Antifraude se reactiva un año después de la salida de De Alfonso

La tormentosa salida del magistrado Daniel de Alfonso como responsable de la Oficina Antifraude de Cataluña (OAC) dejó muy tocada a la institución y a sus trabajadores. La OAC, sin embargo, se ha recuperado del golpe y se ha puesto las pilas. Este miércoles se cumple un año desde la toma de posesión del nuevo director, el también magistrado Miguel Ángel Gimeno, que ha dado un nuevo impulso al organismo. En los primeros ocho meses del año, Antifraude ha aumentado el ritmo de trabajo tanto en los informes que emite a entes locales y a la Generalitat como en sus investigaciones sobre corrupción.

El Parlament designó a Gimeno como timón de Antifraude en julio de 2016, apenas un mes más tarde de haber revocado a Daniel de Alfonso tras descubrirse que conspiró, junto al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, para orquestar investigaciones contra líderes independentistas y sus familiares. La difusión de las conversaciones entre el magistrado y el ministro, que fueron grabadas en octubre de 2014, provocó una tormenta política y la destitución de De Alfonso, que actualmente sigue ejerciendo como magistrado en Santander.

El escándalo dejó a Antifraude muy tocada. Consciente de que debía corregir el rumbo de la institución, Gimeno explicó, en su toma de posesión -el 6 de septiembre de 2016- que Antifraude debía "trabajar por el interés general" y actuar con absoluta "imparcialidad". En su primer año, Gimeno -que fue presidente del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña- y su equipo han trabajado discretamente para recuperar el prestigio perdido.

Antifraude ha dado a conocer este miércoles el balance del primer año de Gimeno. En lo que va de año, la OAC ha presentado 37 alegaciones a normativas impulsadas por entes locales o por la Generalitat, casi el doble de las que presentó en todo el año pasado (20), lo que supone un aumento del 85%. Se trata de recomendaciones y sugerencias de mejora, que forman parte de una de las misiones de la institución: la prevención frente a la corrupción. "El trabajo de prevención tiene una gran importancia para nosotros. Es un área silente pero imprescindible para conseguir unas instituciones impermeables a la corrupción", ha explicado Gimeno.

Otra de las grandes patas de la oficina es la investigación, donde también se han acelerado los trabajos. En los ocho primeros meses, la OAC ha resuelto 160 expedientes de "evaluación previa de verosimilitud", casi tantos como en todo el año pasado (167). Entre enero y agosto ha resuelto, además, 28 expedientes de investigación, lo que supone también un incremento del ritmo en relación con otros años. "El balance de las cifras nos indica que este es el camino que debemos seguir para evitar esta lacra social que es la corrupción", sostiene Gimeno.