El jefe de los Mossos no es invitado a la toma de posesión del nuevo Govern de Torra

El nuevo Gobierno de la Generalitat no ha invitado al jefe de los Mossos, Ferran López, a la toma de posesión de los consejeros. Al acto ha asistido únicamente la guardia de honores de la policía catalana, según fuentes policiales. López sí acudió el jueves 17 de mayo a la toma de posesión de Quim Torra como presidente de la Generalitat. Una portavoz de Presidencia asegura que el acto estaba reservado para los consejeros y sus familiares y que de autoridades se ha invitado únicamente al presidente del Parlament, Roger Torrent, a la Mesa, a los grupos parlamentarios y a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. Y alegan una cuestión de falta de espacio para invitar a más personas.

Algunos mandos policiales leen la decisión como una nueva instrumentalización política de los Mossos d'Esquadra. "Se ha vetado al jefe del cuerpo y con él a todos nosotros", lamentan fuentes policiales, que atribuyen la decisión al hecho de que López fue designado por el Ministerio del Interior en sustitución del mayor Josep Lluis Trapero. "Ya no somos los mismos de antes, que no jueguen con nosotros", avisan. Otras fuentes celebran que haya una mayor distancia entre los políticos y los mandos policiales que en épocas anteriores.

López fue designado jefe de los Mossos con la aplicación del artículo 155 de la Constitución, después del cese de Trapero por parte del Gobierno central. López ha actuado como un muro de contención, aseguran fuentes policiales, para tratar de que la intervención afectase lo más mínimo a los Mossos. Una de las decisiones más cuestionadas que tomó fue la destitución de la jefa de prensa de Mossos, Patricia Plaja, tras un tuit criticando al poder judicial por la sentencia de La Manada. Plaja sigue en el equipo de comunicación de la policía catalana.

El nuevo consejero del Interior, Miquel Buch, es ahora quien decidirá si mantiene a López al frente del cuerpo o si nombra a otro de los comisarios como máximo responsable de la policía catalana. Todos los sindicatos coinciden en una cosa: piden a Buch que mantenga a los Mossos alejados de la política y del procés. Y también indican que la etapa de López ha supuesto cierta calma en el cuerpo, tras una época muy complicada.

El anterior consejero del Interior, Joaquim Forn, en la actualidad encarcelado, sostuvo hasta el final un discurso ambiguo sobre el papel de los Mossos durante el referéndum del 1 de octubre, que fue ilegalizado. Forn aseguró que los Mossos permitirían que se votase con seguridad. Las declaraciones causaron malestar entre los mandos del cuerpo, que evitaron cualquier crítica pública, pero que se lo comunicaron al expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont.

Trapero se reunió en dos ocasiones con el expresidente catalán, acompañado de diversos mandos de la cúpula, entre ellos López. En los encuentros, le advirtieron de que el referéndum podía suponer un grave problema de orden público y le pidieron que lo desconvocase. Trapero se encuentra en la actualidad imputado, acusado de sedición y organización criminal, a la espera de juicio y relegado a labores administrativas en el cuerpo de Mossos.