La banca por internet busca trabajadores en Barcelona
El sector 'fintech', los servicios financieros tecnológicos, cuenta ya con 295 empresas en España
Arriesgado y que sepa trabajar bajo presión. Este perfil de trabajador es la definición del empleado ideal que dan las empresas de fintech, el sector de los servicios financieros tecnológicos que pretende independizarse de la banca tradicional. Según la consultora Finnovating, en España ya hay 295 compañías de este tipo. El auge del sector ha llevado a las compañías a acudir a los cursos MBA de Barcelona para contratar a profesionales con experiencia directiva y amantes de la tecnología.
Las empresas fintech nacieron con las aplicaciones para móviles y con la creación de las criptomonedas. Se abría una ventana para crear nuevos productos e ir más allá de la banca tradicional: transferencias por internet, gestión de los pagos, de las inversiones o de los seguros en el móvil, negocio de divisas con criptomonedas... En pocos años, la pequeña red de start up financieras que apoyaban tecnológicamente a los grandes bancos ha pasado a ser un ecosistema de centenares de empresas que ya funcionan sin estar bajo el paraguas de la banca tradicional.
El auge de las fintech ha llevado a las compañías a ampliar sus plantillas y, en su búsqueda de talento, se dirigen a los cursos MBA de Barcelona. Ahí están los directivos con experiencia empresarial, con ganas de entrar en un sector disruptivo y empapados del ecosistema innovador barcelonés, cuyo máximo exponente es el Mobile World Congress que se celebra esta semana. En esta feria, y en el evento sobre start up 4YFN, hay una importante presencia de las fintech y del debate sobre las posibilidades de estas compañías.
El alto precio de un curso MBA implica que las escuelas de negocios centren buena parte de sus esfuerzos en conectar a los estudiantes con el mercado laboral. En IESE, por ejemplo, el centro organiza dos foros al año en los que invitan a empresas de renombre para se pongan en contacto con los 360 estudiantes de su MBA. Por primera vez, en el foro de IESE participan fintech.
“Es su momento, están yendo a por el talento que antes se dirigía a empresas más tradicionales”, afirma Patrik Wallén, responsable del servicio de carreras profesionales de esta escuela de negocios. Según Wallén, esta opción es muy atractiva para los alumnos, porque las habilidades tecnológicas van muy buscadas en las compañías tradicionales.
Una de las fintech en busca de talento es N26, que precisamente empezó como el servicio digital de un banco alemán, pero que con el tiempo se ha separado de él para ofrecer productos propios. “Nos hemos convertido en una cuenta bancaria en tu móvil”, explica Francisco Sierra, director general en España de esta empresa de 380 empleados. Sus productos van dirigidos a facilitar el día a día del consumidor y a conseguir “la mejor experiencia del usuario”: no hay comisiones, la tarjeta es gratuita y no es necesario hacer un uso mínimo, y todo se puede hacer “con un click”. “Mucha gente empieza a ser cliente porque va de viaje a algún lugar y no quiere pagar comisiones, y luego se acostumbra”, explica Sierra.
En el foro del IESE participan hasta seis fintech, algunas conocidas como Circle, otras muy innovadoras, como Bitinka. Esta empresa peruana de 50 trabajadores está a punto de abrir una sede europea en Barcelona. El negocio de Bitinka se centra en las criptomonedas. Su principal actividad es permitir la transferencia entre divisas distintas: envías una cantidad en euros y en pocos segundos ya se ha transformado en pesos, por ejemplo. En medio, un ordenador ha usado los euros para comprar bitcoins y los ha vendido en forma de pesos.
A pesar de la falta de regulación que existe en el campo de las criptomonedas, Walter Salmeri, responsable de márketing de Bitinka, cree que la tecnología blockchain, la que permite la circulación de criptomonedas, ha venido para quedarse: “Representa una evolución enorme para Internet, es la descentralización de la confianza, todos los datos están encriptados por miles de usuarios en el mundo”. Por eso cree que entrar ahora en una empresa fintech es la mejor manera de labrarse una carrera: “En cinco años, todas las empresas van a querer a alguien que sepa de tecnología blockchain y criptomonedas, y más si es un directivo”.
Formar parte del futuro de las finanzas
"Yo había trabajado nueve años en el departamento de finanzas de una empresa metalúrgica en Argentina, pero ahora tengo ganas de trabajar en la innovación de las finanzas. En las fintech hay mucho crecimiento", explica Matías Nicolás Rodríguez, de 33 años. Rodríguez es alumno de un MBA y forma parte del Club Fintech, que con casi 80 miembros apuesta por presentar esta carrera profesional a los estudiantes. "Es arriesgado, no sabes si vas a conseguir un trabajo completo, si al cabo de un tiempo de todas las fintech que hay solo van a quedar unas pocas, o si la regulación va a cambiar mucho el fenómeno", admite Lucas Castro, un alumno brasileño que tantea la idea de hacer las prácticas de verano en una de estas empresas. "Pero es muy divertido formar parte de esta disrupción. No solo se puede hacer dinero en estas empresas, sino que puedes ser parte del futuro", concluye.
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