el líder nacional ha elegido a dos colaboradores de su máxima confianza, dos jóvenes sin casi trayectoria en puestos de responsabilidad en el partido a los que describe como amigos, prescindiendo de políticos de la vieja guardia.
En declaraciones a los periodistas en Almería, García Egea afirmó que Martínez-Almedida es “trabajador, luchador y ha sido el azote” de la alcaldesa de la capital, Manuela Carmena, mientras que Díaz Ayuso está “preparada y es trabajadora”. Y recalcó: “Son jóvenes, han trabajado durante mucho tiempo al servicio de los madrileños y conocen como nadie su tierra”.
“Ahora lo que viene es el choque”, avanza un integrante del Gobierno regional sobre cómo se emplearán los candidatos con el resto de partidos. “Va ser el darle una vuelta de tuerca más a cada declaración”.
“Y aquí no aplica lo de Andalucía, eso de que el PP está acomplejado, ni hay la palanca motivadora que hubo allí con la idea de acabar con 40 años de socialismo, porque aquí estamos en el Gobierno autonómico”, razona otro alto cargo popular que conoce la estrategia electoral que está diseñando el partido. “Se trata de mantener un Gobierno [de derechas] y contra eso será complicado que Vox movilice votos”, añade. Y opina: “En Madrid, la gente que se ha ido del PP por un tema de principios y valores en la época de Rajoy ya se fue a Ciudadanos”.
La misión de Díaz Ayuso y de Martínez-Almeida es detener esa sangría y evitar un trasvase de votos a Vox. El tono beligerante que le imprimirán a sus propuestas es el mismo del líder nacional. Como dijo el PP en un comunicado: “Son una nueva generación que, como el propio Casado, se atreven a defender sin complejos los principios y valores de siempre del Partido Popular con un discurso moderno y eficaz”.
Sin embargo, los estrategas populares saben que Vox representa un problema para sus intereses. El partido de Abascal está especialmente bien implantado en la capital de España, como demostró en octubre, cuando logró reunir a 10.000 personas en el Palacio de Vistalegre. El 3,8% de los madrileños votarían a esta formación en unas elecciones generales, según el barómetro del CIS publicado en diciembre. Y ningún político madrileño se engaña: esos apoyos seguramente se han multiplicado desde las elecciones andaluzas, en las que Vox logró 12 diputados por sorpresa y acaparó titulares al tener la llave del Ejecutivo que unirá a PP y Ciudadanos.
Ayuntamiento de Madrid
“El partido está centrado ahora en reforzar las estructuras y los equipos más que pensando en las candidaturas”, explica Javier Pérez, secretario provincial de Vox. “Si la estrategia del PP es intentar quitarnos votos, la nuestra es intentar convencer los españoles”.
Pese a que no tiene representación en la Asamblea ni en los principales Ayuntamientos, Vox ya entra en los cálculos electorales de todos los partidos. En las elecciones de 2015, menos de 20.000 votos separaron al bloque de Ahora Madrid y PSOE —que le dio la alcaldía a Manuela Carmena— del que formaron el PP y Ciudadanos —al que le faltaron unos 8.000 sufragios para triunfar—. En consecuencia, los más de 40.000 votos que lograron entre Vox (9.843) y UPyD (29.823) fueron decisivos para que Esperanza Aguirre no obtuviera el bastón de mando en la capital, porque no se tradujeron en ningún concejal. A la suma del PP y Ciudadanos solo le faltó un edil para ocupar el poder.
De cara a las elecciones de mayo, queda por saber quiénes serán los candidatos de Abascal a la Comunidad y el Ayuntamiento. Con el líder nacional probablemente reservado para las próximas elecciones generales, Rocío Monasterio —líder del partido en Madrid, donde Vox cuenta con 6.900 de sus 27.000 afiliados— marcará la estrategia de la formación en función de que decida o no presentarse. Lo mismo ocurre con el secretario general, Javier Ortega Smith, que ya fue candidato a la alcaldía por Vox en 2015. Pero todo está en el aire: sin apenas rostros conocidos, los principales políticos de Vox tendrán que dividirse para encabezar otras listas, como las europeas.
“Y para optar a esos puestos primero hay que presentarse a las primarias, en las que votan todos los afiliados, y ganar”, recuerda un dirigente nacional.
Entre febrero y marzo, Vox celebrará su Asamblea nacional. Fuentes del partido consideran improbable que las primarias se convoquen antes. Entonces sonará el pistoletazo de salida: el PP y Vox ya tendrán los candidatos que protagonizarán el pulso por dominar la derecha en Madrid.
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