La Mercè coloniza nuevos escenarios
La fiesta llega a cinco de los diez distritos de Barcelona e incorpora escenarios como el parque de Sant Martí
Cuando llega la Mercè los barceloneses cogen el programa, eligen qué les apetece, bajan al metro... y cada vez van más lejos. La política del ejecutivo de la alcaldesa Ada Colau de descentralizar la fiesta —que el año pasado triunfó con escenarios como el del parque de la Trinitat— continúa y expande la fiesta. Este año, a Nou Barris y también al parque de Sant Martí, de manera que ya son cinco los distritos de la ciudad donde hay actividad.
Como el año pasado el de la Trinitat, el parque de Sant Martí, un enorme espacio verde junto a la base de lo que algún día será la estación de la Sagrera, se estrenó ayer con un gran éxito de público, sobre todo familiar: jóvenes parejas con uno, dos y tres niños que convirtieron la zona en una especie de patio de guardería gigante en el que los padres y los niños compartieron por unas horas juegos y experiencias. Lo tuvieron fácil unos y otros.
En una de las zonas de la calle de Menorca se habían instalado los instrumentos gigantes de Etienne Favre, ingeniosas máquinas que al accionarlas giran y evocan melodías ancestrales. Imposible no tocar esas ruedas creadas con materiales reciclados que acaban convirtiéndose en obras de arte, y por qué no en poemas visuales que tanto le gustaban al artista e ingenioso poeta Joan Brossa.
Las familias llegaron incluso antes de mediodía, hora del arranque oficial. Muchas del barrio, aprovechando que tenían cerca la posibilidad de pasar una mañana diferente. Pero también había grupos de amigos con sus hijos de otras partes de la ciudad. “Es curioso. Nunca habíamos estado aquí, pero te das cuenta de que fuera del centro hay más parques y zonas donde los niños se lo pueden pasar mejor”, explicaba Begoña mientras atendía a su pequeña, que parecía percusionista de un grupo de rock por la intensidad con la que le daba a una olla con un palo.
Pero la diversión no había hecho nada más que empezar. A las doce comenzó también en uno de los escenarios el espectáculo Tubs del món en el que Xavi Lozano consigue sacar melodías de instrumentos impensables como son una muleta una silla, una escoba, un pito, un macarrón, una patata o una zanahoria. Tomó el relevo una hora más tarde en el segundo escenario, situado junto a la bella iglesia de Sant Martí el grupo de rock Big Mouthers con un directo contundente y una estética más de madrugada que de mediodía, con boa de plumas incluida. Con Satisfaction de los Rolling arrancaron a todos, pequeños y grandes, a bailar y dar saltos al ritmo de la música.
Nuevas propuestas que se suman a las del cartel más tradicional, como la jornada castellera de las colles invitadas a la plaza de Sant Jaume. De nuevo los castellers de Barcelona, los de Vilafranca y los Minyons de Terrassa levantaron torres de gama extra. La plaza pudo ver varios 3 y 4 de 9 con folre, una torre de 9 con folre i manilles, un 5 de 8, un pilar de 8 carregat, y un intento, por parte de los Verds, de 4 de 9 net, sin folre.
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