_
_
_
_

“Me emociona que se abuchee a mi personaje”

El malo de 'El rey León' es el único que no se lleva aplausos

Sergi Albert, actor que interpreta a Scar en el musical 'El Rey León'.
Sergi Albert, actor que interpreta a Scar en el musical 'El Rey León'.Samuel Sanchez

Desde hace más de siete años, Sergi Albert (1973), el actor protagonista más veterano del musical El Rey León de Madrid, ve cómo todos los personajes menos el que él representa reciben aplausos. A Scar, el despiadado hermano de Mufasa, determinado a hacerse rey, le esperan silbidos noche tras noche. La reprobación del teatro al completo es la mayor satisfacción para Albert, emocionado con que el público se crea su actuación. Convertirse en Scar requiere coordinar una delicada máscara, soportar 14 kilos de vestuario, pasar una hora en maquillaje y meterse en la piel de un dictador, papel que preparó estudiando a Hitler y Mussolini.

¿Qué tiene de peculiar ser el malo de este musical?

Ser el malo es un bombón. Todos esos personajes que cuando los ves tienes ganas de matarlos, porque hacen sufrir y los odias, gustan mucho a los actores. Con ellos puedes hacer todo lo que no puede hacer un galán o una princesa. Si por algo se caracteriza Scar es por maquinar constantemente su plan para ser el rey y desbancar a su hermano en una historia que es como un Hamlet puro y duro.

Convertirse en él no es nada fácil…

Requiere una hora y media. Una hora en peluquería y maquillaje, 15 minutos para vestirme y cinco para probar que todo el mecanismo funcione. También hay preparación física y de voz, tenemos que calentar para no hacer los movimientos bruscamente en el escenario.

Siete años, ocho temporadas, 3.000 funciones, ¿cómo evita caer en la rutina?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Estamos en el mejor espectáculo que se podía hacer, sigo viendo los primeros cinco minutos y me sigo emocionando. En el primer acto siempre estoy trabajando con niños, y cada día hace la función uno diferente. Nunca una función es igual, pero menos cuando hay niños. Cada uno trae su historia y eso hace que la rutina en el primer acto no se me dé. Para que tampoco ocurra en el segundo, los directores de Broadway vienen cada tres o cuatro meses y remueven para que sigamos buscando entretenimientos con los cuales disfrutar.

Habla de emoción, ¿qué es lo que más le emociona de su papel?

Es muy curioso, cuando acaba la función hay un abucheo general a Scar y a mí me emociona que el público abuchee a mi personaje. Precisamente creo que, abucheando al malo, el público entiende realmente hasta dónde has llegado en la historia para convencer a 1.500 personas de que lo que tienen que hacer es abuchear al malo. Me emociona que se hayan creído al personaje.

Para eso habrá tenido que prepararse muy bien…

Scar supone un reto porque implica comprender por qué es tan malo, por qué es irónico, por qué quiere matar a su hermano, dónde radica su frustración y por qué su padre no le dio la corona. Todo eso lo sigo desgranando para salir a la función y centrarme en lo que tengo que hacer, que es ir a por todas y conseguir ser el rey. Para prepararme me hicieron ver muchos vídeos de dictadores, reportajes de los nazis, de Hitler y de Mussolini. Querían un discurso de dictador total. Como actor me da mucho miedo tener que representar el mal, te hace pensar cómo viven los dictadores, ellos se lo creen y yo me lo tengo que creer sobre el escenario.

¿Qué es lo más curioso que ha vivido sobre en el escenario?

Hace poco, en la última escena, hay un momento en el que miro a Simba y le digo: “Bien Simba, ahora que tienes la oportunidad, diles quién fue el verdadero responsable de la muerte de Mufasa”. Una niña del público gritó: “Eres tú, tonto”, y justo en el momento de más tensión de la obra todo el teatro se puso a reír. Es impredecible y eso es maravilloso, el contacto y la reacción del público es lo más maravilloso.

Llenar en la Gran Vía de los musicales

No olvida lo duro que es ser actor —"pasas temporadas sin que nadie te llame"—, aunque Sergi Albert disfruta ahora de "un momento muy bonito" gracias a su papel de Scar en el musical El Rey León. Le sigue conmoviendo ver el teatro. "No te acostumbras. Sigo preguntándome de dónde sale tanta gente".

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_