Radiografía del teatro alternativo de Madrid
El circuito ‘off’, que acoge desde hace cuatro décadas a los creadores más inquietos de la escena contemporánea, reúne sus mejores propuestas en la muestra Surge
Cuatro semanas de estrenos continuos en 22 salas, 27 obras de teatro, 2 de movimiento, 22 de creación multidisciplinar, más de dos centenares de artistas, 2 laboratorios de experimentación... Estas son las mareantes cifras de Surge, la muestra de creación escénica alternativa que financia la Comunidad de Madrid, que dan cuenta de la vibrante actividad artística que bulle más allá de los circuitos institucionales y comerciales. ¿Cómo desbrozar una programación tan intensa y heterogénea? Una radiografía del movimiento alternativo madrileño (y de la fauna que lo habita) puede aportar pistas.
Las salas
En los años ochenta se fundaron las primeras salas alternativas madrileñas: Cuarta Pared, Triángulo, Pradillo, Cambaleo, Ensayo 100... Surgieron de una necesidad de los artistas: disponer de espacios propios para investigar y hacer un teatro distinto, renovador, en reacción a la parálisis y uniformidad que impuso la dictadura. No importaba tanto el resultado como la voluntad de experimentar: a veces salen maravillas y otras veces hay que desechar trabajos. Nació así uno de los movimientos más fructíferos de la escena española, donde se forjaron algunos de los grandes nombres del teatro contemporáneo, desde Rodrigo García hasta Angélica Liddell.
Pero lo más interesante de este movimiento es que sigue vivo casi 40 años después. En este tiempo han nacido más espacios, otros han desaparecido, otros se han transformado, ha habido altos y bajos, ciclos, festivales… pero hay una cosa que no ha cambiado: las salas alternativas siguen siendo el principal cobijo en Madrid para los creadores más inquietos e inclasificables. Sin olvidar su función social: salpicadas en diferentes barrios y municipios de la Comunidad, han funcionado como agentes de divulgación teatral allí donde la política cultural no ha sabido llegar.
Hoy hay casi más de 30 salas en la Comunidad de Madrid, algunas minúsculas, cada una con su personalidad. Unas están consagradas a la creación más experimental, como Pradillo, el Curro DT y Nave 73, mientras que otras apuestan por formatos y géneros más convencionales (Guindalera). Algunas están ligadas a figuras consolidadas, como Mirador (Cristina Rota) y Guindalera (Juan Pastor), aunque la mayoría nacieron asociadas a compañías con estilo propio, como Cuarta Pared, Cambaleo, Montacargas. Algunas tienen una línea de programación muy clara, como el Teatro del Barrio, combativo y muy político, mientras que otras picotean aquí y allá (Usina, Lagrada, Umbral de Primavera, Azarte). La mayoría, eso sí, tienen escuelas que generan unos ingresos vitales y que, además, impulsan una comunidad artística muy identificada con cada espacio.
En Surge participan 22 salas. Lo peculiar de esta muestra es que la selección de los espectáculos la hacen los propios gestores de estos espacios, no un director artístico general: cada uno envía sus propuestas a los dos comisarios del certamen, Alberto García y Natalia Ortega, que hacen la selección final en función del número total recibido. “De esta manera es seguro que la programación refleja de manera fiel lo que habitualmente sucede en cada sala”, aseguró García a EL PAÍS en la presentación de la muestra.
Los artistas
No es fácil desbrozar nombres entre los más de 200 creadores que participan en Surge, entre dramaturgos, directores, actores, escenógrafos... Como mucho, se pueden señalar los que tienen una trayectoria identificable. Encontramos, por ejemplo, figuras bien conocidas del circuito alternativo: Carlos Be, autor y director de Llueven vacas, una obra sobre violencia de género que ya tuvo su estreno en el cine; Cristina Rota, maestra de actores, que estrena Trágicas, una versión de Un trágico a pesar suyo, de Chéjov; Miguel Ángel Altet, artista del entorno de Rodrigo García y Angélica Liddell; la coreógrafa Carmen Werner, ganadora del Premio Nacional de Danza 2007; Irina Kouberskaya, Juan Pastor y Carlos Sarrió, fundadores de Tribueñe, Guindalera y Cambaleo, respectivamente.
Por supuesto, encontramos también los nombres más rutilantes de la escena emergente: Gon Ramos, Antonio Rojano, José Padilla, Carlota Gaviño, Íñigo Rodríguez-Claro, Xus de la Cruz... Y un caso particular: Carlos Olalla, veterano actor curtido en televisión, hace el camino inverso al habitual (de lo comercial a lo alternativo) para presentar un texto propio, Vía muerta.
Los formatos
Cuatro semanas de estrenos continuos
- ¿Cuándo y dónde? El festival Surge se desarrolla desde ayer hasta el próximo 3 de junio en 22 teatros y espacios alternativos de la Comunidad de Madrid.
- Protagonistas. La muestra recoge una selección de obras de artistas que habitualmente trabajan en las salas alternativas madrileñas. En total, incluye 51 estrenos, 160 funciones y 2 laboratorios de creación.
- ¿Cuánto? El Gobierno regional, que financia íntegramente la muestra (con el sostenimiento de las salas), aporta 385.000 euros.
Si hay algo que caracteriza a los teatros alternativos es la variedad: de géneros, de lenguajes, de temas... Esto a veces cristaliza, por la convivencia que se da entre los artistas que pululan en su entorno, en fusiones y formatos sorprendentes. En Surge también se refleja esta realidad, agrupada bajo el nombre de Actividades Transversas: ahí se incluye desde una instalación de textos en los baños de las salas hasta un paseo por la ciudad y una Conferencia cuántica para luz y voz. En línea con la vocación de investigación de estos espacios, la muestra también ha organizado dos laboratorios de creación, dirigidos por la compañía Voadora y la actriz Consuelo Trujillo.
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