Contra las ‘fake news’, periodismo
Un debate del Consell Audiovisual de Catalunya (CAC) alerta de la necesidad de contrastar las noticias frente a la desinformación
La “noticia” de que el Gobierno de Islandia pagaría 1.800 euros al mes a los hombres que se casaran con una mujer islandesa emitida en un vídeo de YouTube tuvo un millón de visualizaciones. Fue completamente inventada y el gobierno islandés la desmintió. La “noticia” de que la Universidad de Oxford daría 15 minutos extra de tiempo a las mujeres para hacer los exámenes era falsa a medias ya que la medida sí se tomó pero el universo no eran solo las mujeres, sino todo el alumnado. La “noticia” de que el Ayuntamiento de Oviedo prohibiría mirar y dirigirse a las mujeres en la calle, que partía de un contenido humorístico originado en las páginas satíricas de 12 minutos.com, se difundió como noticia real en varios medios y plataformas de Internet. Son tres ejemplos a los que alude un informe del Consell Audiovisual de Catalunya (CAC) sobre las fake news de género que llegan a reforzar la discriminación de las mujeres.
La referente a Islandia ha sido un ejemplo del fenómeno “desinformación informativa” en un debate organizado por el CAC en torno a la información en la era del fake news dentro de una serie de reflexiones del Fòrum de Comunicació que hoy han desarrollado los periodistas Marta Sugrañes (TVE), Toni Cruanyes (TVC) y Agnès Marquès (RAC1) moderados por Mònica Planas. Un fenómeno que está directamente relacionado con la circulación masiva e inmediata de todo tipo de informaciones en las redes sociales que son el instrumento de conocimiento, en primera instancia, del 48% de la población, una proporción que sube al 75% en el caso de los jóvenes a través de Facebook, Twitter y otras.
Un informe de la Unión Europea sugiere algo parecido a una receta frente a ese fenómeno: alfabetización mediática, reforzar el papel de los medios de comunicación y adoptar un código de buenas prácticas. Esa es la teoría. ¿Qué tienen que hacer los medios de comunicación frente a una gran saturación informativa? “La verdad es que es un drama el impacto que tiene la invasión de información de las redes sociales porque cada vez necesitamos más tiempo para comprobar si algo es cierto o no”, reconocía Sugrañes. “Yo lo resumiría en los mecanismos de siempre, contrastar las informaciones. Hacer las llamadas que tocan antes de dar crédito a algo que circula por las redes”, añadía Marquès. Cruanyes, presentador del TN de la noche, ponía otro ejemplo de lo que pasó hace unos días cuando circuló por las redes que el ex consejero Joaquim Forn padecía tuberculosis: “Hay que comprobar si es verdad o no, y llamar y dar la información que se contrasta que en ese caso era que no se trataba de tuberculosis”.
Hubo bastante cuórum en que, además de contrastar, el bagaje profesional es otra buena herramienta para discernir lo falso y también reconocieron que un obstáculo para ponerlo en la práctica es “ellos lo han dado”. Otro problema más: la viralidad de las informaciones o “discernir entras las que tienen vida solo en las redes sociales y se quedan ahí de las que sí tienen un interés informativo”, ha añadido Marquès. Y otro: las prisas.
Ser emisor en las redes no es lo mismo que ser periodista. Pero, ¿cómo se enfoca una noticia o información en televisión o radio que circula por las redes sociales? “En televisión, de los periodistas se espera que las noticias se expliquen, se argumenten y que se haga ordenadamente con criterios periodísticos”, sostenía Cruanyes. El ejemplo de lo que ha ocurrido esta semana con el asesinato de Gabriel Cruz en el tratamiento televisivo ha dado juego en el debate. “Es un claro ejemplo de que el espectáculo televisivo ha multiplicado la conmoción”, en opinión de la periodista de RAC1 que como sus colegas en el encuentro se mostraba muy crítica por la confusión buscada de algunos programas de entretenimiento de las cadenas privadas -Antena 3 y Tele 5- de utilizar elementos habituales de los programas informativos- como las conexiones en directo- para realzar el mensaje “de lo que es puramente un programa de tertulia entre opinadores”. Cruanyes miró un poco en casa propia y reconoció que el procès se ha convertido, en TV3, en contenido de programas de entretenimiento. También reconoció que, objetivamente, al informativo del TN –que como el resto de los catalanes básicamente se sumó a las noticias del asesinato de Gabriel a partir del domingo con la detención de la sospechosa y el hallazgo del cadáver- no le interesaban los detalles del caso “pero vamos a remolque de todo y eso pasa porque es un sistema de televisiones que es una mierda que se basa en un negocio para que la gente pase el rato viendo la tele y, mientras, les ponemos anuncios”.
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