Cifuentes rebajará 19 millones el coste del Metro Ligero Oeste

Las dos líneas del Metro Ligero Oeste (MLO) se han convertido en uno de los grandes lastres de las infraestructuras de transporte de la región. Esperanza Aguirre inauguró el tren el 20 de julio de 2007, que, entonces, contaba hasta con expectativas de ampliación hacia Las Rozas y Majadahonda. La construcción, con una inversión de 600 millones, corrió a cargo de una Unión Temporal de Empresas (UTE), encabezada entonces por OHL. Como contraprestación, las mercantiles recibirían un canon por viajero. Un sistema similar al elegido para construir las autopistas de peaje a la sombra (M-45 y la M-501).

Pero la demanda no evolucionó como se esperaba y nunca se consiguieron alcanzar los millones de usuarios previstos. En este escenario, la Comunidad de Madrid llegó a un acuerdo en 2011 con las concesionarias que veían peligrar su negocio.

Según el nuevo pacto, se pagaría a MLO por el 67% de los viajes previstos inicialmente, se alcanzaran o no. Así ha continuado hasta ahora. En 2016, usaron las dos líneas de MLO 5,5 millones de viajeros, pero los madrileños pagaron como si las hubieran utilizado 16,5 millones.

La Consejería de Transportes ha decidido poner coto a este importe con el inicio de un expediente de reequilibrio del canon. Ha enviado el documento a MLO, y se encuentra a la espera de su contestación. La empresa cuenta con un plazo de 10 días para interponer alegaciones que finaliza el 22 de noviembre. Las nuevas condiciones permitirán ahorrar 19 millones de euros con respecto a la cantidad prevista a abonar este año, aseguran fuentes la consejería. Además, el ahorro se prolongará hasta el final de la concesión.

La Comunidad de Madrid sostiene que desde que entró en servicio la infraestructura se han producido disminuciones del servicio en cuanto a frecuencias de trenes y horarios, para adaptarlo a la demanda real. Todas las modificaciones han contado con la conformidad de la consejería y han provocado que la empresa tenga que hacer frente a menores reinversiones y costes de explotación.

Para llegar a las cifras propuestas, se ha realizado un “exhaustivo” estudio económico financiero, asegura un portavoz de Transportes. El ahorro es retroactivo, añade, de tal forma que se calcula lo que se ha pagagado de más en estos últimos años. “Con la nueva tarifa fijada se equilibran los pagos de todo el periodo de concesión”, sostienen.

El MLO forma parte de la red de metro ligero de Madrid que se construyó para dar servicio a los 320.000 habitantes de zonas como Las Tablas, Sanchinarro y distintas urbanizaciones de los municipios de Boadilla, Pozuelo o Parla. La Consejería de Transporte publicita sus virtudes, entre otras haber conseguido incrementar el año pasado en un 7,5% con respecto al año anterior o que su uso evita la emisión de más de 7.300 toneladas de CO² al año, el equivalente a la combustión de 3 millones de litros de gasolina.

Pero el MLO nunca ha convencido a los viajeros. Uno de los problemas más repetidos por los usuarios es la lentitud de los trenes, que en algunos lugares con curvas tienen que disminuir de una forma importante la velocidad. La mayor parte de sus potenciales usuarios optan por otros medios de transporte, desde el vehículo particular, a las rutas privadas de las empresas o el tradicional autobús. El MLO cuenta con dos líneas la ML2 (Aravaca-Colonia Jardín), de 8,7 kilómetros y 13 estaciones, y la ML3 (Colonia Jardín – Boadilla), 13,7 kilómetros y 16 paradas.