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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El fracaso de un modelo

El autor plantea la necesidad de revolucionar la organización del PSOE-M y recuperar la esencia de una militancia activa

Cuando el escorpión picó a la rana en medio del rio y se ahogaron los dos, la mirada estupefacta de la rana se encontró con la serenidad del escorpión que venía a decirle: qué quieres que haga; es mi naturaleza, es lo que llevo haciendo toda la vida.

En las primarias del PSOE de Madrid hay un debate de fondo y un falso debate. El falso debate, el de los de siempre, impone el argumento de que basta con hacer algunas reformas en la dinámica de desintegración y de falta de proyección social en la que estamos, pero el tiempo de cambiar algo para que todo siga igual ya ha pasado. Decir que se cuenta con la militancia mientras se negocian ejecutivas en B y candidatos a dedo, apela a un continuismo de prácticas políticas que nos han llevado precisamente a donde estamos ahora: en medio de ninguna parte.

El debate de fondo plantea la necesidad de revolucionar la organización y recuperar la esencia de una militancia activa, informada y participativa. No nos creemos las tutelas ni la administración delegada, que es el sinónimo de “Madrid está controlado”: queremos un proyecto de Madrid para Madrid. Un partido intervenido es un partido muerto y un partido muerto no gana elecciones. Y no se puede ser un partido fuerte en España si no se es un partido fuerte en Madrid. No creemos en los liderazgos de conveniencia que han negociado con todos los microliderazgos madrileños para mantener el statu quo. Causa pudor ver cómo se dice que hay que cambiar la forma de hacer las cosas, a la vez que se hace lo mismo que se dice que tenemos que cambiar.

El modelo “Distrito Federal de Ferraz” no funciona. Ya hemos sufrido el fracaso en Madrid. Resultados electorales de tercera o cuarta fuerza política, una secretaria general políticamente irrelevante, ausencia de liderazgo social, agrupaciones cerradas, cada vez menos afiliados…

La opción que ofrecen los de siempre, representada en la candidatura del compañero Franco, lleva más de 20 años encontrando acomodo en las estructuras del partido y negociando con corrientes, generaciones y territorios. Su naturaleza es esa y ya ha dado muestras de ello, retirando a la lideresa socialista de Madrid de la carrera por la secretaría general y dictándonos quien debe ser candidato y quien no. Sabemos lo que puede pasar de nuevo. Así que si nos ahogamos, por lo menos esta vez sabremos que el escorpión nos había avisado. Pero tenemos la opción de mirar adelante y construir un PSOE mejor para un Madrid mejor.

Eusebio González Jabonero es candidato a la Secretaría General del PSOE-M

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