El 57 % de las agresiones racistas no se denuncian
Sos Racismo recoge 485 denuncias por xenofobia en Cataluña durante 2017
“Un 57% de las personas que aseguran haber sido víctimas de racismo y dan el paso de venir al servicio de atención de SOS Racismo al final no denuncian sus casos. Lo preocupante es que, además, en este porcentaje sólo se incluye la gente que ha confiado en nuestra entidad por lo que las situaciones que quedan ocultas son muchísimas”, denunciaba ayer la directora de la entidad, Alba Cuevas.
En toda Catalunya SOS Racismo recogió, el pasado 2017, 485 denuncias por xenofobia de las cuales solo 213 son causas nuevas y el resto expedientes abiertos otros años y que todavía tienen recorrido judicial. Cuevas -junto con la coordinadora del Servicio de Atención y Denuncia (SaiD) de la entidad, Alicia Rodríguez- presentaron ayer el documento Informe Invisibles. El estado del racismo en Catalunya 2017.
De las 213 causas nuevas, 122 (el 57%) han acabado sin denuncia. Sólo 91 nuevos casos fueron denunciados, 34 (el 37%) por la vía penal mientras que 57 (el 63%) optaron por otra vía para denunciar las discriminaciones racistas. La mayor parte de las denuncias, 26 (un 29%) fueron contra cuerpos de seguridad. Rodríguez resaltó que es una constante de los últimos ocho años. La mayoría de las quejas fueron contra la Guardia Urbana (34%), los Mossos (30%), los funcionarios del Centro de Internamiento de Extranjeros (15%), la Policía Nacional (11%), la Guardia Civil (4%), otras policías locales (4%)… La segunda tipología es la situación de conflicto entre particulares (23%), la tercera y cuarta causa que motivan situaciones de discriminación se refieren al acceso de derechos sociales (8%) y a hechos relacionados con la discriminación laboral (8%).
El SaiD se puso en funcionamiento hace 25 años y durante este tiempo ha dado atención a más de 9.000 personas. En la presentación realizada ayer destacaron el caso de Nadia Ebrahim una joven que en 2014 empezó a denunciar los insultos y agresiones racistas que recibía por parte de su propio tío después de que ella contrajera matrimonio con un hombre senegalés, adoptara un niño de Mali y tuviera un hijo biológico. En la rueda de prensa explicó el “infierno” que soportó después de que su tío llegara a agredir a su marido e incluso a enterrar un cerdo en su jardín. Ebrahim expresó su temor inicial a denunciar y los costes de pareja que le ha supuesto gestionar esta situación.
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