La división en dos bloques se enquista en el último debate antes de las elecciones

El último debate antes de las elecciones catalanas del jueves reflejó anoche el enquistamiento y las diferencias entre el bloque independentista y el constitucionalista y apenas dejó espacio para que afloren posibilidades de pacto. Los secesionistas de Junts per Catalunya, Esquerra Republicana y la CUP se enrocaron en su idea de “restituir”o “restaurar” el Gobierno destituido y el plan independentista. Enfrente, el bloque constitucionalista, con pocas pero visibles fisuras, defendió la aplicación del 155 y “pasar página” al proceso separatista. Miquel Iceta, del PSC, sí buscó complicidades con el bloque independentista.

A medida que se acerca el final de la campaña y que las últimas encuestas han situado a Ciudadanos y ERC encabezando las preferencias de los ciudadanos, los debates se han enconado alrededor de sus aspirantes. En el debate de ayer, Esquerra estuvo representada por su número dos, Marta Rovira, que hasta ahora se había mantenido al margen de los cara a cara por la ausencia del encarcelado Oriol Junqueras. La candidata republicana recibió buena parte de las invectivas del bloque constitucionalista. Sin desmarcarse de la dinámica de bandos, insinuó una posibilidad de acuerdo con el PSC, al que evitó citar directamente. Dijo que no ve posibilidades de acuerdo con ningún partido defensor de la intervención del autogobierno a menos que dicha formación “lamente, se disculpe y rehabilite" los efectos del 155.

Inés Arrimadas, de Ciudadanos, la otra gran favorita para ganar las elecciones, fue el pararrayos de los independentistas, al tiempo que defendía que Cataluña debe pasar página a cuatro años de secesionismo. “Prometisteis la independencia y en su lugar os habéis cargado la autonomía”, recriminó a los partidos que han gobernado. Arrimadas mantuvo una actitud conservadora en un debate que emitía TV3 y que motivó especialmente a los independentistas. Optó por rehuir el cuerpo a cuerpo y lanzar propuestas como “levantar alfombras” para descubrir eventuales irregularidades en la Generalitat.

Lengua e indultos

Iceta alzó la voz para diferenciarse de Ciudadanos y hacer guiños al electorado catalanista no independentista. Insistió, aunque con matices, en su propuesta de indultar a los líderes independentistas si son condenados, lo que le valió reproches desde ambos lados. El primer secretario del PSC se desmarcó más claramente de Ciudadanos y del PP con una cerrada defensa del modelo lingüístico, con el catalán como lengua vehicular. El asunto entró en el debate a raíz de una pregunta dirigida a Arrimadas acerca de si eliminaría “la obligación” de que los maestros conozcan el catalán. La líder de Ciudadanos titubeó, lo que Iceta aprovechó para hacer gala de su defensa de la inmersión.

Con la mayor parte de críticas a la candidata de ERC, el representante de Junts per Catalunya, Jordi Turull, optó por centrar su discurso en la idea de que lo importante es “restaurar” a Puigdemont como presidente. Así busca capitalizar el voto separatista frente a una ERC que sigue defendiendo a Junqueras como único candidato.

El candidato de Catalunya en Comú-Podem, Xavier Domènech, intentó colarse entre los bloques llamando a pasar página del procés y criticando la aplicación del 155. Sin embargo, recibió duras invectivas desde ambos frentes. Turull le acusó de jugar a la “equidistancia entre porras y urnas”. El popular Xavier García Albiol destacó los estragos que ha causado el procés, mientras que Carles Riera, de la CUP, destacó su agenda social rupturista “en el marco de la nueva república”.