Gritos, acusaciones y cisma en el PSOE de Las Rozas
Una concejal socialista denuncia por segunda vez a otro edil de su partido, que niega los hechos y apunta a un conflicto por controlar las listas electorales
Una ambulancia y una patrulla de la policía acuden este martes al Ayuntamiento de Las Rozas. La concejal María Reyes (PSOE) está siendo atendida por un ataque de ansiedad. Al poco se dirige al cuartel de la Guardia Civil. Quiere denunciar a César Pavón, también edil y también socialista, con el que ha discutido. Es la segunda vez: en marzo, la concejal de origen dominicano ya acusó a su compañero de machismo, acoso y racismo. Aunque aquella denuncia fue archivada, el conflicto permanece y mezcla ese enfrentamiento —expresado en las denuncias— con el político —reflejado en el pulso por controlar las listas electorales de 2019—. Un choque que ha colocado al PSOE local al borde de ser intervenido por una gestora, como ya ha advertido la comisión federal de ética y garantías socialista a los tres ediles rozeños.
“Ha sido un incidente de los muchos que he tenido, de la persecución que vengo sufriendo”, relata Reyes, que ayer vio cómo Pavón entraba en su despacho para mantener una reunión a la que acudieron otras dos personas, según él porque la sala prevista para la cita no estaba habilitada. “Tenia concertada una reunión, se ha metido en mi despacho, se ha metido y se ha sentado en mi silla. Le he pedido que se vaya, no se ha ido y me ha dado una crisis de ansiedad muy fuerte”, resume. “La comisión ejecutiva de mi partido en Las Rozas le había comunicado que no debía estar cerca de mí, ni acudir a mis comisiones, que en las reuniones en las que yo esté él no puede estar”, explica Reyes, que dice que ni el comité federal ni la comisión de garantías del PSOE han recabado su versión cuando Pavón ha pedido su amparo. “Estoy hecha polvo. No se da cuenta de lo que estoy sufriendo. No me ve como una persona. Hay acoso, insultos, machismo y racismo. Le he pedido en multitud de ocasiones: para, no me hables, no me dirijas la palabra, deja de acosarme. Y después de una primera denuncia, va y se sienta en mi silla, se mete en mi despacho, le pido que abandone y no lo hace”.
“El PSOE de Las Rozas tomó medidas para que César no fuera a las comisiones en las que estaba María cuando hubo los primeros incidentes”, corrobora una fuente socialista que pide el anonimato, y dice que la primera denuncia —archivada— reflejó un empujón. “Él ha seguido yendo”, continúa. “Ve que no puede repetir en listas y está en la absoluta indisciplina”.
Discusiones
Pavón niega la mayor. Aunque reconoce las discusiones, asegura que nunca ha habido ninguna agresión, recuerda que ha contado con el apoyo de concejales de otros partidos cuando ha declarado ante la Guardia Civil —los dos enfrentamientos ocurrieron en las dependencias municipales— y se reserva el derecho a emprender acciones legales. El edil encuadra el conflicto en lo político. Dice representar al bando que se impuso en las primarias nacionales —el de Pedro Sánchez— frente al del portavoz actual, Miguel Ángel Ferrero —más próximo a Susana Díaz, según su relato—. Y asegura que en esa lucha de poder está el origen de todo.
“Tengo una compañera dominicana”, cuenta Pavón sobre Reyes. “Tiene controlada la agrupación de Las Rozas, donde hay más de 120 dominicanos inscritos de 300 totales”, apunta. “El secretario general se apoya en su poder y hace un año decide matarme políticamente”, argumenta. “La tesorera, que es la responsable de las cuentas, es esta mujer, y no me enseña las cuentas”, sigue. “Tras la tercera petición tenemos una discusión laboral, de este tenor: ‘A mí no me tomas el pelo. No me las quieres dar”, relata. “Con el tono que fuera”, concede. “Entonces entra un asesor y me empieza a decir que vale ya de acosar a las mujeres, y una serie de barbaridades. [Luego] Me llama la Guardia Civil para decirme que vaya a declarar porque parece ser que ha habido una riña. Y justo la semana pasada me llamaron para decirme que está archivado y sobreseído”. Y remata: “En esta segunda ocasión ha habido otra discusión laboral, como fue la anterior. Hemos podido decir palabras más altas que otras, jamás un insulto, jamás nada de violencia”.
Tras el incidente de ayer, la abogada de Reyes le recomendó que interpusiera una nueva denuncia. En paralelo, Pavón fue a denunciarla a ella por una supuesta denuncia falsa. Mientras, el PSOE rozeño quedó partido en dos, y al borde de la gestora.
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