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Cierra la sala Hebe de Vallecas tras 38 años de actividad

Los propietarios atribuyen la decisión a la imposibilidad de celebrar conciertos por exceso de ruido

Fachada del Hebe en una foto de 2014.
Fachada del Hebe en una foto de 2014.SANTI BURGOS

El histórico bar y sala de conciertos Hebe, situado en el barrio de Vallecas de Madrid, ha anunciado que echará el cierre el próximo día 26 de mayo, después de 38 años de actividad musical, ante la imposibilidad de seguir ofreciendo conciertos, según explican sus propietarios en un comunicado difundido este lunes a través de Facebook. Situado en la calle de Tomás García, el local ha sido durante todos estos años un referente del rock de barrio en el que se han dado cita bandas míticas y varias generaciones de seguidores de un estilo musical que se resiste a morir.

La decisión de cerrar se debe a la imposibilidad de organizar conciertos en el recinto por el exceso de ruido desde hace tres meses, lo que implica unas pérdidas económicas “que no podemos soportar, sobre todo viendo que en los próximos meses no vamos a poder solucionar nada”, explica el comunicado en referencia a los requerimientos municipales que obligarían a afrontar una costosa reforma.

“Llevamos desde finales de marzo sin conciertos, hemos buscado la mejor manera para no superar el ruido, pero no hemos podido”, se lamentaba ayer el encargado del local, que prefiere no dar su nombre. “Estamos en una situación muy difícil y esto sin conciertos no se mantiene”, añadió. Las alternativas a los conciertos que han ensayado, como sesiones de monólogos, no aportan ingresos que permitan pagar a los trabajadores.

Desde varias plataformas digitales y locales amigos se les ha dicho que hagan una recaudación por crowdfunding, algo que rechazan porque "estirarlo seis meses no sirve de nada". Manolo Ronquillo, actual propietario, no quiere hacer declaraciones, pero zanja la conversación con una máxima muy propia del ambiente: "No nos iremos sin hacer ruido".

El comunicado destaca que la decisión se debe a la prohibición de organizar conciertos. "Esperamos que esta sea una medida provisional, pero es difícil, esto se está alargando muchísimo. Y lo de no poder hacer conciertos nos suponen unas pérdidas económicas que no podemos soportar, sobre todo viendo que en los próximos meses no vamos a poder solucionar nada", dice el texto.

"Esta decisión es dolorosa después de más de 38 años vida. Nos duele sobre todo por los grupos, porque sabemos las dificultades que tienen para encontrar locales donde tocar. Pero no tenemos más remedio. El 26 de mayo será el último día que abriremos, ha sido un honor estar toda una vida con vosotros".

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